Durante la última jornada del
III Observatorio de la Sanidad, organizado por El Español e Invertia, se han tratado algunos de los problemas compartidos entre la Sanidad Pública y Privada.
La
falta de profesionales se perfila como uno de los problemas acuciantes en la Sanidad Pública y Privada. Solo en la Comunidad de Madrid, de aquí a 10 años se jubilan un 33 por ciento de los médicos y un 25 por ciento de las enfermeras. Un problema que se ve agravado en las regiones con población dispersa y envejecida. Para atajar esta problemática, en regiones como Asturias se ha apostado por la digitalización. Sin embargo, tal y como exponía María Josefa Fernández Cañedo, directora general de Cuidados, Humanización y Atención Sociosanitaria del Principado de Asturias, hay que tener en cuenta la “brecha digital”. También la orografía de Asturias, donde llevar la banda ancha a toda la región es un trabajo complejo.
En esta línea Fernando Benavente, director general de Valdeluz Mayores, ha añadido que el mayor reto actual es el déficit estructural; faltan camas, y no por la falta de infraestructura física, sino por la de personal.
Falta de financiación en la Sanidad Pública y Privada
Por su parte, Philippe Paul, director ejecutivo de Sham-Grupo Relyens, coincidía en que la
equidad y el acceso igualitario, el capital humano, la tecnología y la sostenibilidad son los grandes problemas compartidos. Asimismo, en el futuro más próximo, el ejecutivo ha puesto el foco en la
ciberseguridad como prioridad máxima en la Sanidad Pública y Privada. En concreto, “el data lake albergará en algún momento todos los datos de la Sanidad Pública y sus pacientes, y esto nos lleva a necesitar sistemas de seguridad extremos”
Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, exponía por su parte que “debemos
revisar el modelo de financiación. Si continúa aumentando la longevidad, el gasto va a ser mayor, lo que obligará a aumentar la financiación, pero hay que buscar mejores fórmulas de contratación”.
Asimismo, Enrique Porres, CEO de Asisa, hablaba sobre la
sostenibilidad del modelo Muface. Así, recalcó que la financiación “ni es suficiente ni adecuada, a lo que hay que añadir riesgos inminentes como el envejecimiento de los mutualistas, cuya edad está por encima de la media del país”.