La nutrición, y dentro de ella la hidratación, son dos factores claves en nuestra salud, y por ello desde la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) se ha querido dedicar un espacio para debatir sobre estos temas en una de sus sesiones científicas extraordinarias, en la que colaboraban la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Academia Española de Nutrición (AEN), la Real Academia de Farmacia (RANF), la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN), la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), la Sociedad Española de Nutrición (SEN), la Fundación Española de Nutrición (FEN) y el departamento de Hidratación de Coca Cola. Dirigía la misma el presidente de honor de la RANM, Manuel Díaz Rubio, que en cuanto a la obesidad explicaba que 'vivimos en un ambiente obesogénico', en el que es clave educar en hábitos saludables, sobre todo cuando los índices de obesidad infantil van en aumento. Además se trata de una 'epidemia mundial', en la que ya comienzan a verse implicados no sólo los países occidentales, sino también países en desarrollo.
Ahondaba más sobre este tema Javier Salvador, del departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra. Según el experto las mediciones del Índice de Masa Corporal (IMC) pueden no ser la medida más adecuada para valorar la obesidad, ya que según estudios propios de algunos grupos de pacientes, en aquellos que según el IMC se hallaban en una situación de sobrepeso, el 80 por ciento se mostraba como obseso si se medía sin embargo el aumento del compartimento graso, por lo que según estas cifras, la prevalencia de obesidad podría ser mayor de lo que pensamos.
Salvador insistía además en que el verdadero problema de la obesidad 'son las comorbilidades asociadas', ya que la ciencia ha avanzado en demostrar que 'el tejido aliposo es un tejido activo que produce una gran cantidad de sustancias perjudiciales para la salud'. En su opinión la solución pasa por 'tratamientos individualizados', porque son la única manera de conseguir la adherencia del paciente. Es decir, dietas equilibradas y ejercicio físico adaptado a las circunstancias personales del paciente.
Deshidratación y migrañas
Manuel Díaz Rubio también explicaba que la hidratación es un factor clave en la nutrición y que en realidad 'no se puede entender como un concepto aislado, sino dentro de la misma'. En cuanto a la cantidad de agua a ingerir diariamente, recordaba que 'no se trata de ingerir agua indiscriminadamente, porque también hay que contar con el agua de los alimentos'.
Una de las cuestiones más interesantes con respecto a la ingesta de líquidos es la aparente relación entre deshidratación y cefaleas. Díaz Rubio ejemplificaba que un analgésico no produce el mismo efecto si no se toma tragándolo con bebida líquida, y que incluso se había comprobado que algunos placebos producían el mismo efecto que el analgésico cuando se tomaba con una correcta ingesta de líquido.
Lluis Serra-Majem, presidente de la AEN iba más allá y evidenciaba algunos estudios donde se demostraba que 'la baja ingesta de líquidos puede ser desencadenante de la migraña'. De hecho, según análisis de los efectos del Ramadan y del Yom Kippur en los practicantes del mismo, tras un ayuno total, excluyendo también líquidos, presentaba cefaleas un 39 por ciento, mientras que de los que realizaban un ayuno parcial, es decir, admitiendo líquidos, sólo lo hacía en un 7 por ciento. Como conclusión Serra- Majem explicaba que pese a 'existir un nivel de evidencia aceptable acerca de los efectos subjetivos beneficiosos del consumo de agua en pacientes con cefaleas recurrentes, se requieren más estudios al respecto'.