La integración sociosanitaria como camino para mejorar la asistencia en torno al paciente, entendido como centro del sistema. un nuevo enfoque centrado en la cronicidad, con un planteamiento inicial orientado en la prevención. una reinversión de lo eficiente con una gestión estratégica de la colaboración…
La integración sociosanitaria como camino para mejorar la asistencia en torno al paciente, entendido como centro del sistema. un nuevo enfoque centrado en la cronicidad, con un planteamiento inicial orientado en la prevención. una reinversión de lo eficiente con una gestión estratégica de la colaboración público-privada. potenciar el papel del la investigación con especial hincapié en el desarrollo de patentes y, por último, una hoja se ruta común para la profesionalización de los cargos directivos, huyendo de las decisiones políticas. Esas son las 'piezas del puzzle' que el presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), Joaquín Estévez, citó como conclusiones en la clausura del XX Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, que hasta este viernes ha dado cita a más de 2.600 cargos directivos.
Estévez aprovechó para reivindicar el valor de los directivos de salud que, junto a una gestión sanitaria profesional, se convierten en 'eje vertebral para que el sistema sanitario no sólo funcione, sino que lo haga en términos de garantía de resultados en salud y de eficiencia'. En ese sentido, las ponencias, mesas y comunicaciones han servido para 'dar una lección de cómo continuar progresando' en busca de esa eficiencia.
Si Estévez habló de garantías, el presidente de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), Jesús Sanz, se centró en los valores y la importancia de los profesionales, así como la 'participación real del paciente y los ciudadanos en el proceso asistencial'. Ante esa demanda, formuló dos preguntas que han sido recurrentes a lo largo e estos tres días de congreso: '¿Cuánto tiempo llevamos hablando de esto? ¿Realmente hemos avanzado algo?'. Esas preguntas las resolvió indicando que se ha progresado, pero que 'hay que aprovechar lo aprendido para cambiar hábitos', virando hacia un modelo más colaborativo que permitirá más facilidades para la sostenibilidad del sistema.
La clausura oficial la realizó el consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Aquilino Alonso, que abrió el espectro al considerar que el progreso no se puede ceñir exclusivamente al desarrollo de las nuevas tecnologías y la cualifica con profesional, sino que hay que ir más allá y apostar por iniciativas más sociales que permitan aumentar la calidad y alcanzar la sostenibilidad del sistema sanitario. Así, invitó a hacer uso de las conclusiones de este congreso para empezar a trabajar en el modelo sanitario del futuro.
Mientras llega, sí que hizo sus valoraciones, reivindicando que el papel de las CC.AA. pasa por mejorar la eficiencia, con medidas como la compra centralizada, el uso racional del medicamento y el acceso a las nuevas tecnologías. De todos modos, Alonso insistió en que hay recuperar los valores de calidad del SNS, para que este sea fuerte y sostenible, lo que servirá de pilar para que el resto de comunidades autónomas puedan gestionar mejor la inversión en sus territorios. Para ello, urgió a devolver el papel central al Consejo Interterritorial, que 'ha perdido peso en los últimos años'.
