En conmemoración del Día Internacional del Donador de Sangre Voluntario, se han encontrado estadísticas de déficit de donadores voluntarios en México, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestro país debería tener al menos 5 millones de donaciones al año, sin embargo, se registran sólo 1,7 millones.
En México se utiliza mayormente el modelo de reposición sanguínea, es decir, se consiguen donantes cuando un familiar, amigo o conocido necesita una cirugía o transfusión, con éste método se recolecta el 65 por ciento de la sangre. Debido a ello desde el año 2012 la Secretaría de Salud ha generado diferentes campañas para impulsar la donación voluntaria para ampliar el campo de acción y el número de personas beneficiadas.
La Cruz Roja Mexicana muestra estadísticas de la Ciudad de México en las cuales se muestra que el 65 por ciento de la población tiene sangre tipo 'O', el 25 por ciento es tipo 'A', el 8,5 por ciento 'B' y tan sólo al 1,5 por ciento le corresponde el grupo 'AB'. En cuanto al RH son dos: positivo y negativo, con los cuales es posible obtener los ocho tipos de sangre humana combinando ambas formas.
Es importante y muchas veces crucial conocer el grupo sanguíneo al que se pertenece y su RH, algunos hospitales y bancos de sangre otorgan algunos documentos oficiales que muestran su tipo sanguíneo y su registro de donación, pues es recomendable donar con espacios de al menos tres meses para preservar la salud del individuo.
Los mitos que rodean la donación sanguínea aún son una barrera, pues es común creer que las personas tatuadas no pueden ser donadores, sin embargo, toda persona tatuada, con piercings o que han pasado por un procedimiento quirúrgico deben esperar un año para poder verificar que no haya ningún virus o enfermedad. También las mujeres que estén en su periodo menstrual o tomen anticonceptivos bastará con notificar al médico que realice el procedimiento.
Cabe destacar que los únicos impedimentos para donar son que padezcan o hayan padecido hepatitis B o C, con SIDA, sífilis y cualquier otra enfermedad transmitida por sangre, personas diabéticas, epilépticos y enfermos en etapas graves o crónicas.
También hay que tomar en cuenta algunas conductas de riesgo, como actividad sexual sin protección, intercambio de cepillos dentales o rastrillos/rasuradoras, incluso haber viajado a un país tropical, en cuyos casos es recomendable esperar un lapso de un año, posteriormente realizarse pruebas sanguíneas y listo, es posible donar de nuevo.
El Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea ha implementado campañas de donación para la que se utilizaron unidades móviles de captación de sangre que visitaron diferentes universidades y grupos juveniles de la Ciudad de México. En las 13 visitas se obtuvieron 829 donantes voluntarios, de los cuales sólo el 19 por ciento resultó no apto.