Francisco José Martínez Amo lleva un año al frente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos. Empezó fuerte, con un discurso en el que situaba a los médicos como los principales garantes de la salud y del sistema sanitario y exigiendo la colegiación obligatoria para Andalucía, una petición que meses después validaron los tribunales. El cambio de rostro en la Consejería de Salud lo recibe con buenos ojos, después de una etapa de enconado enfrentamiento. Toca bandera blanca y negociar, pero sin olvidar que la crisis está dándole la vuelta como a un calcetín al sistema sanitario público de Andalucía.
Hace poco que ha tomado posesión la nueva consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio, ¿cuáles son sus primeras sensaciones, sobre todo sabiendo que las relaciones con la Junta, en los últimos tiempos, no habían sido muy cercanas?
La nueva consejera ha empezado con buen pie. Tuvo la delicadeza de llamarnos para una reunión, que tuvo lugar a mediados de octubre. Si ha dado ese paso es porque reconoce que los colegios profesionales somos garantes de la salud y del paciente. Ha comenzado con buen pie y se ha visto en esta reunión, donde ha habido una buena predisposición de la consejera por profundizar en el acuerdo marco y mantener una comunicación permanente y directa. Tenemos que comprender que está aterrizando y que este primer encuentro sirve para que tome nota de nuestra visión de cómo está la Medicina de a pie, desde hasta qué punto están afectando los recortes o cómo están afectando a los MIR hasta cuestiones como la formación clínica, las unidades de gestión clínica o la necesidad de la colegiación obligatoria. Es decir, darle a conocer todos los problemas para que vaya comprometiéndose con ellos.
Cuando llegó a la presidencia del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos aseguró que la colegiación no era un capricho ni un lujo, frase que ha venido respaldada por tres sentencias del TC. Con todo ello, ¿cree que la nueva consejera dará vía libre a la colegiación obligatoria? Y lo más importante, ¿cuándo?
Desde el mismo momento en que la autoridad judicial dicta que es obligatoria, no debe haber ni un solo caso. La colegiación en todo el territorio español dará garantías para ello, y más ahora que el Estado, refrendado por el Tribunal Constitucional, está poniendo en marcha la nueva Ley de Colegios y Servicios Profesionales, que incluye la obligatoriedad en la colegiación de las profesiones sanitarias. Con ello, quien no esté colegiado no está habilitado para ejercer la Medicina. Por ejemplo, por muy bueno que sea Fernando Alonso, si tiene el carnet de conducir sin sellar no puede coger un coche de Fórmula 1. Vamos, confío en que en la actualidad no haya ningún contrato no colegiado en el sistema sanitario andaluz. Y ese aviso también se extiende a los profesionales: todo médico no colegiado se la juega porque hay una sentencia en firme que obliga a la colegiación.
Hace seis meses, la Junta llegó a decir que no quedaba del todo claro la sentencia.
Aquello fue un esperpento propio de gobiernos no democráticos. Un administrativo debe aplicar la ley, más si cabe cuando el Tribunal Constitucional ha declarado que lo hecho durante 11 años ha sido inconstitucional. O dicho de otra forma, la Junta de Andalucía ha estado prevaricando durante 11 años. La administración debería ser la primera en acatar lo que dicta un juez, ya que no es lo mismo que cometa un delito un ladrón que la propia policía.
De no aplicar la sentencia del TC en un tiempo razonable, ¿el CACM abrirá un nuevo proceso judicial contra la Junta para exigir esta aplicación?
Para empezar, el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos no va contra nadie. Lo único que se hizo fue que, cuando desde la Administración se anunció que no se iba a aplicar la sentencia del TC a favor de la colegiación obligatoria por existía un 'vacío legal', se acudió a la sede de la Consejería de Salud para presentar un requerimiento notarial en el que se exigía identificar al responsable de ese comunicado. Esto tiene su cauce y se identificará el culpable. Ahora bien, actualmente hay nuevas personas que han tenido un buen inicio, aunque he de reconoce que no me gusta el nuevo nombre de la Consejería, empezando por Igualdad antes que Salud. No hay mayor igualdad que el de velar por el bien de todos los pacientes.
