Las células madre terapéuticas se pueden fabricar sin introducir cambios genéticos que más tarde podrían conducir al cáncer, según ha descubierto un estudio que se publica en Plos Genetics. El hallazgo, realizado por investigadores del Wellcome Trust Sanger Institute, en Reino Unido, es un impulso para los científicos que trabajan en fórmulas para hacer medicinas regenerativas de células iPS (células madre pluripotentes inducidas); un tipo de células madre creadas mediante reprogramación de células sanas del cuerpo.
Según los investigadores, es la primera vez que se rastrean las mutaciones genéticas recogidas por las células iPS a medida que se cultivan en el laboratorio. La idea detrás de la investigación era seguir todo el recorrido que toman las células iPS cuando se utilizan en el tratamiento clínico. El equipo de Sanger Institute, dirigido por los profesores Allan Bradley y Kosuke Yusa, empezó con células de sangre donadas por un hombre de 57 años de edad.
A medida que una persona crece a partir de un embrión a niño, adulto y conforme envejece, las células de su cuerpo generan un mosaico de pequeños cambios genéticos. La mayoría de estas mutaciones no tienen ningún efecto, pero algunas pueden conducir al cáncer, por lo que el equipo de Sanger Institute trazó la historia de los cambios genéticos en las células de la sangre donadas y las células iPS creadas a partir de ellas.
Los resultados revelan que las mutaciones se presentan con diez veces menos frecuencia en las células iPS que lo que lo hacen en las células sanguíneas cultivadas en laboratorio y que ninguna de las mutaciones de las células iPS se encuentra en genes que se sabe que causan cáncer.
Sin trabas para el uso de células iPS en medicina terapéutica
El investigador principal, el doctor Foad Rouhani, subraya: 'Ninguna de las mutaciones que encontramos en las células madre pluripotentes inducidas eran mutaciones que conducen al cáncer o mutaciones en los genes causantes de cáncer. No hemos encontrado nada que impida el uso de células iPS en la medicina terapéutica'.
Además, el equipo empleó las células iPS reprogramadas a partir de células de sangre donadas, para trazar la historia de cada mutación que una célula había desarrollado desde el momento en que era un huevo fertilizado a lo largo de todo el camino hasta el momento en que se sacó del cuerpo. Según estos expertos, se trata de la primera vez que se calculan y comparan las tasas de mutación de ambos tipos de células, las células donantes y las células iPS.
El profesor Allan Bradley añade: 'Hasta ahora la cuestión de si fabricar células iPS y hacerlas crecer en cultivo celular crea mutaciones no se ha analizado en detalle. Si las células humanas pueden realmente reprogramarse a gran escala para su uso en la medicina regenerativa, entonces será crucial entender las mutaciones que llevan las células del donante. Ahora tenemos las herramientas para hacerlo'.
La capacidad de rastrear los cambios genéticos en las células durante toda su vida también podría mejorar la comprensión de los científicos sobre cómo, cuándo y por qué las mutaciones pueden llevar al cáncer. 'Una de las cosas más interesantes es que hemos encontrado una manera de utilizar células iPS como una herramienta para mirar la historia genética de una sola célula. También está el hecho de que antes de utilizar estas células, se necesita caracterizarlas en un alto grado para saber dónde están las mutaciones que se han introducido', señala Kosuke Yusa.
El equipo, en el que también había investigadores de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, y el Instituto Europeo de Bioinformática, encontró además que los cambios genéticos que tienen lugar en las células iPS en el laboratorio podrían ser causados por un mecanismo conocido como estrés oxidativo. Por ello, esperan que este conocimiento le ayude a encontrar maneras de mejorar el proceso de fabricación de las células iPS.