El Ministerio de Sanidad ha respaldado la presentación del ‘Modelo de Simulación de Médicos Especialistas en España 2021-2035’, realizado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Una de las principales conclusiones de este informe ha sido que el Sistema Nacional de Salud (SNS)…
El Ministerio de Sanidad ha respaldado la presentación del ‘Modelo de Simulación de Médicos Especialistas en España 2021-2035’, realizado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Una de las principales conclusiones de este informe ha sido que el Sistema Nacional de Salud (SNS) necesitará en 2035 una planificación de los recursos humanos (RR. HH.) orientada a la atención de las personas con patologías crónicas y a los pacientes pluripatológicos complejos. En consecuencia, las especialidades “esenciales”, según el informe, serán Medicina de Familia y Medicina Interna.
Los autores de este trabajo han calculado que en los próximos 15 años la población española aumentará un 2 por ciento, por lo que España tendrá en 2035 más de 48 millones de habitantes, con un alto porcentaje de población envejecida.
Carolina Darias, ministra de Sanidad, así como su antecesor en el cargo, Salvador Illa, han agradecido de forma reiterada su labor a los profesionales sanitarios durante toda la crisis sanitaria causada por la COVID-19. “La pandemia nos ha dejado múltiples aprendizajes y retos. El personal del SNS ha sido ejemplo de resiliencia y abordaje de esta compleja situación”, ha dicho Darias.
Ahora los médicos, a través de los colegios profesionales, las sociedades científicas o los sindicatos, han reclamado pasar de los aplausos a los hechos. Por su parte, tanto los responsables del Ministerio de Sanidad como de las comunidades autónomas han coincidido al reconocer la necesaria reorganización del SNS, especialmente en Atención Primaria. Por el momento, se ha publicado el ‘Plan Estratégico de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023’, presentado en diciembre de 2021 por el Ministerio de Sanidad; sin embargo, los cambios todavía no se han producido.
Decisiones a corto y medio plazo
En opinión de la ministra Darias, el estudio de la Universidad de Las Palmas “es un diagnóstico que va a resultar fundamental y vital para la toma de decisiones a corto y medio plazo”. Cabe destacar que previamente ya se han publicado informes similares respecto a la oferta y la necesidad de médicos especialistas en España, en concreto, para 2028.
Patricia Barber y Beatriz González han dirigido el estudio de la Universidad de Las Palmas, con el objetivo de “poder tomar algunas decisiones a corto, medio y largo plazo para adecuar la oferta a las necesidades presentes y futuras de España”. Estos requisitos se abordarán en la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Interterritorial, con la idea de adecuar y “seguir incrementando la oferta en las convocatorias anuales de la Formación Sanitaria Especializada”, según han dicho en el informe.
Los datos de los RR. HH. en España
A fecha de junio de 2021, España contaba con 136.344 médicos activos en el SNS. El 31 por ciento de los facultativos (42.114) trabajaba en Atención Primaria, y el 59,5 por ciento (81.112), en Hospitalaria. El 9,5 por ciento restante (13.118) prestaba sus servicios en otras especialidades o servicios, y, dentro de este grupo, el 80 por ciento trabajaba en Urgencias y Emergencias, tanto en hospitales como en centros de Atención Primaria.
Entre 2018 y 2021, el número de médicos en el SNS se redujo un 1,77 por ciento, según el informe, si bien el descenso en Primaria fue del 2,14 por ciento, y en Hospitalaria se produjo un incremento cercano al 6 por ciento.
Más edad y cada vez más mujeres
Las mujeres han pasado de ocupar un 45 por ciento de los puestos médicos en 2007 a un 61 por ciento en 2021. En cuanto a la edad, el colectivo médico cada vez tiene una media más alta. Así, los mayores de 60 años han pasado del 9,7 por ciento en 2007 a un 21 por ciento en la actualidad. El 94 por ciento de los facultativos que trabajan en el sistema público están contratados a tiempo completo.
Los autores del informe han apuntado también que el número total de trabajadores activos en España asciende a 192.484, con una ratio de 406,13 por 100.000 habitantes en 2021. El empleo privado estaría en torno al 30 por ciento, con un incremento desde 2018 del 7 por ciento, que contrasta con la reducción del 1,7 por ciento ya mencionado en el sistema público.
Perfiles más demandados en España
Los médicos consultados por la Universidad de Las Palmas han indicado en una encuesta que las especialidades con más déficit de facultativos son Medicina de Familia y Comunitaria (83,6 por ciento), Anestesiología y Reanimación (76,3 por ciento), Geriatría (75 por ciento), Psiquiatría (67,3 por ciento) y Radiodiagnóstico (63 por ciento).