¿Cómo ha perjudicado, a su juicio, la colegiación voluntaria?
La no colegiación obligatoria ha favorecido mucho el intrusismo profesional. Jamás ha habido mejor vigilante que los colegios profesionales, pero sin esa herramienta es complicado.
El mensaje del CACM es que la colegiación obligatoria es clave para velar por el buen hacer de la profesión. Pero, a efectos contables, ¿cuánto afecta el sistema de voluntariedad?
Yo preguntaría otra cosa. Si los colegios médicos viven de sus cuotas exclusivamente, ¿por qué se le quiere privar de ella mientras reciben subvenciones los sindicatos? Ahora resulta que, por cariño a mi profesión y velar por ella, me aplican una medida que no se la dan ni a sindicalistas ni a políticos. España se ha convertido en el país de las subvenciones. Cuando la mitad de una nación depende de que la otra mitad le solucione la vida, mal vamos.
En marzo, hubo una reunión con las sociedades científicas para abordar una especie de Mesa de la Profesión Médica en Andalucía, ¿qué caminos se ha andado con ellos desde entonces?
Las sociedades científicas tienen un valor extraordinario porque son el Senado sabio de la colegiación. que, además, habla desde la autonomía y la independencia. El tema que más nos ha preocupado a los colegios y las sociedades científicas es la validación de los cursos y, a su vez, la validación de los validadores. Creemos que se podría agilizar esa validación autorizando para ello al Instituto de Formación del CACM, del que está al frente Guillermo Vázquez. Esta propuesta está encima de la mesa. Otro debate existente es el de la troncalidad, si bien en ese caso en particular sí que existen diferentes puntos de vistas. Además, aún no está definido.
En noviembre se celebraron las III Jornadas de Colegios de Médicos en las que se hablaron de muchos temas, como la emigración a otros países de los MIR, ¿teme esa fuga de cerebros de Andalucía? ¿Cómo puede mermar a la calidad asistencial?
Me temo que 2014 será un año mucho peor por la crisis. Me limito a aportar datos que muchos ya conocen. En 2011 emigraron 1.378 médicos españoles. en el año 2012 se marcharon 2.405. y en lo que va de año otros 2.000, preferentemente a Europa. Habría que evitar entre todos que los jóvenes sean tratados como basura, y que se vayan al extranjero porque aquí sólo encuentran trabajo en unas condiciones ínfimas. Tendrán más frío, por ejemplo, en Estocolmo, pero allí al menos encuentran más seguridad en el empleo y en los medios que dispone para desarrollar su vocación. No puede ser que una persona acabe el MIR y le digan que de vez en cuando lo van a llamar. Normal que se vayan fuera, donde le van a dar un contrato serio y un trabajo serio. Esos huecos, en cambio, se están llenando con titulados de otros países que, con todo el respeto del mundo, no tienen que pasar por unos baremos tan exigentes como se pasan en las universidades de España. Estamos regalándole a Europa una materia prima que les está costando mucho dinero a las familias españolas y que supone un lujo que habría que mantener en nuestro país. Por otra parte, hubo un acuerdo estatal que salvaba a las fuerzas del estado, la educación y la Sanidad de la Tasa de Reposición Cero. Permitía un 10 por ciento que, en la práctica, tampoco se ha aplicado. Cada vez hay más administradores y menos profesionales.
¿Y cómo entiende que haya peticiones de más facultades de Medicina en Andalucía?
Es un contrasentido. No se entiende que se pidan facultades para Huelva, Jaén y Almería. En vez de invertir tanto en que haya ocho facultades andaluzas, una por provincia, se debería destinar el dinero a un sistema sanitario que actualmente está en precario. Comprendo que el que tiene un hijo quiere que la carrera que elija esté en su ciudad, pero Andalucía no está para construir tres centros más, sino para destinar ese dinero en asistencia sanitaria. Y si se quiere, lo que cueste que lo financie Europa, ya que hay tantos estudiantes de Medicina que al final ejercen su profesión fuera de nuestras fronteras.
