Gracias a las operaciones de mínima invasión como es la estereotaxia, una nueva alternativa terapéutica que se utiliza para tratar enfermedades crónicas como es el caso del Parkinson, enfermedad producida por la degeneración del sistema nervioso por una escasez en la producción de dopamina, no tiene causa aparente, sin embargo se relaciona con antecedentes genéticos.
Esta neurocirugía puede reducir o eliminar síntomas como temblores en manos, brazos, mandíbula o cara, rigidez en brazos, piernas y tronco, la lentitud de movimientos, la inestabilidad postural y coordinación.
El doctor Javier Ceballos Medina, especialista en neurocirugía funcional y estereotaxia del HRAEI, informó que dicha cirugía fue realizada en diciembre pasado a un paciente con 50 años de edad cono Parkinson que fue diagnosticado hace 5 años.
El paciente comenzó con temblor y rigidez en sus extremidades de lado izquierdo y posteriormente afectó su lado derecho lo que imposibilitó su vida cotidiana, pues ya no podía valerse por sí mismo.
El doctor Ceballos Medina indicó que el paciente no tenía ninguna otra enfermedad crónico como diabetes o hipertensión, padecimientos que pueden ser perjudiciales para la operación.
La operación fue realizada por un grupo multidisciplinario encabezado por el doctor Javier Ceballos Medina, el procedimiento comienza con la fijación de un aro de estereotaxia, instrumento que a través de un estudio de tomografía y permite ubicar las coordenadas específicas para efectuar la lesión cerebral que eliminará los síntomas.
El médico mencionó que la diminución del temblor y la rigidez, por eso se hace con una anestesia local que permita hacer una incisión en el cerebro de unos cuantos centímetros para abrir las membranas que mueven el cerebro y se introduce un electrodo en la ubicación, en ese momento comienza a trabajar la radiofrecuencia, una aplicación denominada termocoagulación.
En este caso, la cirugía fue exitosa al lograr que desapareciera el temblor, la rigidez y mejoró su estabilidad postural del lado derecho. Sin embargo, al ser una enfermedad crónica, existe el riego de que los síntomas vuelvan a aparecer.
El especialista subrayó que antes de que una persona se someta a este tipo de procedimientos debe ser evaluada de manera cuidadosa, ya que pueden presentarse complicaciones posteriores a la cirugía como pérdida del habla, movilidad, trastornos de la visión y adormecimiento de extremidades.