La radiación registrada tras el accidente que se produjo en marzo del año pasado en la central nuclear de Fukushima-1, en el este de Japón, no alcanzó niveles cancerígenos en la mayor parte del territorio nacional, mientras que en los países vecinos se registraron niveles similares a los provocados por la radiactividad natural, según ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe preliminar elaborado por expertos independientes dice que, calculando por lo bajo, las personas que viven en las dos zonas de la prefectura de Fukushima donde la exposición a la radiación era relativamente alta podrían haber recibido una dosis de entre 10 y 50 milisieverts durante el año posterior al accidente, provocado por un terremoto y un tsunami.
En el resto del territorio de Fukushima, se estima que, de media, los habitantes recibieron una dosis efectiva de entre 1 y 10 milisieverts, mientras que en la mayor parte del resto de Japón recibieron entre 0,1 y 1 milisievert. En el extranjero, las dosis no alcanzaron los 0,01 milisieverts y generalmente fueron muy inferiores a esa cifra.
Las personas expuestas a radiación suelen tener más probabilidades de desarrollar un cáncer si han recibido más de 100 milisieverts, según la OMS. Se puede sufrir un síndrome de radicación aguda a partir de 1 sievert (1.000 milisieverts).
El informe indica que 'la dosis anual media en el mundo por la radiactividad natural es de unos 2,4 milisieverts y suele situarse en una franja de entre 1 y 10 milisieverts en varias regiones del mundo'.
El estudio no incluye estimaciones de las dosis recibidas por la población en un perímetro de 20 kilómetros desde la planta atómica 'porque la mayoría de las personas' que vivían allí 'fueron evacuadas rápidamente'.
Para hacer una estimación precisa para estas personas, que podrían haber recibido radiación antes de la evacuación, se necesitarían datos más concretos que los disponibles, explica el documento.
Los expertos tampoco han tratado de establecer los riesgos para la salud de los trabajadores de los equipos de emergencias que han trabajado en la zona donde se produjo el accidente porque esa información estará contenida en otro informe de la OMS que se presentará el próximamente.
Ese estudio también evaluará el incremento que podría producirse a largo plazo en el número de casos de cáncer, incluido el cáncer de tiroides.