El estreñimiento es uno de los mayores factores de pérdida de calidad durante el embarazo y uno de los principales motivos de consulta en Atención Primaria
21 de diciembre 2022. 10:00 am
El estreñimiento se considera uno de los mayores factores de pérdida de calidad durante el embarazo y uno de los principales motivos de consulta en Atención Primaria. Durante el embarazo se debe hacer hincapié en el tratamiento no farmacológico, con una correcta hidratación, consumo de…
El estreñimiento se considera uno de los mayores factores de pérdida de calidad durante el embarazo y uno de los principales motivos de consulta en Atención Primaria.
Durante el embarazo se debe hacer hincapié en el tratamiento no farmacológico, con una correcta hidratación, consumo de fibra, fruta y verduras, y la realización de ejercicio físico que permita el estado de la mujer. Si no es suficiente con las medidas higiénico-dietéticas, se deberá informar sobre los tratamientos farmacológicos disponibles.
Además de estas recomendaciones, para evitar el estreñimiento, las embarazadas deben masticar bien los alimentos y comer despacio, intentar defecar al levantarse o después de las comidas ya que es cuando mayor es el reflejo gastro-cólico y destinar el tiempo suficiente para defecar.
Seguimiento en enfermería
La relación de la mujer embarazada en Atención Primaria con enfermería es fundamental e importante, ya que se preocupan, en la medida de lo posible, de la detección de riesgos gestacionales, promoción de la salud y educación sanitaria de los cambios en el embarazo, junto con la promoción de hábitos saludables.
El personal de enfermería puede hacer el seguimiento del estreñimiento y derivar a la paciente en el caso que no mejore para incluir tratamiento farmacológico.
La prevalencia del estreñimiento en el embarazo se estima entre un 15 y un 35 por ciento.
Causas del estreñimiento en el embarazo
En la mujer gestante, el estreñimiento puede ser debido a varios factores, como es el incremento de la producción de progesterona que relaja el músculo liso e inhibe la liberación de la motilina. Como consecuencia, se disminuye la motilidad intestinal y se retrasa el vaciado gástrico.
Por otra parte, el útero grávido puede comprimir las asas intestinales de forma mecánica, lo que dificulta el tránsito intestinal. También hay que considerar el enlentecimiento de la motilidad intestinal, que aumenta la reabsorción de agua por la mucosa del colon y se endurecen más las heces. La disminución de la actividad física diaria y la necesidad de suplementación con algunos fármacos también contribuyen al estreñimiento, como pueden ser los suplementos de hierro, antiácidos, calcio…
Laxantes
En el estreñimiento que no responde a los cambios en el estilo de vida se recomiendan laxantes como tratamiento de base. La evidencia científica parece respaldar el uso de laxantes formadores de volumen frente a los estimulantes de la motilidad intestinal, ya que estos últimos generan mayor frecuencia de efectos adversos, como puede ser el dolor abdominal en la gestante.
No obstante, son más usados los laxantes osmóticos, por su seguridad al no absorberse. De hecho, son de elección en el embarazo. Entre los laxantes osmóticos se prefiere PEG frente a lactulosa.
Recomendaciones
Hay que tener en cuenta que es necesaria una adecuada hidratación al utilizar estos laxantes por la mayor retención de agua en las heces. Dentro de este tipo de laxantes existen varias presentaciones. La más recomendada es el macrogol sin sodio, casenlax frente a movicol, ya que hay que tener cierta precaución con el exceso de sodio que tiene esta última presentación.
Cuando no son efectivos los laxantes osmóticos, se pasaría a utilizar laxantes emolientes o surfactantes. Si con esto no es suficiente, habría que descartar patología orgánica. Una vez descartada, se optaría por laxantes estimulantes que deben limitarse a periodos cortos en embarazo. Como última opción quedarían los enemas y lavados anterógrados.
Estreñimiento en la lactancia
El manejo del estreñimiento durante la lactancia incluiría un algoritmo similar al del estreñimiento durante el embarazo. El primer paso lo basaría en las medidas higiénico-dietéticas. Si no son efectivas se puede añadir un probiótico, ya que se ha visto que mantener una flora equilibrada y fermentativa mejora el tránsito intestinal y evita la flatulencia.
Si todas estas medidas fracasaran, se procedería al uso de laxantes incrementadores de volumen, emolientes u osmóticos. En última instancia, si no son efectivos, se emplearía laxantes por vía rectal.