Habla como si estuviéramos en el límite...
Nos estamos quedando en cuadro. Estamos pasando de una Medicina de excelencia a una Medicina de subsistencia. Lo malo es que, cuando hacemos este tipo de críticas, desde las administraciones se nos acusa a los colegios de médicos de que nuestro propósito es el de destruir la Sanidad pública. Es todo lo contrario, queremos informar de todos los problemas que causan los recortes y evitar esa voracidad, esté quién esté, sea la función pública o la privada. Lo importante es el bienestar del paciente y la sostenibilidad del sistema sanitario.
Hay varios frentes abiertos con la Junta, ¿cree que el perfil más social de la nueva consejera puede permitirles dar un nuevo impulso al PAIME?
El Programa de Atención al Médico Enfermo (PAIME) es un ángel de la guarda, un seguro de vida. Está centralizado en Córdoba, bajo la supervisión de la delegada provincial de Salud, Isabel Baena, que hace una labor encomiable. La labor del PAIME es primordial, aunque hay que fomentar su colaboración. El objetivo ahora es meter en la cabeza a los profesionales que son claves y, si detectan algo en el trabajo, ponerse en contacto con el colegio para ponernos en alerta. Es una labor de conciencia que hay que potenciar en determinadas provincias. No es normal que en Córdoba, porcentualmente, se den más casos que en otras provincias. Eso es porque hay mayor concienciación allí. Y, en toda esta labor, juega un gran papel el SAS que, a pesar de los recortes y las dificultades económicas, sigue confiando en el PAIME.
Menos contento está con la aprobación de Acuerdo Marco de alternativas terapéuticas...
(Sonríe). La verdad es que el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos fuimos pioneros a la hora de denunciar este acuerdo. Fue en Burgos, en una reunión del PAIME que se celebró hace ya algunos meses. Después se celebró una mesa redonda, titulada 'La sociedad médica y las alternativas terapéuticas equivalentes', donde mostramos nuestro posicionamiento, que se basa en que es imprescindible mantener la libertad de prescripción del médico y que no se puede hacer una selección únicamente por criterios económicos. Farmaindustria nos ayudó a plasmar los problemas derivados de este acuerdo marco. Es un tema que hemos pedido que no se circunscriba a Andalucía, sino que se trate a nivel nacional, en una comisión interterritorial, y partiendo de una base: que haya un criterio de equivalencia que no haga daño al paciente.
Ya mirando a Madrid, ¿cómo puede afectar las modificaciones en el Muface para la práctica y asistencia médica?
Muface se trata de un sistema sanitario antiguo y semilibre. Este tipo de asistencia cubre una laguna que ahora se quiere mostrar que funciona mal. Es un modelo que está controlado y es transparente, con una ley de la oferta y la demanda. Si desapareciera o se modificara este modelo Muface para ahorrar coste, más de una medida de ahorro para la Sanidad nacional supondría un gasto enorme, ya que los mutualistas serían atendidos por el sistema de la seguridad social. Y si desapareciera, ¿cómo afectaría entonces a las listas de espera?
Ya de puertas para adentro, uno de las principales fortalezas del CACM era el 'feeling' y reparto de tareas que habría entre los presidentes de las ocho provincias. Ha habido varios cambios en los últimos meses (Sevilla,?Córdoba, Huelva), ¿el CACM está en fase de transición o se mantiene esa buena coordinación de antaño?
En mi opinión, el CACM está mejor que nunca. A lo mejor disfruto mucho de mi puesto, pero la verdad es que es una balsa de aceite. Me respetan hasta la saciedad y todos los presidentes de colegios de médicos me cuidan como un hijo. Con todos mantengo una relación maravillosa. Cada presidente es un virrey en su colegio, pero también sabe, desde que se creó esta entidad, que juntos podemos alcanzar retos que no podríamos hacer antes por separado.