En salud siempre es mejor prevenir que curar. Por eso, Asunción Campos Cangas, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, al hablar de prevención aboga por la orientación comunitaria como una gran herramienta clave para lograr mejores resultados en salud. “Además, la salud comunitaria empodera a la comunidad”, recalca la vocal por Extremadura de la Sociedad Española de Directivos de AP (SEDAP).
Asunción Campos Cangas (37 años). Licenciada en Medicina en 2010 por la Universidad de Extremadura en Badajoz. Realizó la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria de 2011 a 2015 en el área de salud de Mérida. Ha trabajado como médico de Atención Primaria, médico de AP con cupo pediátrico y médico de Atención Continuada en diversas áreas de salud de Extremadura. Entre 2019 y 2023 ha desarrollado su labor en Gestión Sanitaria. Actualmente, tiene plaza en Hinojosa del Valle, pero está en comisión de servicio en el centro de salud Mérida Norte, donde desarrolla su labor como médica de AP. Es vocal de Extremadura de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (SEDAP).
La orientación en salud comunitaria va más allá de la prescripción de un fármaco o la realización de una analítica. “Evidentemente son claves para la prevención, así como es fundamental la educación en salud; pero la Medicina Comunitaria incluye el conocimiento del código postal de nuestros pacientes, dónde hacen vida y está relacionada con los problemas prioritarios para ellos”, sostiene en la entrevista con la
revista EL MÉDICO Asunción Campos Cangas, apasionada de la Medicina Familiar y Comunitaria, incapaz de entender su trabajo sin esa empatía.
¿Qué transmitimos al hablar de salud y Medicina Comunitaria?
La salud comunitaria parte de una visión integral de la promoción de salud, actuando sobre los determinantes sociales de la misma, aportando un gran peso a la participación y al empoderamiento de la comunidad. Por todo esto, hablar de salud comunitaria a grosso modo, es tener en cuenta las necesidades que detecta la propia comunidad en cuanto a su salud, orientando la actuación de los equipos de AP a dichas prioridades, para así obtener mejores resultados en salud.
Tras la pandemia de covid, ¿se entiende mejor que en nuestra salud y enfermedad, además del componente personal y familiar, el entorno y la salud comunitaria también pueden tener incidencia, ya sea negativa o positiva?
Por supuesto que sí. La salud comunitaria es el entorno que reúne a la AP junto con la salud pública, algo fundamental para el desarrollo de la comunidad como tal. Durante la pandemia fue más que evidente que en cuestión de salud, la atención sanitaria no es el único elemento a tener en cuenta, dado que se demostró la gran importancia de los agentes sociales y locales, cercanos y próximos a la población, que de un modo u otro también intervienen en la salud de la misma.
Cuando hay un problema se va al médico de AP; te pregunta, te explora, te diagnostica y trata el problema. Si además ejerciera teniendo en cuenta la parte comunitaria, ¿qué más podrías esperar del doctor/a?
La grandeza de la AP es que, además de poder tratar los problemas agudos y/o crónicos de nuestros pacientes, tenemos una visión global, integral de los mismos, conocemos su entorno, su trabajo, su familia y sus necesidades y habilidades. Si además de hacer lo que comentas, explorar y tratar en el momento agudo, lo hacemos con una visión comunitaria, podemos contar con aquellos agentes en la comunidad que puedan aportar algún beneficio a la mejoría o curación del proceso en cuestión.
Aunque sea bien conocido que prevenir es siempre mejor que sanar, ¿va por aquí la Medicina de Atención Comunitaria?
La orientación comunitaria de la AP se puede llevar a cabo mediante diferentes niveles. Un nivel primario, desde la propia consulta, en la que abordemos los problemas individuales de nuestros pacientes, con un abordaje integral y biopsicosocial, recomendando en los casos que sea preciso aquellos activos para la salud y los recursos comunitarios que puedan beneficiarlos. Por otro lado, en otro nivel, trabajando de forma grupal, y en un nivel mucho más avanzado, trabajando como se describe en la Estrategia de Salud Comunitaria de Extremadura “en y con la comunidad”, en coordinación con otros recursos y personas que trabajan también por el bienestar de la comunidad. Por lo tanto, si hablamos de prevención, la orientación comunitaria es una gran herramienta para lograr mejores resultados en salud, por supuesto que sí.
Al hablar de Medicina de AP y Familiar todos ponemos cara, ojos y actuación al sanitario, pero si adjuntara que es también médico de Atención Comunitaria, ¿qué añadiríamos a su modo de actuar?
Pues como decíamos anteriormente, lo principal es que desde los equipos de Atención Primaria, no sólo a nivel de los médicos, sino de todos los componentes que integran los equipos que son muchos, actúen “mirando a la calle”, conociendo todos aquellos recursos que pueden ser aliados en el proceso de bienestar de la población y que en muchas ocasiones no serán sustancias químicas ni tratamientos, sino estructuras locales, asociaciones vecinales, agrupaciones, federaciones…
El paciente acude a su médico de AP por su patología crónica; pero junto a la prescripción se interesa por su situación y salud en general (tensión, glucemia, hábito tabáquico, ejercicio, dieta …), ¿está siendo atendido por un sanitario con orientación comunitaria? ¿Cómo se plantea esto en la SEDAP?
