Más de 60 residentes de Nefrología han participado en el 'VII Curso de Hipertensión Arterial y Riesgo Cardiovascular', organizado por la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y la Fundación SENEFRO en colaboración con Novartis. El encuentro, que celebra este año su séptima edición, tiene como principal objetivo completar la formación de los residentes acerca de la hipertensión arterial y el manejo del paciente con riesgo cardiovascular. Se trata de unas jornadas de formación, eminentemente prácticas, basadas en la discusión de casos clínicos a partir de los que se abordan los contenidos de forma interactiva.
En palabras del doctor Manuel Gorostidi, coordinador de esta edición y Médico Especialista en Nefrología del Hospital Universitario Central de Asturias: 'Podríamos calificar este curso como un ciclo de actividades absolutamente enfocadas en la práctica clínica diaria. No hay sesiones convencionales, sino talleres de grupos pequeños donde un experto debate con ellos cada situación'.
Los cinco talleres del curso abordan un amplio abanico de temáticas, desde la evaluación general del paciente con hipertensión arterial y riesgo cardiovascular, hasta el manejo de los pacientes en situaciones especiales, así como, la hipertensión arterial en el embarazo, en la diabetes mellitus, enfermedad renal crónica o urgencias hipertensivas, entre otras.
La puesta en marcha de este encuentro pone de manifiesto la importancia de un enfoque multidisciplinar en el manejo del paciente con hipertensión arterial. Rafael Santamaría, coordinador del Curso y Médico Especialista de Nefrología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, ha señalado: 'En alrededor de un diez por ciento de los casos, la hipertensión arterial es secundaria a una enfermedad subyacente, como la enfermedad renal crónica, la estenosis de las arterias renales o el hiperaldostenismo primario, entre otras. Por ello, es fundamental una adecuada colaboración en el estudio y manejo del paciente entre Atención Primaria y las correspondientes especialidades médicas'.
La hipertensión arterial presenta una alta prevalencia entre los pacientes con enfermedad renal crónica y se caracteriza por un control dificultoso. Tal y como ha comentado Alberto Martínez Castelao, Presidente de la SEN y jefe de sección del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Bellvitge: 'En Nefrología, casi todos los pacientes que tratamos son hipertensos y además muchos de ellos conviven con otras patologías asociadas. Por ello, saber diagnosticar y manejar adecuadamente la HTA y las patologías asociadas relacionadas con la hipertensión, uno de los factores más importantes de riesgo vascular, permite un adecuado manejo del paciente, mejorando su morbilidad y mortalidad'.
Un control inadecuado
La principal consecuencia de un inadecuado control de la presión arterial en estos pacientes es una progresión acelerada de la enfermedad renal crónica, así como una alta incidencia de eventos cardiovasculares. 'Uno de los principales retos del nefrólogo ante el paciente con enfermedad renal crónica e hipertensión es conseguir un adecuado control de la presión arterial, disminuyendo así el riesgo de progresión de la enfermedad y el riesgo de evento cardiovascular', ha señalado Santamaría.
La evaluación del paciente hipertenso y las nuevas técnicas para su control han sido algunos de los temas tratados en profundidad durante el encuentro. En este sentido, Gorostidi ha señalado: 'La evaluación del paciente con hipertensión es un clásico de la Medicina. No obstante, el médico se enfrenta a diario con situaciones cada vez más complejas por la enorme cantidad de patologías que se asocian a la hipertensión. Además, en los últimos años se han desarrollado nuevas técnicas de evaluación, que hoy en día consideramos básicas, como la medida de la presión arterial ambulatoria o la detección precoz del daño vascular silente asintomático, que precede a la enfermedad cardiovascular'.
Las instituciones implicadas esta edición del encuentro han hecho hincapié en la relevancia de la formación del médico residente, así como la formación continuada del profesional sanitario. 'La formación continuada del médico es básica y un aspecto que debe cuidarse al máximo, pues una dedicación excesiva a la práctica meramente asistencial diaria lleva a un empobrecimiento de la labor del médico y de la calidad asistencial', según Manuel Gorostidi.