De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en México existen más de 26 millones de personas que tienen 45 años o más, por lo que se puede estimar que en el país aproximadamente el 20 por ciento de los mexicanos presenta presbicia, un problema de visión común.
A medida que una persona envejece, el cristalino, lente que está al interior del ojo y regula la entrada de luz al mismo, pierde elasticidad, limitando así su capacidad para permitir enfocar las imágenes haciendo que la visión cercana vaya empeorando hasta que se llega a los 60 años de edad aproximadamente, en donde se llega al 'límite' de la mala visión cercana.
Aunque es un problema muy común de la visión, su corrección es fácil, se estima que más del 80 por ciento de la población lo padece aproximadamente entre los 40 y 45 años de edad a manera de síntoma, los objetos cercanos empiezan a verse cada vez más borrosos y dificulta habilidades simples como la de la lectura.
La corrección de la presbicia no es posible por medio de ejercicios ni tampoco hay manera de evitarla, pero sí se puede hacer algo al respecto una vez que aparece, por tanto, es importante acudir a consulta con el especialista de la salud visual.
Si el paciente menor de 40 años sufre alguno de estos síntomas, esta enfermedad se relaciona con el envejecimiento, por lo que no existe ningún método eficaz para prevenir su aparición y aunque algunos especialistas apuntan a que ciertos suplementos alimenticios pueden prevenirlo no se ha demostrado científicamente.
Existe la opción de realizar cirugía, sin embargo, esta operación no es definitiva, pues no se recupera la elasticidad del músculo ciliar. También se puede emplear una implantación de prótesis (técnica de Schachar) con las que se recupera la distancia entre el cristalino y el músculo ciliar.
Las personas miopes e hipermétropes no están excluidas de sufrir dicho padecimiento y puede desarrollarse también en aquellos que nunca han usado anteojos.
Entre las opciones más novedosas para corregir la presbicia están las lentes de contacto multifocales, que pueden ayudarte a leer objetos cercanos y lejanos de forma cómoda y segura.