La orientación comunitaria va mucho más allá de la prescripción del fármaco para la patología crónica de un paciente de forma individualizada, o de niveles analíticos. Por supuesto, tienen un peso muy importante la prevención y el consejo para llevar a cabo otro de los puntos fundamentales de la AP, que es la educación para la salud. Pero además, añade el conocimiento del entorno en el que nuestra población atendida se mueve, hace vida, se relaciona y la detección de aquellos problemas que para ellos son prioritarios de cara a abordarlos en conjunto con las estructuras sociales, locales y la propia comunidad, estableciendo contacto con ellas, analizando y priorizando actuaciones de mejora y, si es posible, lograr hacer un diagnóstico de salud de la comunidad sobre el que actuar en equipo, evaluando posteriormente los resultados. Desde SEDAP se apoya y aboga por una formación en este proceso de todos los equipos de AP, en el que se da el valor en cuanto a resultados en salud de los condicionantes socioeconómicos, culturales, ambientales, redes sociales y comunitarias y estilos de vida del propio individuo como determinantes de salud.
Hoy se prepara más a los médicos/as para la Medicina personalizada; ¿se compagina con la necesidad de la Atención Comunitaria? ¿Pueden ser complementarias?
Para nada una cosa es excluyente de la otra. La Medicina personalizada ha demostrado y demuestra que existen procesos que pueden ser abordados de una forma individual por tener una carga genética predisponente, y eso no excluye que ese mismo individuo pueda verse beneficiado de un proceso comunitario en el que se aborde otro problema que igualmente puede acabar repercutiendo en su salud o en la de su comunidad.
Aumentan los pacientes crónicos y pluripatológicos a quienes se dice, “su salud sería mejor si no fumara”, “si hiciera ejercicio”, “si no consumiera alcohol”, ¿son consejos preventivos para una mejor salud personal, pero también familiar y comunitaria?
Todos los consejos que damos desde AP son indicaciones que pueden prevenir procesos individuales, pero igualmente se pueden extrapolar al resto de la población. Nosotros damos consejos para el cuidado de un familiar de edad pediátrica o de edad avanzada si lo precisan y eso también es orientación hacia el entorno, como decía antes, mirar a la calle al pasar la consulta. Por ejemplo, la fiebre en el niño es un tema frecuente en consultas de Pediatría de AP y en los puntos de atención continuada, pero si desde los equipos de AP aportamos una serie de medidas a tomar ante esta situación, incluso si es posible de manera grupal, conseguiremos el control de ese síntoma de forma mucho más calmada por parte de los padres y el conocimiento de cómo actuar en cada caso, así como evitar posibles complicaciones. Como apasionada de la Medicina familiar y comunitaria, no entiendo mi trabajo sin empatía, y eso nos hace colocarnos en la posición del otro y actuar siempre de la forma más adecuada y adaptada a cada paciente y/o comunidad.
Para esta clase de atención, ¿necesitaría el médico más tiempo de consulta? ¿Para la SEDAP, qué ratio sería razonable para alcanzar este objetivo de más tiempo de atención en salud comunitaria al paciente?
Obviamente para poder desarrollar nuestro trabajo de la forma más adecuada, se precisa tiempo y una agenda en la que se reflejen las actuaciones llevadas a cabo por parte de los equipos. Al tratar con la comunidad, en numerosas ocasiones los horarios se deben adaptar a la misma, y eso también hay que tenerlo en cuenta. Desde mi punto de vista, poner un tiempo a cada actuación para cada paciente es complicado, dado que en Atención Primaria se abordan cantidad de problemas de salud, sociales, familiares, administrativos… El tiempo adecuado, es aquel que cada paciente necesita. En términos de orientación comunitaria, si hablamos del primer nivel, el que llevamos a cabo en la consulta, en términos muy generales lo fundamental es que los profesionales tengamos el conocimiento de aquellos recursos que la comunidad puede aportar al individuo de cara a mejorar algún problema de salud o que repercuta en su salud para prescribirlos. Si ya hablamos de los otros dos niveles, se precisa de un tiempo para dedicarlo a la formación grupal y a las reuniones con el resto de intervinientes y activos en salud de la comunidad y, en muchos casos, como decía, eso implica la adaptación del horario a la disponibilidad de todos los actores.
¿En general, existe buena formación para los sanitarios en este término de orientación comunitaria dentro de la AP?
Existen algunos lugares en los que la orientación comunitaria está algo más extendida y puesta en marcha y otros muchos en los que no lo está. El equipo de Atención Primaria es un elemento fundamental para fomentar las actividades preventivas y de promoción de la salud en su comunidad. Actualmente, la orientación a la comunidad, a pesar de la cercanía, no se encuentra totalmente asumida a nivel generalizado, aunque si es cierto que en los últimos años se están promoviendo muchas actuaciones para el desarrollo en todas las CCAA de las Estrategias de Salud Comunitaria en AP y su integración en las actividades de los equipos.
Casi nunca se ve la AP como un ámbito de investigación, pero sí la hay, ¿en qué áreas creen desde la SEDAP que se debería investigar en AP?
La Atención Primaria es un ámbito muy rico desde el que se pueden obtener muchos datos para la investigación. Desde la riqueza que nos aporta toda la información que tenemos del entorno que rodea a los pacientes y sus procesos y evolución, la orientación comunitaria de la que hemos estado hablando y su repercusión a nivel de la salud de la comunidad, así como una actuación coordinada a través de Procesos Asistenciales Integrados. Entre todos los niveles sociosanitarios implicados en la atención de un problema de salud puede generarse una cooperación con resultados en salud muy positivos.
La sanidad confraterniza cada día más con la tecnología, big data e inteligencia artificial (IA). ¿Puede ser una ayuda o el principio de la deshumanización de la atención personal y comunitaria de la salud?
Todas las herramientas que puedan llevarnos a una mejora en la asistencia de nuestros pacientes serán un paso positivo en nuestro trabajo y un beneficio para nuestra población, teniendo en cuenta que, obviamente, en determinados procesos siempre se precisará de la atención cercana y humana del profesional sanitario. De esta manera, siempre que consigamos que las herramientas sean complementarias y no sustitutorias, no se llegará a la deshumanización en nuestro trabajo.