La
detección temprana de enfermedades infecciosas es fundamental para reducir la transmisión y facilitar la intervención temprana. Tradicionalmente, la detección se ha limitado a la aparición de síntomas cuando las alteraciones fisiológicas requieren atención médica, y cuando ya se ha producido la transmisión de la enfermedad.
Investigadores de un
estudio prospectivo que se acaba de publicar en
Nature han creado un
sistema de alerta para relojes inteligentes que monitoriza señales fisiológicas alteradas para la
detección precoz (80% de eficacia) por SARS-CoV2, incluido
hasta tres días antes del inicio de los síntomas.
Reloj de riesgo COVID
En una cohorte de
3.318 participantes, de los cuales
84 estaban infectados de COVID-19, este sistema generó a
lertas de infección presintomática y asintomática en 67 (80%) de los individuos infectados. Las señales presintomáticas se observaron, de media, tres días antes de la aparición de los síntomas.
El examen de las respuestas detalladas proporcionadas por los participantes reveló que
otras infecciones respiratorias (adenovirus/influenza) podrían desencadenar alertas, aunque con una frecuencia menor. También desencadenaron alertas el estrés, el ejercicio intenso, el consumo de alcohol, viajes y otras actividades.
Reloj detecta COVID
Los autores del estudio concluyen que el análisis de las señales de los relojes inteligentes mediante un algoritmo de detección en línea proporciona una
advertencia anticipada para la infección por SARS-CoV-2 en un alto porcentaje de casos.
Estudios recientes han demostrado que los dispositivos portátiles pueden usarse para identificar signos tempranos de enfermedades infecciosas como la
enfermedad de Lyme. Esta es una infección bacteriana que se contrae por la picadura de una garrapata infectada. Estos estudios se centran principalmente en la detección temprana de los síntomas y, en el caso de la detección presintomática, se realizaron de forma
retrospectiva.
La diferencia en relación a este estudio es que los autores examinan la capacidad de detectar de manera
prospectiva infecciones virales respiratorias. Un enfoque de detección temprana que utiliza un sistema de monitoreo y alerta como el propuesto
puede permitir el autoaislamiento temprano, el tratamiento y la asignación de recursos de atención médica. En definitiva, proporcionar una potencial herramienta para
contener futuras pandemias.
Reloj de vacunación COVID
Los autores sugieren que la presencia de síntomas asociados con la vacunación, en particular la segunda dosis, y los
efectos de la vacunación se detectan fácilmente con un reloj inteligente. Esto quiere decir los datos obtenidos brindan la oportunidad de
investigar las respuestas fisiológicas a la vacunación.
Los autores aseguran que en general los efectos secundarios localizados como dolores y erupciones después de la vacunación son leves.
Algunos participantes informaron efectos secundarios sistémicos de moderados a graves, como fatiga y dolor de cabeza.
Para la
primera dosis, la
frecuencia cardiaca máxima durante la noche ocurrió la noche de la vacunación en el caso de la
vacuna de Pfizer (no evidente en la de Moderna). Para la
segunda dosis ocurrió la primera o segunda noche después de la vacunación con Moderna y Pfizer (46% en Moderna y 4% en Pfizer).
Limitaciones de los relojes inteligentes
La COVID-19 no se detecta en todos los casos. Hay un 20% de casos en los que no se detectó. Los autores sugieren que la
inclusión de otros tipos de datos podrían mejorar el rendimiento de detección. Por ejemplo, la variabilidad de la frecuencia cardiaca o respiratoria. También la temperatura de la piel, los cambios de la saturación de oxígeno, la respuesta al estrés u otras características fisiológicas
También es probable que la
falta de datos (los participantes no usaron los relojes todo el tiempo) influya en la no detección. Los autores esperan que el trabajo proporcione
información útil sobre la mejora de los relojes inteligentes para el seguimiento de la salud.