La patronal
Fenin ha presentado este martes los resultados del informe
‘Perfil Tecnológico Hospitalario: propuestas para la renovación de tecnologías sanitarias’ y el impacto del plan INVEAT en el Sistema Nacional de Salud.
El dato más destacado es que el 42 % de los equipos son nuevos, frente al 35 % de 2021, con un 25 % de entre 5 y 10 años de antigüedad. Los equipos con más de 10 años se han reducido a un 25 %, un porcentaje cercano a las recomendaciones internacionales.
Carlos Sisternas, coordinador del Sector de Tecnologías y Sistemas de Información de Fenin, ha destacado que esta es la séptima edición del informe, que comenzó a realizarse en 2009, y que incluye datos hasta el 31 de diciembre de 2023 procedentes tanto del sector público como del privado.
“El Plan INVEAT, dotado con 796 millones de euros, es la mayor inversión de la historia en equipos sanitarios en España y ha permitido, a finales de 2023, renovar o incrementar unos 850 equipos de alta tecnología”, ha destacado.
El estudio cubre 15 tecnologías estratégicas, desde TACs a Resonancias Magnéticas, PETs, angiografías, aceleradores lineales, mamógrafos, ecógrafos, equipos de soporte vital, incubadoras, contrastes, dializadores y radiología convencional. El baremo de evaluación se ha basado en el del Comité de Coordinación Europeo de la Industria TI Radiológica Electromédica y Sanitaria (COCIR), que establece que en los centros sanitarios debe haber un 60 % de equipos entre 1 y 5 años, un 30 % de entre 5 y 10 y no más de un 10 % de más de 10 años, ya que se consideran obsoletos.
Colaboración de todos los actores
“La recuperación comenzó a partir de 2020, por la exención del IVA para adquirir TACs para los pacientes con COVID. Y aumentó en 2023 por el plan INVEAT, que ha logrado situar a España entre los países líderes en Europa. Ha sido un plan bien trazado porque ha involucrado a comunidades autónomas, a la industria y al colectivo médico, para saber qué necesidades eran precisas. Y ha contado con el apoyo del Ministerio de Sanidad. Ha logrado corregir la obsolescencia”, ha destacado.
Otros aspectos que ha recalcado Sisternas es que los equipos que han sido objeto del plan “han logrado alcanzar los objetivos de COCIR, con un gran avance en la Sanidad pública. Sin embargo, las modalidades no recogidas en este plan languidecen, como las mamografías, la radiología convencional, la endoscopia flexible o los respiradores de críticos, que se usan menos tras la pandemia”.
Por otro lado, ha insistido en la importancia del mantenimiento “para garantizar la seguridad de los pacientes. Hay que actualizar todo lo relacionado con los equipos, se debe planificar y realizar planes con las tecnologías que no se han beneficiado de INVEAT y que están llegando a la obsolescencia”.
Objetivo: obsolescencia cero
Por su parte, Francisco Vázquez, presidente del Sector TySIC de Fenin, ha reiterado que el plan INVEAT “ha cambiado el dibujo del sistema sanitario: de equipos muy obsoletos a un 60 % de equipos nuevos, en menos de 5 años. Nos queda un camino por recorrer –especialmente en los equipos de más de 10 años–, pero hay que ser consciente que hay tecnologías que no se han beneficiado por el plan y en ellas hay que poner el foco en los próximos años. El objetivo es la obsolescencia cero, por eso pedimos colaboración y diálogo para llegar a ella, porque el uso de la tecnología en estadios tempranos mejora tanto la eficiencia del sistema –con un dinero que se podría reinvertir– y el pronóstico de los pacientes”.
Desde su punto de vista, esta renovación “ha supuesto un reto, con una triple de carga de trabajo comparada a un año normal. Por eso, hay que felicitar a todas las empresas por haberlo hecho posible y por su implicación para lograrlo. Pero hay que seguir invirtiendo en tecnologías, todas son necesarias: la renovación de los equipos médicos debe ser un proceso continuo y estandarizado. La colaboración ha sido exquisita para que estas inversiones se lleven a cabo y las sociedades científicas han demandado lo que precisan sus profesionales. Y el Ministerio de Sanidad también ha ayudado”, ha añadido.
Respecto a futuro, ha indicado que los 796 millones de euros con los que está dotado el plan “subrayan la necesidad de planificación, porque esa cantidad volverá a ser necesaria dentro de 10 años. Además, las necesidades de nuestro sistema serán diferentes en ese periodo, con el objetivo de que sea un sistema sostenible, también desde el punto de vista medioambiental y económico”.
Tecnología que salva vidas
Milagros Otero, presidenta de la Sociedad Española de Radiología Médica (
SERAM), ha destacado que la nueva tecnología que acaba de adquirirse “permite hacer estudios mucho más rápido, lo que beneficia al paciente, con un diagnóstico más temprano y menos dosis de radiación, con una mejor calidad asistencial. La tecnología salva vidas”.
Otra ventaja que ha señalado es que se mejora la formación, ya que la nueva tecnología “nos ha permitido hacerlo como en Europa. Y, además, se ha contado con nosotros a la hora de adquirir el material”. En cuanto a los inconvenientes, ha enumerado “que no hubo mucho tiempo para planificar, con áreas de sobre e infradimensionamiento. Tampoco se tuvieron en cuentas las obras ni se valoraron factores de sostenibilidad de la refrigeración de los equipos. Faltó, además, tiempo para formación y hubo que hacer planes de contingencia para asumir las agendas de consulta. Esta modernización debe abordarse no de manera unitaria, sino de manera integral. Y no deben olvidarse los equipos que no se han actualizado. Por otro lado, debe asegurarse que el mantenimiento va a ser completo durante todo el tiempo, realizando las actualizaciones precisas del equipamiento”.
Para que este mantenimiento sea el adecuado, ha recordado que son precisos datos como la fecha de adquisición de los equipos, su actividad anual y los inventarios de averías, entre otros aspectos. “Todos ellos están disponibles, pero en diferentes lugares, por lo que es difícil planificar. Por este motivo es necesario un registro documental lo más completo posible: los datos pueden salvar la renovación tecnológica que necesitamos”, ha opinado.
Cultura de la inversión
Por último, Pablo Crespo, secretario general de Fenin, ha reiterado que gracias a este informe, “muchos pacientes tienen hoy mejor salud y mejor calidad de vida. Pero no puede ser algo aislado, debe haber una cultura de la inversión, sin tecnologías obsoletas. Las estimaciones son que faltan 110.000 enfermeras hoy y, en los próximos años, habrá 80.000 médicos menos. Por eso, la única solución es apoyarse en las tecnologías sanitarias, para poder hacer más con menos recursos sanitarios”.
“Ingesa ha liderado y pilotado el plan y las comunidades autónomas lo han ejecutado, con un papel clave de los sanitarios y del sector, que ha hecho un esfuerzo ímprobo para que la tecnología llegara a los hospitales en un tiempo récord. Desde Fenin, estamos a disposición de las autoridades sanitarias para mejorar la calidad de vida de los pacientes, trabajando con las administraciones para tener un sistema sanitario digital, moderno y de futuro. Soy optimista: en el futuro este tipo de informes no serán necesarios, porque los equipos serán modernos y actualizados, con una cultura de la inversión”, ha concluido.