Por su lado, la compañía Adecco, especializada en consultoría de RR. HH., ha publicado el informe ‘Perfiles más demandados en España’, en el que ha apuntado que los profesionales más requeridos son aquellos especializados en tecnologías de la información dentro de los ámbitos de la Sanidad, la industria y la construcción. En concreto, el 52,9 por ciento de los directores de Recursos Humanos ha indicado que tiene problemas para reclutar talento en estos sectores. Por otro lado, la pandemia ha provocado el aumento de la búsqueda de profesionales sanitarios, tanto médicos como enfermeras, auxiliares y técnicos de laboratorio.
Algunas de las explicaciones generales que ha ofrecido este informe se refieren a la falta de cualificación específica, sobre todo en los perfiles tecnológicos o los que exigen el dominio de idiomas. Además, el dosier ha apuntado la existencia de salarios “poco competitivos” en algunas autonomías, así como la falta de relevo generacional.
Los parches de la Administración
Con el objetivo de paliar esta falta de mano de obra especializada, los responsables de las Administraciones Públicas han echado mano de la imaginación, que, en muchos casos, ha provocado la indignación de los profesionales sanitarios. En concreto, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha mostrado su “más rotunda oposición” a la contratación de médicos sin especialidad, ya sean españoles, comunitarios o extracomunitarios.
En concreto, esta sociedad científica se ha referido al modelo de contratación amparado en el Real Decreto-Ley 29/2020 de medidas urgentes en materia de teletrabajo en las Administraciones Públicas y de Recursos Humanos en el Sistema Nacional de Salud. En un comunicado, semFYC ha denunciado la posibilidad de que se abra “un resquicio legal para la contratación de profesionales sanitarios que ejerzan en el SNS sin contar con los requisitos formativos necesarios que garantizan la seguridad asistencial de los ciudadanos”.
“Hemos denunciado de forma reiterada los riesgos que entraña una pésima gestión y planificación de los RR. HH. en el sistema sanitario público, especialmente en Atención Primaria. Las malas condiciones laborales y la precariedad que existe desde hace tiempo en este nivel asistencial han contribuido a acrecentar la fuga de batas blancas, que eligen la Sanidad privada o salir de España para ejercer la profesión”, ha lamentado semFYC.
Los médicos de familia han pedido a los gestores y políticos que tomen “las medidas oportunas” para evitar la incorporación de estos trabajadores sin especialización. Entre otras propuestas, han apuntado que se ofrezcan mejores condiciones laborales y profesionales. También han pedido a los gestores que “destierren la idea de que existe un nivel asistencial de primera con especialistas, y un nivel asistencial de segunda sin especialistas”.
Por tanto, semFYC ha solicitado al Ministerio de Sanidad que “articule las medidas pertinentes para impedir este tipo de contrataciones” y ponga en marcha la “reformulación inmediata y con carácter de urgencia del Real Decreto-ley 29/2020”. “Siempre hemos defendido la excelencia formativa de nuestros médicos, especialmente los jóvenes médicos de familia. El anuncio de contratación de facultativos extracomunitarios sin especialidad menoscaba la confianza de la ciudadanía, del conjunto de los MIR, de los jóvenes médicos de familia y de los especialistas que trabajan en Atención Primaria”. Está en juego la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, según semFYC, porque esta opción “nunca se haría con otras especialidades”.
Consultas saturadas por la burocratización
Otro de los problemas que han acuciado a las consultas de Atención Primaria en los últimos años, y que se ha agravado durante la pandemia, ha sido el aumento de la burocracia. El Foro de Médicos de Atención Primaria ha denunciado esta “saturación” por la tramitación de las incapacidades temporales de pacientes con COVID-19 leve o asintomático que no precisan asistencia directa y que “ha colapsado aún más los centros de salud”.
Los facultativos han pedido soluciones al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), porque “la necesidad de contactar y acudir al centro de salud bloquea la capacidad de asistencia sanitaria a los pacientes con COVID-19 moderada o grave, así como al resto de pacientes con patologías agudas y crónicas”.
El Foro también se ha referido al ‘Plan Estratégico de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023’, del Ministerio de Sanidad, que “carece de memoria económica y de aumento de inversiones en Atención Primaria”. “No se conseguirá una Atención Primaria fuerte si no está dotada de los recursos humanos y económicos suficientes para poder acometer de forma digna y eficaz la asistencia global y de calidad a los ciudadanos”.
