Investigadores del Centro de Biociencia Donald P. Shiley, de la Universidad Estatal de San Diego, han descubierto el secreto para ayudar al sistema inmunitario a combatir la gripe. El nuevo estudio, publicado en PLoS ONE, concluye que EP67, una proteína sintética de gran alcance, es capaz de activar el sistema inmune innato a las dos horas de ser administrada.
Antes de este estudio, EP67 había sido utilizada principalmente como un adyuvante para vacunas, para ayudar a activar la respuesta inmune. Sin embargo, el doctor Joy Phillips, uno de los autores del estudio, y su colaborador, el doctor Sam Sanderson, de la Universidad de Nebraska, vieron su potencial para funcionar por sí misma.
El virus de la gripe evita que el sistema inmunológico lo detecte hasta que comienzan los síntomas, explica Phillips. La principal ventaja de EP67 es que funciona en el propio sistema inmune, sin importar la cepa de la gripe, a diferencia de la vacuna, que tiene que coincidir exactamente con la cepa circulante. Según Phillips, si bien este estudio se centra en la gripe, EP67 tiene el potencial para trabajar en otras enfermedades respiratorias e infecciones micóticas.
En estos momentos, la prueba ha sido realizada principalmente en modelos experimentales infectados por el virus de la gripe. Los sujetos que recibieron una dosis de EP67 en el plazo de 24 horas, tras la infección, no enfermaron. El nivel de enfermedad se midió por la pérdida de peso; por lo general pierden aproximadamente un 20 por ciento de su peso cuando están infectados con la gripe, pero los sujetos tratados con EP67 perdieron un promedio de apenas el seis por ciento. Más importante aún, los que fueron tratados un día después de haber sido infectados, con una dosis letal de la gripe, no murieron.
La investigación futura examinará el efecto de EP67 en la presencia de otros agentes patógenos, y examinará más de cerca cómo funciona EP67 en las diferentes células del organismo.