Será necesario analizar como afecta la correlación de la lateralidad, el grado de descenso y el proceso quirúrgico en el potencial maligno de los testículos no descendidos
5 de diciembre 2012. 12:12 pm
Los niños cuyos testículos no han descendido al escroto al nacer y se mantienen dentro del abdomen, tienen casi tres veces más de probabilidades de desarrollar cáncer testicular en la edad adulta, según los resultados de un análisis publicados en Archives of Disease in Childhood.Los…
Los niños cuyos testículos no han descendido al escroto al nacer y se mantienen dentro del abdomen, tienen casi tres veces más de probabilidades de desarrollar cáncer testicular en la edad adulta, según los resultados de un análisis publicados en Archives of Disease in Childhood.
Los autores analizaron datos de Medline, y Embase, sobre la posible relación existente entre la criptorquidia, un defecto congénito que afecta a alrededor del seis por ciento de los recién nacidos, como una anormalidad aislada y el riesgo de cáncer testicular, y que habían sido publicados entre enero de 1980 y diciembre de 2010.
Los niños con criptorquidia en los análisis con grupos con la enfermedad y grupos control tuvieron casi 2,5 veces más probabilidad de desarrollar cáncer testicular que aquellos sin la enfermedad, mientras que los niños analizados en estudios de cohorte registraron casi cuatro veces más de probabilidades de desarrollar la enfermedad si los testículos no habían descendido al nacer.
Los autores calcularon que, sobre la base de las dos series de cifras, los niños con criptorquidia aislada poseen casi tres veces más de probabilidades de desarrollar cáncer testicular en la edad adulta. No obstante, los autores creen que aún quedan muchas preguntas sin respuesta, como afectan la correlación de la lateralidad, el grado de descenso y el proceso quirúrgico en el potencial maligno de los testículos no descendidos.
El estudio plantea si el riesgo de transformación maligna es lo suficientemente significativo como para justificar un seguimiento regular, como es el caso de otros estados premalignos, concluyen los investigadores.
