Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial en el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación digital, está convencida de que '
la salud digital es uno de los motores que debe tener España'.
Así lo ha señalado en la XI Jornada 'Investigar es avanzar' del CIBERER, que ha abordado la aplicación de la inteligencia artificial a la investigación en enfermedades raras en una mesa redonda moderada por
Joaquín Dopazo, director del Área de Bioinformática de la Fundación Progreso y Salud-CIBERER.
En una mesa redonda, ponentes de primer nivel
han analizado las potencialidades, riesgos y beneficios que presenta la aplicación de la inteligencia artificial a la investigación en las enfermedades raras.
Vigilancia a la privada
La Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial entiende la
Inteligencia Artificial (IA) como un elemento clave para avanzar hacia modelos de investigación y tratamiento más eficientes, inclusivos y adaptados a las necesidades de cada paciente o enfermedad.
Los datos, ha asegurado Artigas, son un aspecto clave en la 'agilización de sistemas y el diseño de estrategias de políticas de salud'. Varias de las acciones que tienen lugar en el
Plan de Recucuperación, Transformación y Resiliencia irán dirigidas a la salud digital y a la sostenibilidad. Buscarán conseguir datos unificados para todo el territorio nacional.
Y en este sentido, la secretaria de Estado ha asegurado que
estarán vigilantes en que la empresa privada no coja el control de los datos de los pacientes. En caso de que lo hagan, ha dicho, deberán 'pagar por ellos'. “Tenemos que garantizar que el avance de la tecnología no agrande las brechas sociales”, ha añadido.
Recopilar datos para el sistema sanitario
En el CIBERER y el Instituto de Salud Carlos III ya trabajan bajo tres pilares para contribuir en las enfermedades raras:
la genómica, los datos y las perspectiva de seguimiento. De esta forma, podrán 'obtener toda esa información y articular datos de salud de los pacientes en el sistema sanitario', ha asegurado
Pablo Lapunzina, director científico del CIBERER.
'Queremos ir más allá de lo que hoy por hoy puede ofrecer, pero sin pretender interferir con la calidad asistencial, sino justamente lo contrario: articular, potenciar y mejorar la oferta de datos sanitarios', ha asegurado.
La publicación de los datos por la industria
La estrategia europea de datos abrirá, según
Julián Isla, presidente de la Foundation 29, el 'melón de si no deberíamos explorar la descentralización completa' de estos. 'Tenemos que ayudar a los pacientes a tener y llevarse con ellos sus datos', ha reclamado. El ponente ha indicado que los pacientes no tienen ni idea de lo que supone para ellos la Inteligencia Artificial. Al contrario: 'sigue mitificada'.
En cuanto a los datos, ha indicado que España tiene
una de las leyes más permisivas para extraerlos, ya que se permite en el caso de la investigación. 'Deberíamos ayudar a investigadores a que sepan esto y dar mecanismos adecuados para que puedan publicarlos', ha señalado.
Como miembro del Comité de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), y conociendo el sistema aprobación de fármacos, también ha señalado que uno de sus objetivos es que la industria publique sus datos. De esta forma, se
abarataría el proceso de desarrollo al asumir menos riesgo: si alguien no obtuvo buenos resultados con una investigación, nadie más seguirá ese camino.
De momento,
la EMA ya están lanzando el proyecto DARWIN, un sistema europeo de recogida de datos en la industria farmacéutica. 'En el plazo de un año y medio, cualquier promotor de un producto, tendrá que mandar datos a la agencia de forma que se entiendan por máquinas', ha concluido.
Inteligencia artificial para desarrollar fármacos
César de la Fuente, jefe del grupo Machine Biology de la Universidad de Pensilvania, al igual que Isla, ha apuntado que es 'tremendamente caro desarrollar nuevos medicamentos'. 'Haciendo la comparativa,
es más caro desarrollar medicamentos que enviar un cohete a la luna. Es tremendamente complicado. Los procesos llevan 10 años de media. La mayor disponibilidad de datos, con la automatización de la robótica combinada con el poder computacional, que continúa aumentando de forma exponencial, es una gran oportunidad', ha asegurado.
Su laboratorio está interesado en tratar enfermedades infecciosas y en nuevos antibióticos que ayuden frente al problema de las superbacterias, culpables de 1,2 millones de muertes de personas al año. 'En 2050 serán 10 millones', ha recordado. En cuanto a las enfermedades raras, ha indicado que aún les queda por avanzar.