La ezetimiba es hipocolesterolemiante vía oral. Actúa en las microvellosidades del intestino delgado, inhibiendo selectivamente la absorción intestinal de colesterol y otros esteroles de origen vegetal. De esta forma, reduce el paso de colesterol desde el intestino al hígado.
Puede ser beneficiosa, en combinación con estatinas, en pacientes que no cumplen el objetivo terapéutico con dosis habituales de estatinas y que no toleran dosis elevadas de estos fármacos.
También puede ser útil en pacientes que incluso no toleran dosis bajas de estatinas. Está especialmente indicada en pacientes con hipercolesterolemia familiar homocigótica, en los cuales los agentes habituales tienen una eficacia limitada.
Ezetimiba debe ser reservada para los pacientes que no alcancen un nivel adecuado de lípidos en sangre, con la dosis máxima tolerada de estatinas.
Tiene autorización en monoterapia como tratamiento coadyuvante a la dieta en pacientes con hipercolesterolemia primaria, familiar heterocigótica y no familiar, que no están controlados con una estatina o en monoterapia si la estatina es inadecuada o no se tolera.
Estatinas
La
rosuvastatina es una de las estatinas más potentes, que al igual que las otras seis estatinas comercializadas, se prescribe para reducir tanto el colesterol total como el colesterol LDL (LDLc) y prevenir eventos cardiovasculares.
Actúa como un inhibidor selectivo y competitivo de la 3-hidroxi-3-metil-glutaril-coenzima A reductasa. Su estructura molecular asegura una elevada afinidad para esta enzima. La biodisponibilidad absoluta es del 20% y se alcanzan niveles plasmáticos máximos entre las 3 y 5 horas de su administración.
Eficacia
Cerca del
90% de la rosuvastatina circula unida a proteínas plasmáticas. Su eficacia no se ve influida por la hora en que se toma, lo que probablemente se deba a la vida media relativamente larga, de unas 20 horas.
Solo el 10% de la dosis es metabolizada y el 90% restante se elimina como molécula intacta, en su mayor parte por vía fecal.
Sin embargo, la
concentración plasmática del fármaco se incrementa en pacientes con insuficiencia renal grave (aclaramiento de creatinina inferior a 30 ml/min), por lo cual esta patología se considera una contraindicación para su uso.
La rosuvastatina de 10 a 40 mg/día disminuye el LDLc del 46 al 55%. Los datos de dosis-respuesta en las dosis de 1 a 80 mg tienen un claro efecto lineal para la reducción del colesterol total, colesterol LDL y colesterol no HDL.
Potencia
Si se compara con la atorvastatina, la rosuvastatina es aproximadamente tres veces más potente por mg de fármaco para reducir el LDLc. No hubo un efecto relacionado con la dosis de la rosuvastatina sobre el colesterol HDL en sangre, pero en general, la rosuvastatina aumentó el HDL en un 7%.
Los efectos de la
rosuvastatina no se limitan a su efecto hipolipemiante, sino que se ha descrito una acción beneficiosa sobre el estrés oxidativo, función endotelial y la inflamación.
Combinación
La utilidad de combinar un segundo fármaco como
ezetimiba a la rosuvastatina está en el aumento de su potencia, presentando tasas de reducción de hasta el 60%. Si el paciente presenta resistencia parcial a las estatinas, el efecto aditivo de un inhibidor de la absorción potencia en mucho mayor grado el efecto hipolipemiante.
La rosuvastatina, a diferencia de otras estatinas, no inhibe ni induce el citocromo P450, con lo que
su riesgo de interacción con otros fármacos es menor. De esta manera, es preferible su uso frente a otras estatinas en paciente bajo tratamiento con amiodarona, digoxina, amlodipino, diltiazem, algunos anticonvulsivantes, algunos antidepresivos, algunos antibióticos, inhibidores de las proteasas, enalapril, losartan, algunos inmunosupresores, entre otros.
Interacciones con otros fármacos
La ciclosporina, el gemfibrozilo, la darolutamida, el ledipasvir, el velpatasvir, voxilaprevir, ritonavir aumentan los niveles de rosuvastatina, con riesgo de toxicidad hepática y rabdomiólisis.
Los antiácidos disminuyen su concentración en más de un 50%. Si se emplea con daptomicina y fenofibrato potencia los efectos tóxicos de cada fármaco, con riesgo de rabdomiólisis.
La rosuvastatina con el ácido fusídico aumenta el riesgo de rabdomiólisis, por lo que se debe evitar su uso conjunto.
El uso concomitante con anticonceptivos como etinilestradiol y norgestrel aumenta las concentraciones.
Con las resinas hay que tener en cuenta el intercambio iónico que puede reducir los efectos de la rosuvastatina, mientras que con acenocumarol o warfarina puede aumentar la potencia del anticoagulante.
Con colchicina o lenalidomida también puede aumentar la incidencia de rabdomiolisis.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina General Diana Mariño Cifuentes, Lilia Griga, Diana Fernandez Torre y Marlen Elena Guerra Hernandez; Pío Vera Lledo, Fernando Sapiña Orotla, María Dolores Del Moral Chust y María Mora Moya, del Centro de Salud Cullera, y Mariano Lozano, Rafael Gómez, Lourdes Clemente, Alfredo Morte, María Pilar Marco José Luis Bernad Martín, María Dolores Asarta Sánchez-Fortún, Andrés Cortés Belanche, Jonathan Montoya Arenas y José Antonio Galve Gorriz.