La patología dual, que se trata de la existencia simultánea de una conducta adictiva y otro trastorno mental, afecta a más del 50 por ciento de los pacientes que acude a centros de salud mental y/o adicciones. En el caso de la ludopatía, el 96 por ciento de los pacientes tiene asociado otra patología mental. Sin embargo, a pesar de su prevalencia, los profesionales sanitarios consideran que existe una escasez de recursos sanitarios específicos para este problema e inciden en la necesidad de esfuerzos adicionales. Estas son las conclusiones principales del primer Libro Blanco de Recursos y Necesidades Asistenciales en Patología Dual, presentado este miércoles, que ha contado con la ayuda y soporte económico de Brainpharma del Grupo Ferrer, ha sido patrocinado por el Plan Nacional sobre Drogas del Gobierno y ha contado con la colaboración del Grupo Saned, que ha realizado la secretaría técnica y el análisis estadístico.
Otras de las conclusiones del libro, que ha recogido los datos extraídos de una encuesta online realizada a más de 650 profesionales sanitarios de todas las comunidades autónomas, son el reto que supone la provisión de servicios específicos para estos pacientes, la necesidad de un Plan Nacional sobre patología dual en España y de un registro nacional único sobre los recursos disponibles, y la necesidad de contar con estrategias de información y difusión para que los profesionales sanitarios conozcan los recursos específicos disponibles, expone Pablo Vega, vicepresidente de la SEPD.
'Existen dos redes asistenciales para estos enfermos, la de adicciones o la de otros trastornos mentales, y tienen dificultades para encontrar la puerta acertada. Al tener dos sistemas con diferentes filosofías, estas redes trabajan de forma totalmente separada, por lo que es imprescindible la integración funcional de todas las redes sanitarias públicas que tratan al enfermo mental', señala Néstor Szerman, presidente de la SEPD.
En la actualidad, 'las comunidades donde existe una integración funcional de ambas redes asistenciales son Asturias, Murcia, Navarra, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja y País Vasco', apunta Vega, y aboga por la importancia de crear políticas para esta población porque la patología dual tiene una mala evaluación y elevada morbilidad y mortalidad.
Procesos de vulnerabilidad
Miguel Casas, presidente de la Fundación, cree que desde las asociaciones es el momento de hacer llegar a la sociedad un cambio, una visión diferente sobre estos pacientes. 'La drogodependencia no es un vicio, es una enfermedad. Se producen procesos de vulnerabilidad por una enfermedad mental. La comorbilidad entre estas dos patologías son convergentes, de tal forma que un paciente con enfermedad psiquiátrica probablemente va a tener una adicción y al revés'.
Además, Casas incide en que muchos pacientes suelen recuperarse. 'Cuando no lo consiguen es porque no buscamos la enfermedad psiquiátrica que propicia esa adicción. Este libro supone un punto de luz para las familias a las que les ha tocado una persona con patología dual', añade.
Por otra parte, Francisco de Asís Babín, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, considera que se ha progresado mucho en este tema. 'Este libro pone de manifiesto que se ha avanzado en recursos para la patología dual. Estamos demostrando con esta evaluación que estamos consiguiendo objetivos. pacientes que antes tenían recaídas, un porcentaje más elevado de ellos está consiguiendo abstenerse. Somos conscientes de que el problema existe y tenemos que mejorar y explotar lo bueno que hemos hecho hasta ahora'. El delegado ha añadido que para que todo esto sea posible se necesita el apoyo de la sociedad y no aumentar el riesgo de exclusión de estas personas. 'Si le miramos solo como un paciente que consume, no le vamos a ayudar a mejorar'.