La incorporación de los nuevos fármacos de la diabetes al arsenal terapéutico disponible depende de varios factores, entre los que se encuentra el área geográfica. En principio, la mayoría de los médicos de Atención Primaria tardan en introducir nuevos fármacos, en un periodo que oscila entre seis meses a un año de media, dado que muchos esperan a que lo introduzcan los especialistas y a ver la respuesta que tienen en sus pacientes. También influyen las guías y si los incluyen, pues habitualmente, la Administración suele limitar el uso a través de visados o mediante los acuerdos de gestión, basados en los algoritmos de las diferentes asociaciones/entidades médicas.
Así, entre que los profesionales se enteran de la novedad, que se esperan a que lean los estudios nuevos y/o la experiencia de algunos compañeros con dicho fármaco, suelen pasar al menos seis meses. También con una primera impresión buena, sube la confianza y el número de prescripciones aumenta en los siguientes meses recuperando algo la tardanza.
En este contexto hay que destacar las diferencias que hay entre comunidades autónomas, dado que hay fármacos que en unas sí que están financiados por la Seguridad Social y en otras no. Son casos ser puntuales, pero es un hecho constatado que la existencia de 17 comunidades autónomas genera variabilidad no pudiendo ser aceptable que un ciudadano de una comunidad reciba una atención diferente al de otra.
Proceso de implantación
En líneas generales, el proceso de implantación no es demasiado lento, siempre bajo el prisma de que la implantación sea segura para los pacientes, aunque si se contempla desde el punto de vista de las diferencias entre los laboratorios y la Administración, seguramente la impresión es de que es lento.
El tiempo que transcurre desde que se aprueba un medicamento por la Agencia Española del Medicamento hasta que se puede prescribir es largo, además hay que contar con las restricciones que realizan las comunidades autónomas mediante las comisiones que han puesto en marcha generando frenos a su uso. El tiempo de acceso desde la fijación del precio también es muy alto. Es más notorio en Atención Primaria y los motivos fundamentales son la falta de conocimientos claros en relación con dicha novedad y el miedo a la aparición de determinados efectos secundarios o la complejidad a la hora de utilizarlo en la práctica clínica. Hay que añadir algunas limitaciones asociadas al coste económico.
Según los especialistas, estos aspectos no influyen de manera importante en el abordaje de los pacientes, puesto que hay guías y protocolos que hay que respetar siguiendo las buenas prácticas y los principios éticos. La llegada de un nuevo fármaco no conlleva normalmente una actualización inmediata de las guías, pero aun así no es perjudicial ni que el paciente tome un fármaco nuevo aún no incluido en la guía, ni que al paciente se le retrase esta opción teniendo en cuenta que la variedad de tratamientos actuales permiten su correcto manejo.
Paciente crónico
El paciente diabético, como paciente crónico que es, supone uno de los retos más importantes para Atención Primaria. Es imprescindible que el médico de familia pueda acceder a los nuevos fármacos de la forma más rápida posible, ya que en algunas patologías, como la diabetes, ha sido ampliamente demostrado los beneficios de una actuación activa y precoz desde las fases iniciales de la enfermedad. Este proceso puede verse retrasado con las consecuencias que conlleva para la evolución del paciente.
En este contexto, el médico de primaria debe informarse sobre las nuevas moléculas tanto su mecanismo de acción, efectos adversos, posología,... Además, debe solicitar protocolos que permitan prescribir todos los nuevos fármacos, especialmente aquellos que estén relacionados con la patología crónica. Es muy importante la información, ya que el conocimiento de la patología y los posibles beneficios del tratamiento, así como sus contraindicaciones, efectos secundarios..., ayudan al médico a encontrarse seguro en su utilización y a poder iniciarla lo antes posible.
Por eso, los médicos de Atención Primaria deben, por medio de la formación continuada, estar al día en los nuevos tratamientos y de esta forma perder el miedo a la utilización de los mismos.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Concha Mora Marqués, Juana García Giménez, Pilar González García, Ana Tchang Sánchez, Enrique Guinot Martínez y Julia Lorena Salanova Chilet, de Valencia; los médicos de Familia Nuria Bosch Girona, Pascual M. Mañes Vicente, Pedro J. Moreno Pareja y María Jesús Sirera Corbin, del Centro de Salud Serrería I; la endocrinóloga Marta Monreal Villanueva, del Centro de Especialidades San José; Martin Lalinde Herrero, del Centro de Salud Casablanca; Mª José Badesa Monreal, del Centro de Salud La Almunia; Ana Expósito Rando, del Centro de Salud Ruiseñores, y Luis Digon Sanmartin, del Centro de Salud Calatayud.
Primaria tarda más que Especializada en introducir los nuevos fármacos para la diabetes 2
Clara Simón
4 de diciembre 2018. 9:51 am