La hipertensión arterial (HTA), el asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) son tres patologías frecuentes en las consultas de Atención Primaria. 'Desde el punto de vista epidemiológico, existen similitudes entre ambas patologías y se relacionan desde el punto de vista funcional, empeorando el pronóstico cuando coexisten en un mismo paciente', explica Francisco Valls, presidente de la Sociedad Valenciana de HTA y Riesgo Vascular, durante la reunión OpenDual: actualidad cardiopulmonar, organizada por Pfizer.
'La alta prevalencia de estas enfermedades hace que en ocasiones estén presentes en el mismo paciente, por lo que es muy importante que conozcamos los tratamientos más adecuados y sus posibles interacciones', apunta Enrique Mascarós, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria del centro de salud Fuente de San Luís, en Valencia.
Revisión datos en HTA
Durante el encuentro, se han revisado los datos del Estudio de Intervención de la Presión Arterial Sistólica (SPRINT, en sus siglas en inglés), elaborado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos el pasado año. 'El estudio SPRINT puede modificar los objetivos de control en HTA establecidos actualmente en las Guías de Práctica Clínica, y su puesta en común permitirá conocer hasta qué punto los nuevos datos están influyendo en nuestro día a día', señala Valls.
En cuanto al tratamiento, los especialistas inciden en que las combinaciones farmacológicas en HTA, además de conseguir descensos mayores de presión arterial y más mantenidos durante las 24 horas, facilitan el régimen terapéutico, ya que se ha demostrado que el cumplimiento empeora cuanto mayor es el número de comprimidos al día.
En asma, destacan que el paciente asmático debe conocer su enfermedad para identificar correctamente las agudizaciones e implicarse en el control de su enfermedad. 'Sería fundamental una mayor implementación de los programas de rehabilitación respiratoria', incide Mascarós.
Respecto a la EPOC, 'el primer paso es convencer al paciente de la importancia que tiene que deje de fumar para la progresión de esta enfermedad. Se le deben explicar bien los síntomas característicos de esta enfermedad para que, ante cualquier aumento de alguno de ellos, consulte con su médico para valorar la posibilidad de exacerbaciones', apostilla Mascarós.
