El Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) 2013, celebrado en la capital holandesa, ha traído entre otras novedades, la presentación de las cuatro nuevas guías clínicas de este año. Entre ellas destaca la nueva guía sobre hipertensión arterial, que busca redefinir el enfoque para el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión, actualizando tanto las definiciones sobre la enfermedad como las recomendaciones sobre cómo se trata con un nuevo énfasis en la selección de medicamentos.
No es la única novedad en cuanto a guías clínicas de la ESC, se ha hablado también de la nueva guía sobre enfermedad coronaria estable, en la que se da más protagonismo a las técnicas de imagen en el diagnóstico; las nuevas recomendaciones en diabetes, donde se ha introducido la hemoglobina glucosilada para el diagnóstico; y por último, la guía para la estimulación cardiaca, en la que el grupo de trabajo ha creado un nuevo sistema de clasificación para bradiarritmias. Todas ellas además, tienen su propia aplicación móvil para que el médico tenga un fácil acceso a las mismas.
Un mejor manejo de la hipertensión también en España
La hipertensión ocasiona 7,5 millones de muertes a nivel mundial, y en 2008 casi 1.000 millones de personas tenían descontrolada la presión sanguínea. Esa es una de las respuestas a la pregunta de '¿Por qué tienen que mejorar urgentemente los objetivos de hipertensión?', simposio organizado por Daiichi Sankyo y el grupo Menarini, dentro de este Congreso. En el mismo intervenía Josep Redón, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico de Valencia y presidente saliente de la Sociedad Europea de Hipertensión Arterial. El aspecto más destacado de este encuentro, según el experto, es el hecho de que vaya a simplificarse la guía europea de hipertensión arterial, ya que 'simplificar mensajes, simplifica tratamientos, y mejora la adherencia'. Según Redón, uno de los problemas actuales es que existen muchas guías con diferentes objetivos, 'y eso siempre marea, por lo que cuanto más simple sea el mensaje, mejores resultados se pueden obtener'.
Igualmente, en este encuentro se valoraba que los deficientes índices de control de la hipertensión en Europa son uno de los factores que más contribuyen a las principales causas de muerte, el infarto y el ictus. En España, el experto resumía que se funciona bien en cuanto a detección y diagnóstico, que calcula en alrededor del 80 por ciento de los enfermos, señalando que el problema está en la adherencia. Para mejorar la misma, Josep Redón proponía en primer lugar 'un esfuerzo por parte de las autoridades sanitarias', pero también que tanto médicos como pacientes asuman que aunque no existen síntomas, sí existe un riesgo real para el paciente. Es por tanto un problema que requiere la atención de todos.
Precisamente en este encuentro el profesor Jean-Jacques Mourad, del Avicenne University Hospital de Bobigny, Francia, presentaba el llamado 'Objetivo 2015', que se han marcado tanto la sociedad francesa de hipertensión, como la italiana. Se trata de conseguir que para este año el 70 por ciento de los pacientes hipertensos estén controlados. Preguntado sobre si es viable conseguir este objetivo en España, Redón lo ve posible, ya que actualmente la adherencia es cercana al 50 por ciento.
Por último, el problema está en que sean accesibles los mejores tratamientos. En este sentido destacan las combinaciones a dosis fijas de antidepresivos que mejoran la adherencia al tratamiento, y por tanto, el control de la presión arterial. Así, el uso de las combinaciones a dosis fijas de medicamentos antihipertensivos están específicamente recomendadas en las nuevas guías europeas. 'Las combinaciones de fármacos es otro de los temas complicados, ya que en España las combinaciones no tienen una financiación especial con punto negro. Es un tema que la Sociedad Española de Hipertensión ya ha hablado con el Ministerio de Sanidad, para tratar de implementarlo'. Redón también apuntaba sobre este tema que 'con la entrada de genéricos tenemos un problema adicional, porque aunque es verdad que los genéricos están entrando en las combinaciones, no están tan extendidas como deberían para cubrir a un importante porcentaje de pacientes suceptibles de usar estas combinaciones'.