Redefinir las incompatibilidades y el lugar de colegiación, principales conflictos del anteproyecto de Ley de Servicios y Colegios Profesionales

Los profesionales tendrían que registrarse en el colegio correspondiente al lugar donde ejerzan, y no en cualquier parte, como actualmente establece el anteproyecto de la Ley de Servicios y Colegios Profesionales. Esta es una de las principales pegas que los representantes de los principales consejos de colegios profesionales ven al texto en el que se juegan su futuro. Con el objetivo de profundizar en los pros y en los contras del mismo, el XX Congreso de Derecho Sanitario dedicaba una sus últimas mesas a debatir este aspecto.

'Se busca una competencia entre unos colegios y otros, y sí que puede haber un margen, pero hay que tener en cuenta que los colegios pequeños tienen unos costes relativos mayores a los de los colegios grandes', aportaba  Manuel Alfonso Villa, presidente del Consejo General de Odontólogos y Estomatólogos, recordando que es muy difícil regular si uno no conoce realmente los colegiados que ejercen en su propio territorio. Daba las claves de esta cuestión Concepción Jiménez, abogada y profesora de derecho administrativo, explicando que si 'quien ha protagonizado la realización es el Ministerio de Economía, en vez del de Administraciones públicas, eso determina ya el sesgo de este texto'. Aportaba además, que el carácter especialmente centralista del anteproyecto podía suponer que las Comunidades Autónomas impugnen el mismo si no se hacen modificaciones.

Otra de las cuestiones más comentadas es la necesidad de redefinir las incompatibilidades. Sobre este régimen, Carmen Peña, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, explicaba que si bien se muestran a favor de que exista un apartado para este tema, 'hay que demostrar que realmente, en esas incompatibilidades, existe un conflicto de intereses'. Máximo González, jurado, homólogo de Peña en el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería, insistía en que estas incompatibilidades son necesarias, y en que se mostraba de acuerdo 'incluso en incluir más de las que aquí aparecen'. No obstante, Alfonso Villa pedía que 'si se va a adoptar este nivel de radicalidad, que exista para todo', alegando que en los colegios existen muchas prácticas posiblemente incompatibles, que no se contemplan, y que supone una discriminación para aquellas que sí aparecen recogidas.

A favor pero con peros

Carmen Peña matizaba otro de los puntos de acuerdo entre los expertos, 'la colegiación debe ser universal para todos los colegios profesionales sin discriminar entre sanitarios y no sanitarios, y así lo defenderemos hasta la aprobación de la ley', y es que la ley distinguiría  entre profesiones con colegiación obligatoria y con colegiación voluntaria.

Más concretamente era Máximo González Jurado quien más críticas realizaba a este texto, aunque sin embargo declaraba que 'hacemos una valoración muy positiva del anteproyecto'. Entre otros aspectos destacaba como puntos negros del mismo el hecho de no diferenciar claramente los tres poderes, legislativo, ejecutivo y jurídico; la necesidad de definir mejor la diferencia entre ámbito público y privado; el mantenimiento de la competencia profesional;  la diferenciación entre servicios y funciones profesionales; pero sobre todo el mantenimiento de esa tutela de los colegios por parte de las Administraciones Públicas, dejando claro que no aceptarán 'el intervencionismo bajo ningún concepto'.