Todos los agentes se muestran de acuerdo en que el sistema es sostenible y que tiene que seguir siendo público. El siguiente paso es llegar a un acuerdo en cómo solucionar los problemas que tiene a día de hoy y que se perfilan para el día de mañana. Con este objetivo, en el entorno del Consejo Social de la Organización Médica Colegial (OMC), se ha celebrado la jornada 'El modelo sanitario español: situación actual y perspectivas de futuro', en la que se hablaba de temas tan de actualidad como los copagos, las listas de espera o la inequidad.
La primera cuestión, por orden de actualidad, era como están afectando los copagos y como podría afectar el insistir en este modelo. Sobre este tema, Begoña Barragán, miembro de la junta directiva de la Federación Española de Pacientes (FEP) incidía en que 'los copagos castigan a los más necesitados, y hay que recordar que los pacientes no son los culpables de lo que está pasando'. A su vez, José María Sánchez Monge, vicepresidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) recordaba que los copagos están suponiendo que 'muchas veces la discapacidad se esté pasando a ser dependencia'.
Por su parte, Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, y ante el conflicto creado pos sus pasadas declaraciones, quería aclarar que 'nadie ha dicho de hablar ni de defender ningún tipo de copago', y que su idea de multar a los ciudadanos por el mal uso, solo fue 'pensar en público'. En su opinión no se puede poner copagos por tener miedo, pero insiste en que sí que hay una necesidad de regular esos malos usos conscientes del sistema, para racionalizar los recursos y evitar tener que tomar medidas como el poner copago por ir al médico, lo que clasificaba como 'un profundo disparate'.
El otro copago que preocupaba a Rodríguez Sendín era el farmacéutico, ya que aunque se haya mejorado en cuestiones de renta, 'trata por igual a fármacos que son muy diferentes', cuestión que habría que solventar.
El riesgo de deslegitimar el sistema
La otra problemática abordada por el presidente de la OMC era la preocupación de los médicos por la falta de tiempo para atender a los pacientes, que han llevado a un 'café para todos'. Así matizaba la necesidad de realizar una 'discriminación positiva', que permita dedicar el tiempo necesario a cada paciente según sus necesidades. En esta misma línea, el otro gran conflicto era el aumento de las listas de espera, y no sólo porque 'las listas de espera no pueden dar buenos resultados en salud', como señalaba Barragán, sino porque como explicaba Sendín, estas pueden llevar a un problema de deslegitimación del sistema, y por lo tanto a una ruptura del mismo. 'Si se tiene miedo y recursos, quien pueda irá a buscar soluciones donde las haya y quien no, no'. Esto provocará, en su opinión, una inequidad entre la población, tanto para los que no tienen estos recursos, como para los que sí, que se sentirán fuera del sistema y no verán el beneficio de contribuir con sus impuestos al SNS.
Precisamente de inequidad hablaba también Gustavo Samayoa, presidente de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes, que matizaba que a la FUCI 'llegan voces de que ojalá nunca se hubiera transferido la Sanidad, y fuera única'. Begoña Barragán defendía igualmente que a la FEP también llegaban quejas de que los pacientes eran tratados de forma distinta, incluso en la misma ciudad si acudían a centros diferentes. A este conflicto Rodríguez Sendín matizaba que aunque las transferencias tengan sus pros y contras y sus ámbitos de mejora, no había que olvidar que hace 40 años no había centros de Atención Primaria y hospitales de referencia al alcance de todos los ciudadanos como los hay hoy gracias a las transferencias. Si bien defendía la equidad, el presidente de la OMC no se olvidaba de recordar también la necesidad de tener un sistema universal, 'y con universal no me refiero al universo entero, me refiero a los que estamos aquí, en este territorio'.
Medidas para la mejora
En resumen, todos los ponentes proponían algunas vías para la mejora que pasaban por racionalizar los recursos, pero entender que no todos los ajustes pueden pasar por Sanidad y que quizá haya otros bienes y servicios donde poner tasas que no pasen por copagos sanitarios. Igualmente insistir en la importancia de aumentar el presupuesto de Atención Primaria, pero también en abordar medidas claras de educación en salud que ayuden a que los pacientes no hagan un mal uso de los recursos sin pasar por medidas penalizadoras. Para todo ello, los debatientes quedaban invitados a realizar una propuesta formal, que tenga como foro el Consejo Social de la OMC, con todas estas medidas y otras que pudieran surgir de posteriores debates.