“La publicación de las condiciones particulares de los acuerdos de compra de medicamentos o el precio de adjudicación puede reducir la competencia”, según ha comentado Lourdes Fraguas, secretaria general y directora del Departamento Jurídico de Farmaindustria, durante una jornada con periodistas celebrada recientemente en Chinchón…
“La publicación de las condiciones particulares de los acuerdos de compra de medicamentos o el precio de adjudicación puede reducir la competencia”, según ha comentado Lourdes Fraguas, secretaria general y directora del Departamento Jurídico de Farmaindustria, durante una jornada con periodistas celebrada recientemente en Chinchón (Madrid). Esta experta ha ofrecido las principales claves de la financiación de los medicamentos, los precios y la transparencia, desde la perspectiva de la patronal farmacéutica.
Respecto a la Ley de Transparencia, Lourdes Fraguas ha recordado la Resolución de 26 de septiembre de 2019 del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno respecto a la solicitud de un particular al Ministerio de Sanidad sobre las condiciones de financiación de un medicamento. Según ha indicado, el Ministerio “denegó parcialmente el acceso a la información” al amparo de lo previsto en el artículo 14 de esta normativa, pues afecta “a los intereses económicos y comerciales, al secreto profesional y a la garantía de la confidencialidad en los procesos de toma de decisión. El Ministerio manifiesta que la revelación de datos podrá ser utilizada en contra de la compañía por sus competidores y tendría un impacto grave en la determinación del precio en otros estados miembro de la Unión Europea”.
Según la abogada, “el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno ha reflexionado y ha analizado los motivos que justificaba el Ministerio de Sanidad y, finalmente, ha reconocido que la confidencialidad de esa información favorecía y protegía el interés público del Estado”. Además, el Ministerio de Sanidad, respaldado por el Consejo de Transparencia, alegó que la revelación de datos puede ser utilizada en contra de la compañía por sus competidores y que tendría un impacto grave en la determinación del precio en otros estados miembro de la Unión Europea, incluso perjudicando a los de rentas más bajas. El cambio de orientación del Ministerio, según Lourdes Fraguas, pondría a España en la línea de otros países de nuestro entorno, como Italia o Irlanda.
Información sensible
Igualmente, Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, ha puntualizado que “la transparencia no es un fin en sí mismo, sino un medio”. “Probablemente, el Ministerio ha realizado un análisis meticuloso de la situación, con sus pros y sus contras, y ha tenido en cuenta la información comercial sensible, la experiencia en otros países, así como diversos argumentos jurídicos. La resolución del Consejo es un paso muy importante que está alineado con otros países europeos”.
Según Arnés, “el precio de adquisición de un fármaco en un hospital concreto depende de múltiples variables, y no se puede difundir esa información porque es comercialmente sensible para que la competencia pueda actuar de forma ventajosa como consecuencia de su conocimiento”. El medicamento, según ha añadido, es un producto que también tiene unas reglas de la competencia, de información comercial sensible, una relación entre el comprador y el vendedor, etc.
A continuación, el director general de Farmaindustria ha recordado que los precios de los medicamentos en Europa están intervenidos, los fija el Estado. “No nos oponemos a esto, ni mucho menos, porque los fármacos no son un bien cualquiera como pueden ser los automóviles o los teléfonos, sino que son productos de primera necesidad que tienen un alcance social importante. La cuestión es si ese precio tiene que ser igual en todos los países europeos o debe variar en función de las capacidades de cada país de poder pagar ese medicamento. Lo lógico es fijar el precio en función de la posibilidad de cada estado. No es lo mismo Alemania que Rumanía. Por ello, la industria propone precios diferenciados”.
“Hoy no todos los medicamentos están disponibles en todos los mercados, por diversas circunstancias, y algunas son puramente económicas. Entendemos que lo mejor para el pagador y para el paciente es que haya precios diferenciados y que se produzca una cierta confidencialidad de los precios finales a los que el pagador adquiere esos medicamentos, entendiendo que hay unos precios de nomenclátor que son conocidos y que forman la base de negociación y que, además, suponen una garantía para los países porque, a partir de ahí, no compran más caro”, ha añadido Humberto Arnés.
Normativa relacionada
La responsable del Departamento Jurídico de Farmaindustria ha basado su exposición en diversas normativas relacionadas. Según ha indicado Lourdes Fraguas, la intervención del Estado en los precios de los medicamentos financiados por el Sistema Nacional de Salud es un medio de garantizar el interés público de acceso de los ciudadanos a los medicamentos, según el Art. 43 de la Constitución. 'La intervención pública en los precios de los medicamentos no puede afectar al núcleo esencial de la libertad de empresa, y especialmente a los secretos empresariales. El sistema de intervención pública en España necesita llegar a un equilibrio y garantizar la confidencialidad de muchos datos incorporados a los expedientes de estos procedimientos”.
Respecto a la legislación española, Lourdes Fraguas se ha referido al texto refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios: “A los efectos de la fijación de precios, los laboratorios farmacéuticos deberán facilitar al Ministerio de Sanidad toda la información sobre los aspectos técnicos, económicos y financieros. El Ministerio podrá efectuar comprobaciones sobre la información facilitada”. Además, ha recalcado que, según la misma Ley del Medicamento, “será confidencial” la información que obtenga la Administración General del Estado, incluido el proceso de la negociación y el acuerdo final.
La oportunidad de la investigación clínica
En el XVI Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación también intervino Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, quien ha hablado de la colaboración con el SNS en investigación clínica. Según su exposición, hay diversas áreas de mejora de España como país de destino de inversiones en este ámbito. “Los requisitos cada vez son más exigentes en la investigación clínica de vanguardia, y son mayores los desafíos a los que se hace frente para mantener y mejorar la competitividad de España para acoger la realización de ensayos. Los beneficios derivados de la investigación son un atractivo que genera una fuerte competencia global; debe ser constante la búsqueda de la excelencia en cada uno de los ámbitos de los ensayos clínicos”.
En esta área, la función de Farmaindustria es “trabajar con los centros en establecer los criterios de excelencia para la selección de los mejores hospitales”:
- Buenas prácticas en la gestión del talento investigador.
- Buenas prácticas de farmacia hospitalaria.
- Innovación en ensayos.
- Atracción de fases tempranas.
- Digitalización de los procesos.
- Posibilidades de mejora en reclutamiento de pacientes y en gestión de contratos con los hospitales.
- Equipos humanos altamente cualificados, dotados de recursos profesionalizados y con un alto grado de motivación.
- Gerencias comprometidas en facilitar las condiciones favorables para la investigación clínica.
- Fomentar la realización de nuevos diseños de ensayos clínicos para optimizar los tiempos de desarrollo clínico.
- Diseñar métricas cuantitativas y cualitativas con el objetivo de identificar áreas de mejora y ganar en competitividad.
- Fiabilidad en el cumplimiento de compromisos acordados, y especialmente en el reclutamiento de pacientes.
- Anticipación a retos tecnológicos y digitales.