Otra de las críticas que hace el Foro respecto al Plan del Ministerio se refiere a la Pediatría. “Desde que esta especialidad se incluyó en Primaria, en 1984, los pediatras supervisan la crianza de recién nacidos, niños y adolescentes en los más de 13.000 centros de salud y consultorios del SNS. En concreto, en España los pediatras atienden a más de 6,3 millones de menores de 14 años. La ausencia de propuestas por parte del Gobierno denota su falta de interés, y podría aumentar el deterioro en los indicadores de salud de la población infanto-juvenil”.
Sin barreras administrativas a la prescripción
José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), aparte de solicitar una mayor inversión en Atención Primaria, ha reclamado que el médico de familia tenga acceso a las pruebas diagnósticas y no existan barreras administrativas a la prescripción. De esta forma, “la capacidad de resolución del médico de familia aumenta y es coste-efectiva”, ha dicho.
Por su parte, María Fernández, presidenta de semFYC, ha mostrado su preocupación por “el rechazo social y las críticas contra unos profesionales de Primaria que suman altas cotas de estrés laboral y ven invisibilizada la contención soportada durante dos años de pandemia”.
En la misma línea, Antonio Fernández-Pro Ledesma, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), ha criticado la falta de “medidas efectivas que pongan fin a la situación de colapso permanente y la precariedad en la que desempeñan su labor los profesionales del primer nivel asistencial”. “Hemos pasado por una, dos, tres y hasta seis olas, y en cada una de ellas las condiciones se han visto agravadas enormemente, sobre todo en esta última en la que la gran carga de trabajo de burocracia ha restado un valioso tiempo a la labor asistencial de los pacientes”, ha lamentado.
Menos temporalidad y precariedad de los médicos
También ha aportado ideas para mejorar el sistema sanitario público Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), que ha pedido la inversión del 7 por ciento del producto interior bruto (PIB) en la Sanidad. Igualmente, ha solicitado el refuerzo de la Atención Primaria y la red de Salud Pública, así como “eliminar la temporalidad y la precariedad de los facultativos, y promover la formación”. Entre las reformas apuntadas por Cobo también se encuentra incluir a los profesionales en la elaboración y redacción de leyes que afectan a la profesión y a la práctica asistencial.
El presidente de la OMC, Tomás Cobo ha considerado “urgente reconstruir un modelo que está en peligro”. “Las reformas deben pasar de forma obligatoria por combatir la precariedad de los médicos y trazar políticas de RR. HH. valientes en el SNS”.
“Es imprescindible abordar grandes problemas como la precariedad laboral, que alcanza a casi el 50 por ciento de los compañeros en nuestro país, y que genera una incertidumbre y una inestabilidad trágica a nivel personal. La precariedad supone un desgaste para los profesionales y los sistemas sanitarios, pero también puede alterar la relación médico-paciente”.
En este sentido, ya se han conocido algunos datos respecto a la valoración de la calidad de la asistencia médica por parte de los ciudadanos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado una encuesta realizada a 981 españoles durante 2021, en la que ha revelado que el 44 por ciento de las personas que ha precisado asistencia en Atención Primaria no la ha recibido de manera adecuada. Las puntuaciones han sido más bajas en el caso de los pacientes con enfermedades crónicas.
El informe de la OCU ha destacado que la pandemia ha afectado a la Atención Primaria en dos aspectos fundamentales. Los pacientes se han quejado “por los largos tiempos de espera y por las dificultades para recibir una atención presencial”. Cuatro de cada seis consultas han sido telefónicas, y después de esperar varios días.
El 28 por ciento de los encuestados ha comentado que todos estos inconvenientes han tenido un gran impacto sobre su salud, hasta el punto de terminar hospitalizados o con riesgo de muerte. El 51 por ciento de las personas consultadas están menos satisfechas con su centro de salud que antes de la pandemia. A pesar de todo, el 48 por ciento confía mucho en el sistema sanitario público a la hora de garantizar una atención de calidad y accesible a la población, especialmente los mayores de 60 años.
La encuesta de la OCU ha revelado diferencias por comunidades autónomas. El grado de confianza es más alto entre los usuarios del País Vasco (7,4 sobre 10). Les siguen los de Castilla y León (6,8), Castila-La Mancha (6,8), Cataluña (6,8), Andalucía (6,6), Valencia (6,4) y Madrid (6,3).
