Los niños que nacen con una deficiencia de hormona crecimiento, pueden verse afectados en su desarrollo y fortaleza de pulmones y corazón.
Así como también una debilidad en su sistema inmunológico, alterando con esto la posibilidad de tener refuerzos en caso de virus, bacterias y otras enfermedades.
Las asesoras en Sueño Infantil (
Gentle Sleep Coach), Patricia Beltrán y Lucía Sabau, afirman que el sueño es esencial para el desarrollo de los niños y niñas.
Refieren que, según estudios, cuando los niños están en sueño profundo es entre las 12 y las 4 de la madrugada, es entonces cuando la hormona de crecimiento (GH) se libera.
Las especialistas explican que a dicha hormona también se le conoce de manera técnica como la hormona somatotrópica.
Importancia de mantener las horas de sueño
Actualmente es muy común que no se tenga claridad sobre cuánto sueño es el recomendado, ni que tanto puede afectar
al desarrollo de los más pequeños. Pero hay que tener claras las afectaciones de cuando las niñas y niños no obtienen el sueño necesario para su edad.
Por ejemplo, se pueden ver daños en su humor, apetito, sistema inmunológico y su crecimiento.
Por eso, reiteran que entre las 12 y las 4 de la madrugada es la fase que predomina durante el primer tercio de la noche. Es en este periodo que el cuerpo de los pequeños sintetiza proteínas y forma glóbulos rojos.
“Este proceso es de suma importancia para la formación y oxigenación de los tejidos. Por ello es muy importante que los acostemos en un horario adecuado para su edad”, señala Beltrán.
Agrega que es necesario considerar que si los niños despiertan continuamente durante la noche, el alcanzar el sueño profundo puede verse comprometido. Por ende, también la cantidad de hormona de crecimiento secretada en su cuerpo.
Otros riesgos sobre la hormona de crecimiento
Por su parte, Lucía Sabau explica que otro caso en donde se puede ver con claridad el efecto del sueño sobre el crecimiento es cuando los niños sufren apnea del sueño. Esto quiere decir que sus vías respiratorias se encuentren obstruidas, principalmente por un tema de adenoides y/o amígdalas.
Cuando se dan estos casos, dice, el sueño suele volverse más ligero como respuesta del cuerpo a la situación de que la oxigenación se está viendo afectada. “De esta manera el sueño profundo de nuestros hijos se ve fragmentado y la secreción de hormona de crecimiento comprometida”, comenta.
Para finalizar, ambas especialistas coincidieron en la necesidad de dar a los niños alimentos saludables como ricos en calcio y vitamina D para fortalecer los huesos.
Algunas recomendaciones para que las cenas de los menores les sirvan para conciliar el sueño son:
- Preparar alimentos bajos en grasa.
- Cuidar las horas de cena, para que se realice una adecuada digestión.
- Ofrecer alimentos ricos en triptófano (lácteos, huevo, carnes magras, pollo, pavo, salmón, atún o mariscos).
- Agregar alimentos como plátano, cerezas, garbanzos y una cantidad moderada de carbohidratos (pastas, arroz o pan), porque favorecen la generación de melatonina, sustancia esencial para inducir el sueño.
