Algunas personas con diabetes pueden mejorar los niveles de glucosa hasta el rango normal, ya sea de manera espontánea o después de una intervención médica. En algunos casos incluso puede persistir después de suspender la farmacoterapia hipoglucemiante.
Varios expertos apuntan en este
estudio publicado en
‘The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism’ que tal mejora sostenida puede estar ocurriendo ahora con más frecuencia debido a
formas más nuevas de tratamiento. Sin embargo, la terminología para describir este proceso y las medidas objetivas para definirlo no están bien establecidas. Falta comprensión de los riesgos a largo plazo versus los beneficios de su consecución.
Remisión diabetes tipo 2
Para actualizar las discusiones anteriores sobre este tema, la
American Diabetes Association convocó a un grupo internacional de expertos para
proponer la nomenclatura y los principios para la recopilación y el análisis de datos. El objetivo es establecer una base de información para respaldar la orientación clínica futura.
Este grupo propuso
“remisión” como el término descriptivo más apropiado. También estableció como
criterio de diagnóstico habitual de la
prueba de hemoglobina glicosilada (HbA1c) <6,5% (48 mmol / mol) medida al menos 3 meses después del cese de la farmacoterapia hipoglucemiante.
Las pruebas posteriores para determinar el mantenimiento a largo plazo de una remisión deben realizarse al menos una vez al año a partir de entonces. Deben realizarse junto con las pruebas habitualmente recomendadas para las posibles complicaciones de la diabetes.
El grupo también hizo sugerencias para la
observación activa de las personas que experimentan una remisión y discutió más preguntas y necesidades no satisfechas con respecto a los
predictores y los resultados de la remisión.
Cómo remitir la diabetes
Cuando se documenta una remisión después del uso temporal de hipoglucemiantes, los efectos directos de la farmacoterapia no persisten. Por el contrario, cuando un cambio persistente de estilo de vida conduce a la remisión, el
cambio en la ingesta de alimentos, la actividad física y el manejo del estrés y los factores ambientales pueden alterar favorablemente la secreción y la acción de la insulina durante largos períodos de tiempo. En este contexto,
las remisiones a largo plazo son posibles, pero no están aseguradas.
Los efectos de la
cirugía metabólica son más profundos y generalmente más sostenidos. Los cambios del tracto gastrointestinal conducen a un nuevo medio hormonal. Esto incluye, entre otros cambios, concentraciones de GLP-1 en sangre varias veces superiores después de comer. A través de la interacción con áreas relevantes del cerebro pueden reducir el apetito y la ingesta de alimentos y, además, alterar el metabolismo periférico.
El restablecimiento de la homeostasis de la glucosa mediante estos mecanismos suele ser más duradero.
Los autores concluyen que se necesitan investigaciones basadas en la terminología y las definiciones descritas en su estudio para
determinar la frecuencia, la duración y los efectos sobre los resultados médicos a corto y largo plazo de las remisiones de la diabetes tipo 2 utilizando las intervenciones disponibles.