Expertos asistentes a las Jornadas de la Cátedra UPF-SEMG-Grünenthal de Medicina de Familia y Economía de la Salud ponen de manifiesto que en gestión sanitaria importa más la implicación profesional que la forma organizativa elegida
7 de febrero 2012. 3:29 pm
"Las mejores organizaciones son aquellas que, en entornos que no garanticen la inmortalidad, consiguen unos rendimientos superiores al resto y en economía de la salud se comprueba que más que la propia forma organizativa importa la competencia: una competencia no de mercado sino por comparación,…
'Las mejores organizaciones son aquellas que, en entornos que no garanticen la inmortalidad, consiguen unos rendimientos superiores al resto y en economía de la salud se comprueba que más que la propia forma organizativa importa la competencia: una competencia no de mercado sino por comparación, vigilando el mantenimiento de la calidad' y si se quiere asegurar la del Sistema Nacional de Salud será necesaria 'una reencarnación de la Atención Primaria que permita potenciar sus características intrínsecas: influir en los estilos de vida, tener una visión global del paciente, aumentar el valor predictivo positivo del segundo nivel, coordinar e integrar la atención, manejar los ajustes presupuestarios y también posibilitar la sostenibilidad y la deseabilidad de la componente sanitaria del estado del bienestar'. Así lo ha manifestado el economista Vicente Ortún en las Jornadas de la Cátedra UPF-SEMG-Grünenthal de Medicina de Familia y Economía de la Salud que dirige y que se han llevado a cabo en Barcelona, en colaboración con el Centro de Investigación en Economía y Salud (CRES).
Según anunciaban desde la propia organización de este encuentro, la innovación organizativa en Atención Primaria es posible también en tiempos de crisis. Y a ponerlo de manifiesto, desde diferentes perspectivas pero bajo esa premisa común de una primaria más fuerte, se dedicaron los ponentes, que coincidieron con lo que ya al inicio exponía el actual presidente de la Asociación Internacional de Economía de la Salud, Guillem López Casasnovas, recordando que cuando el escenario macroeconómico es malo y la efectividad en la práctica clínica baja se impone la necesidad de priorizar, y en este marco ello supone descentralizar, dotar de mayor responsabilidad al proveedor e involucrar al profesional, porque es el médico el mejor posicionado para visualizar consumos poco efectivos. Y, como señalaba también el director de la Cátedra, 'las evaluaciones existentes muestran profesionales más satisfechos, siendo la implicación profesional más importante que la forma organizativa elegida'.
Así, está claro que la Atención Primaria debe conseguir aumentar su capacidad resolutiva, con financiación capitativa, mayor autonomía y competencia por comparación que vengan acompañadas de políticas de fomento del primer nivel asistencial... pero lo que también quedó como irrefutable en las Jornadas es que todo ello no será viable sin que los médicos generales y de familia consigan un mayor protagonismo en el grado universitario, que permita revertir la situación de la Medicina de Familia y Comunitaria y dotarla del prestigio que tenía antaño, no solo como especialidad médica interesante, sino también como profesión de futuro real.