La jubilación de los médicos
En el ámbito de los recursos humanos, la jubilación de los médicos también es una cuestión que está sobre la mesa de negociaciones. Según el informe ‘Repercusiones de la COVID-19 sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos de España’, editado por la Organización Médica Colegial (OMC), cerca del 33 por ciento de los médicos se jubilaría si tuviera la posibilidad.
Este documento también ha revelado un alto porcentaje de problemas emocionales entre los médicos. Aproximadamente, un 50 por ciento de los facultativos encuestados ha asegurado que siente el síndrome del trabajador quemado. “La salud mental es una cuestión muy preocupante en los médicos más jóvenes, que han mostrado una alta prevalencia de ansiedad, depresión y alteraciones del sueño”, ha dicho Tomás Cobo.
Anticipada y flexible
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), por su parte, ha reclamado cierta flexibilidad en la jubilación de los facultativos. “Algunos profesionales no están perfectamente capacitados para trabajar antes de cumplir los 65 años y deberían poder pedir la jubilación anticipada. Del mismo modo, otros médicos podrían solicitar una prolongación de su edad laboral hasta los 70 años”, ha señalado Tomás Toranzo, presidente de CESM.
Esta flexibilidad, según ha dicho Toranzo, también favorecería la distribución de recursos humanos frente al “roto que se puede producir en los próximos años en el sistema sanitario por la avalancha de jubilaciones”.
En concreto, CESM ha reclamado la posibilidad de pedir una jubilación anticipada, aunque sea parcial, para los médicos que realizan trabajo nocturno, incluyendo las guardias y las Urgencias. Tomás Toranzo ha recordado que profesionales de otros sectores sí pueden acceder a una jubilación anticipada, mientras que los médicos tienen exigencias exclusivas, como la obligación de realizar jornadas extra obligatorias.
El sistema MIR y el número de plazas
En cuanto a la formación, Tomás Cobo ha pedido “una revisión completa del modelo formativo de los médicos, desde las facultades de Medicina, sobre todo en los últimos años en los que el estudiante se empieza a preparar para al examen MIR”. “Miles de graduados formados en nuestras facultades de Medicina se quedan sin la posibilidad de acceder a la Formación Sanitaria Especializada. Es necesario ampliar las plazas MIR, en función de las necesidades asistenciales”.
También ha pedido disponer de las unidades y los recursos docentes suficientes para garantizar que la formación de los residentes sea la adecuada. En cuanto a la formación médica continuada, “fundamental en Medicina”, como ha dicho Cobo, también debe mejorar. En la actualidad, un médico dispone de cinco días al año para su formación, un tiempo “claramente insuficiente”, ha lamentado el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.
“Seguimos sin un registro de profesionales”
Gabriel del Pozo, secretario general de CESM, ha calificado como “muy deficiente” la gestión de los recursos humanos en el SNS durante los dos últimos años.
¿Cómo ha afectado la pandemia a los profesionales sanitarios?
Esta crisis sanitaria ha supuesto acabar de empeorar el mal balance que traíamos previamente, sin ningún tipo de planificación. El Ministerio de Sanidad no sabe ni siquiera de qué situación parte el Sistema Nacional de Salud, puesto que seguimos sin un registro de profesionales, y así es difícil saber a dónde quiero llegar y cómo tengo que recomponer a mis profesionales.
¿Cómo valora la situación actual, dos años después del inicio de la crisis?
La situación es nefasta. Se ha salido adelante gracias al sobreesfuerzo de los profesionales, mientras que las Administraciones central y autonómicas no han hecho ningún tipo de gran movimiento para poner solución al problema que nos hemos encontrado en estos dos años.
¿Cuáles son los principales cambios que se deben acometer a corto y medio plazo? ¿Es solo una cuestión de aumentar el presupuesto?
La principal medida que se debe tomar es la planificación, eso que no se ha hecho en todo el tiempo pasado. El déficit de profesionales que tenemos ahora no se va a revertir en un día, no se puede solucionar hoy lo que no se ha abordado en diez años. A consecuencia de las crisis económicas padecidas, el SNS y su planificación de recursos han sido un absoluto desastre.
¿Cómo se puede mejorar la situación?
Es necesario aumentar los recursos para poder tener plantilla, material, etc., y, sobre todo, debemos planificar para saber lo que vamos a necesitar. El déficit de ahora mismo no lo podemos resolver con médicos que hoy no tenemos formados, pero planifiquemos para que en un futuro lo más corto posible esté resuelta la formación de especialistas con los tiempos precisos, que son 4-5 años según el tipo de especialidad.
