La labor médica en la atención del sobrepeso y obesidad infantil debería de estar más orientada a la promoción de la salud, con el fin de otorgar las herramientas necesarias que prevengan factores de riesgo como la diabetes o hipertensión. Así lo afirmó Mónica Hurtado González, nutrióloga y educadora en diabetes, maestra en formación de la salud y co-fundadora de la plataforma “
Quiero Saber Salud”.
En entrevista con
El Médico Interactivo México, la especialista aseguró que, para reducir el número de pacientes con obesidad infantil, la clave son los hábitos. “Desafortunadamente en la práctica médica enseñan a los médicos a curar una enfermedad, a dar un medicamento, a dar una solución. Sin embargo, a pocos les enseñan la promoción de la salud, la cual debe ser proporcional a las herramientas para que el consultante pueda preservar su salud”, explicó.
En este sentido, la nutrióloga refirió que sin duda en un niño que vive con sobrepeso y obesidad tiene que haber un tratamiento. Éste, dijo, puede ser el consumo de alimentación correcta, la modificación de su dieta, y partir del conocer cómo son los hábitos del niño. “Tenemos que saber qué está comiendo, a qué hora y con quién. Este plan tiene que ir acompañado también de una recomendación también de una actividad física”, comentó.
Actividad física como parte del tratamiento
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), México es considerado como un país mayormente mal nutrido, ya que ocupa el primer lugar en
obesidad infantil. Por ello, Mónica Hurtado lamentó que, en la actualidad, los mexicanos lleven una vida sedentaria, ya que el 80 por ciento de los habitantes no realiza alguna actividad física. Lo anterior también les sucede a los niños, por lo que recomendó que el tratamiento de un menor con sobrepeso y obesidad sea integral. Es decir, a través de un nutriólogo, un psicólogo y un reactivador físico que asesoren a los niños y a sus familias a llevar una dieta adecuada, así como una rutina de ejercicios adecuada a cada perfil.
“Tengo que conocer qué hábitos tiene el niño en actividad física para poderle dar una recomendación y haciendo este conjunto de planes con el objetivo de una reducción de peso para que esto nos lleve a una reducción de factores de riesgo como es diabetes, hipertensión, que también se da en los niños”, explicó.
Para Hurtado, los médicos tienen que estar preparados para poder conducir de manera correcta el tratamiento del niño y de la persona que vive con él. Además, recordó que los niños deben de aprender, desde pequeños y en sus hogares, que no hay alimentos buenos o malos, que se puede comer de todo, pero con moderación. “Deben saber que es de suma importancia mantener un balance energético. En relación con la energía que como con los alimentos y la que gasto con la actividad física”, afirmó.
Factores de riesgo
Las niñas y los niños con obesidad tienen más probabilidades de padecer:
- Presión arterial y colesterol alto. Esto conlleva una enfermedad cardiovascular.
- Mayor riesgo de intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2, además de ser propensos a ser adultos obesos.
- Problemas respiratorios como asma y apnea de sueño.
- Enfermedades del hígado.
- La obesidad infantil está directamente relacionada con problemas como la ansiedad y depresión, baja autoestima y problemas sociales como el
bullying, que puede llegar al suicidio.