Es consabido que el gasto sanitario es uno de esos grandes problemas sin resolver, y que si bien, debido a la crisis, estos últimos años ha caído un 10 por ciento, el coste lo está pagando el paciente con un aumento de listas de espera y una reducción de la cartera de servicios, además de los profesionales con sus salarios, y la Industria con una disminución de los precios. Esta era la idea que Faustino Blanco, consejero de Sanidad de Asturias, exponía en la octava cita del Ciclo de Conferencias organizado por Previsión Sanitaria Nacional y la Fundación Ad Qualitatem. En su opinión, si actualmente nos encontramos alrededor del 6 por ciento del PIB en gasto sanitario, hay que volver a mirar a Europa, donde la media sigue estando en un 7,5, y para volver a llegar a estas cifras, hay que repensar como financiamos la Sanidad. Para ello, exponía que 'el problema de financiación de la Sanidad podría resolverse en gran medida arreglando el problema de nuestro déficit fiscal', es decir, recaudando los todo lo que se sigue defraudando a Hacienda, para lo que 'se precisa de una acción rotunda de los Gobiernos'.
De hecho esa era otra de sus medidas, el establecer una reforma de las estructuras para conseguir un buen gobierno de las mismas. 'Necesitamos eficiencia, y eso quiere decir que necesitamos reformas', explicando el Plan de Reformas de la Sanidad pública en Asturias, que pasaba por mejorar las estructuras gestoras, los procesos asistenciales y los recursos humanos.
En esta línea proponía además 'fortalecer las políticas de salud en la Unión Europea' y, más concretamente, 'avanzar en la lucha contra la desigualdad en salud, garantizar la cobertura universal, asegurar la financiación solidaria vía impuestos, y mejorar a su vez la relación entre Salud Pública y Servicios Sanitarios'.
Una apuesta por la Sanidad pública
El consejero explicaba igualmente que está demostrado que los Sistemas Sanitarios Públicos, que se apoyan en estructuras fuertes de Atención Primaria, ofrecen mejores resultados en Salud y son más eficientes, 'sin embargo en los últimos tiempos son muchos los que defienden lo contrario'. Ante este proceso de 'mercantilización' de la Sanidad, Blanco recordaba que las entidades privadas apuestan por un mayor gasto en tecnología a costa de disminuir salarios y de precarizar el empleo 'y todo esto afecta a la atención'. Igualmente, citaba que este no es un tema banal, puesto que 'estamos debatiendo sobre la capacidad del mayor logro de los españoles como sociedad'.
Por otra parte, Faustino Blanco también dedicaba parte de su discurso a hacer una crítica a las políticas de copago, que en su opinión 'son un error de enfoque', puesto que supone imponer nuevos impuestos a la enfermo. En este sentido abogaba por hacer políticas de prevención y de promoción de la salud, recordando que 'una onza de prevención vale una libra de cura', para lo que proponía como opción 'incentivar al paciente', para que fuera mucho más corresponsable de su salud.