¿Hay margen de tiempo?
Debemos anticiparnos para que en esos años, y no en un periodo excesivamente largo, vayamos supliendo todo lo que no tenemos. Necesitamos recursos, mejorar las condiciones laborales de los profesionales y las retribuciones. Tenemos que conseguir fidelizar profesionales en determinados ámbitos de nuestro sistema de salud, y hay muchos que no solo no se establecen, sino que prefieren marcharse fuera de España. Habrá que intentar atraer a los que se marchan fuera para que vuelvan, a la vez que intentamos que no exista ese interés en irse, porque las condiciones de aquí sean igual de buenas que las que les ofrecen en el extranjero.
¿Se deben tomar medidas generales, a nivel del Consejo Interterritorial, o se necesitan cambios puntuales en cada centro de salud, cada servicio, etc.?
Se necesitan todo tipo de medidas, puntuales y generales. En el Consejo Interterritorial del SNS hay que tomar decisiones y adquirir el compromiso de aplicación de determinadas medidas, que todas las comunidades autónomas se comprometan a aplicarlas. De poco sirve elaborar una visión general y luego tener competiciones entre los 17+1 servicios autonómicos de salud, porque es absurdo que nos estemos peleando para quitarnos los profesionales entre unos y otros.
¿Y en cuanto a las iniciativas más locales?
Dentro de estas medidas, tenemos que darle una vuelta a cómo se está realizando la atención, porque hay que introducir cambios. La pandemia nos ha puesto en el dilema de valorar otras alternativas, y no conviene desechar nada, pero que siempre sean medidas que garanticen la calidad asistencial, la atención que se merece la población y que los profesionales las desarrollen de la mejor forma posible.
¿Cree que se está gestionando bien el estrés laboral de los profesionales sanitarios después de afrontar dos años de pandemia?
En absoluto, no se está gestionando bien el estrés laboral de los profesionales, ni durante ni después de la pandemia. Se les está haciendo trabajar en condiciones muy por encima de las capacidades. Después de dos años no se tiene la misma capacidad física tras atender las sucesivas olas, y se sigue cargando sobre los profesionales la mala gestión de la pandemia a todos los niveles, desde el Ministerio y las CC .AA.
¿Se deben tomar medidas especiales para atender su salud mental?
La mala gestión de la pandemia se ha ‘tapado’ con el buen hacer de los profesionales, y eso conlleva una sobrecarga psicológica de los médicos. Se han articulado diversos mecanismos y herramientas de atención al profesional que tiene problemas. Durante los últimos dos años se ha observado un aumento de la patología en los profesionales y se ha incrementado el número de médicos que acude a estos centros, incluso los que están en procesos de baja laboral. No se les ha cuidado y necesitamos mucha mayor protección. Algunos médicos están sometidos a un estrés terrible, y recurren a medicación para su trabajo diario en consulta, algo que por el beneficio de los pacientes no se debería permitir.
¿En qué van a consistir las movilizaciones anunciadas por CESM para reivindicar mejoras laborales?
Se trata de hacer un posicionamiento a nivel nacional de cómo está la Sanidad, en general, a todos los niveles, y los problemas que tenemos los médicos en todo el territorio. Hemos organizado ruedas de prensa, concentraciones, manifestaciones virtuales y una gran convocatoria en Madrid. La mayor parte de las negociaciones de las competencias se hacen con las comunidades autónomas e Ingesa, por las transferencias, pero vamos a seguir visibilizando la problemática que tenemos, el descontento por las ‘soluciones’ planteadas por los políticos tanto a nivel central como autonómico.
¿Qué objetivo tienen estas manifestaciones?
Vamos a seguir, como siempre, retomando la manifestación en las calles para expresar el malestar de todos los médicos. Queremos poner sobre la mesa nuevamente los problemas que teníamos en todo el territorio. No son reivindicaciones nuevas, porque por desgracia no se ha puesto solución a ninguna de las peticiones por las que llevamos años peleando. Tenemos, además, una huelga convocada que está suspendida de momento por las circunstancias de la pandemia. Durante los últimos dos años la COVID-19 nos ha obligado a suspender estas manifestaciones, pero en 2022, si la situación lo permite, volveremos a llenar las calles en mayo en Madrid. Nuestro objetivo es recordar que tenemos muchos problemas urgentes por solucionar, ya que mejorar estas cuestiones repercute en la calidad asistencial que recibe la población.