“La Sanidad pública es el eje vertebrador de España y del Estado de bienestar”, afirma con rotundidad el nuevo presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (
CESM), Miguel Lázaro, cuya candidatura ganó las elecciones celebradas en el seno del XIV Congreso Confederal celebrado en Murcia a finales de mayo.
En la entrevista concedida a EL MÉDICO INTERACTIVO, este psiquiatra de Teruel afincado en Palma de Mallorca desde hace más de tres décadas, ejerce su especialidad en el Hospital Universitario de Son Espases, y demuestra que a sus 66 años no ha perdido un ápice de su vocación sindicalista, la que le llevó a liderar durante 11 años el Sindicato Médico de Baleares (SIMEBAL).
¿Qué aspectos singulares aportó su candidatura para resultar ganadora?
Creo que el colectivo médico, los 165.000 médicos de la sanidad pública, aunque no todos, tienen una actitud un tanto
quejorréica, nos han
funcionarizado y hemos perdido nuestra marca de médico humanista. La vocación sindicalista y reivindicativa está ahí y hay que potenciarla. Por otra parte, sigo viendo y viviendo los retos que la sanidad pública tiene y, sobre todo, cómo el médico está siendo maltratado por la Administración.
El tercer elemento es que la candidatura está integrada por un equipo muy potente; conocemos muy bien lo que es sufrir el déficit de médicos porque lo padecemos de cerca en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla… y lo afrontamos con coraje y serenidad. Es un equipo cohesionado y con una clara hoja de ruta.
¿Hablamos de escasez de médicos o es una muletilla instalada en el discurso?
Cualquier ciudadano de cualquier pueblo sabe que escasean los médicos. Hablo de Baleares porque lo conozco de cerca; hay un déficit importante que se agudiza sobre todo en verano, porque los médicos tienen derecho y necesitan coger vacaciones. Pero el problema es global en toda España, aunque en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla lo vivimos de forma más acuciante. En Atención Primaria (AP) las listas de espera se incrementan y las cifras de pacientes que ven los médicos de AP no favorecen la humanización del quehacer asistencial. Esto es un riesgo para la relación médico‒paciente, que es fundamental.
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Miguel Lázaro fue elegido a finales de mayo nuevo presidente de CESM.[/caption]
Por supuesto que faltan médicos. Se calcula que entre 16.000/18.000 médicos se han ido de España, éxodo médico que en cualquier país generaría alama social. A lo que se suma que no ha habido/ni hay una operación retorno que se tendría que haber iniciado, ya.
Estamos descapitalizándonos en médicos bien formados, al tiempo que importamos médicos de países en desarrollo, cuya formación a veces no coincide con la nuestra ni nuestras necesidades; algo se hace mal. No solo faltan médicos en AP, sino también en otras especialidades como psiquiatría o psicólogos clínicos, porque la salud mental es la cenicienta. Es curioso, los políticos siempre hablan de su importancia, pero a la hora de los presupuestos no son nada coherentes con esa preocupación que expresan.
¿Cómo se solucionaría ese déficit?
En España no hay un registro médico; es increíble que no exista. Mientras el Consejo Interterritorial se dedica al cainismo político, no hay un registro único de médicos. En pleno siglo XXI es una irresponsabilidad por parte del Gobierno central. La pregunta clave es porqué se van los médicos que formamos; con que no se fueran ya nos bastaría como solución, pero se está permitiendo su marcha.
Además, no hay registro ni planificación de registros humanos; a esto se suma que hay muchos médicos en vías de jubilación, a lo que se suma una mala gestión. Esto es función del Gobierno central y debe hacérselo mirar, porque tiene que ejercer una labor importante que no hace. Insisto, la Sanidad pública es el eje vertebrador del Estado y ha de funcionar con equidad en los servicios con una tarjeta sanitaria de máxima interoperatividad, una actuación que tiene que liderar el gobierno central.
¿Nadie se pregunta por qué se marchan?
Los médicos que formamos nos cuestan 300.000 euros cada año, por lo que debemos preguntarnos cuáles son las razones. Habrá razones particulares, pero muchas de las razones de este autoexilio médico tienen que ver con la mala organización administrativa y la nula incentivación retributiva. Por ejemplo, siendo los médicos de familia el pilar fundamental de Sanidad, solo un tercio de ellos se quedan en los centros de salud. Nadie se pregunta porqué ocurre eso en una especialidad clave en el Servicio Sanitario Español. Y es un problema global, faltan médicos en la España rural y también en la España saturada.
¿Así que habrá que empezar parando el autoexilio médico?
Es lo primero que hay que plantearse para luego organizar una operación retorno. Muchas encuestas nos dicen que el 50 % de los médicos volverían, pero habría que ofrecerles condiciones laborales y retributivas dignas. Los médicos en España es un colectivo maltratado, aunque en Europa seamos los líderes de la asistencia sanitaria, que se explica porque, a veces, el médico tiene una actitud
quejorréica, sumisa y con el síndrome de Estocolmo. Desde el 2010 hasta ahora la paga extra del médico ha sido jibarizada alrededor del 40 %, de modo que la gente joven no va a dar su salud a una organización que los maltrata.
Desde la Confederación denunciamos que el suelo base de un médico cuando empieza sea de 1.200 euros aproximadamente y por eso le pedimos a la ministra que haya una recalificación, teniendo en cuenta nuestros méritos, porque hay un maltrato laboral y salarial objetivo. Ante este hecho nuestra candidatura ha dicho basta, y vamos a afrontarlo primero de forma dialéctica y si no hay solución, de forma confrontativa.
En la opinión pública puede calar la idea de que sus reclamaciones son solo cuestión salarial, ¿pero van más allá?
Primero reclamamos lo que se nos debe: la paga extra del año 2010 y el cómputo de las guardias que lleva toda la vida pendiente. A veces los ciudadanos piensan que los médicos por vocación tienen que hacer muchas cosas, claro que sí, pero el médico vive en una sociedad que se rige por necesidades económicas básicas. Nosotros queremos que esos agravios sean resueltos porque nos lo merecemos. La ciudadanía ve las consultas sobrecargadas y si en primaria hay deficiencias, el médico es el primero que da la cara.
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Especialista en psiquiatría, Lázaro tiene un espíritu conciliador y reivindicativo.[/caption]
De modo que tenemos reivindicaciones retributivas, claro que sí, y es una de las causas por la que se van médicos de España, porque fuera cobran el doble o el triple. A lo que se suma que allí les respetan sus horarios, pueden conciliar la vida laboral y familiar y son mejor considerados. Nosotros no nos sentimos respetados, no por el ciudadano, que sí nos valora, sino por la Administración.
Además, nosotros queremos un Estatuto marco que recoja la singularidad laboral del médico, porque nosotros queremos hacer de médicos. No hablo de un colectivo elitista, pero somos el eje del Estado de bienestar, y por nuestra autoestima tenemos que confrontarnos con la Administración.
¿Las demandas de la CESM son diferentes en AP que en los hospitales? ¿dónde son más perentorias y en qué aspectos?
La más perentoria es el déficit de médicos de AP. Asistimos a una desafección de los médicos que aprueban el MIR, que dejan vacías las plazas de primaria, sin que esto genere alarma al Gobierno central. No se hace caso a las sociedades científicas ni al foro de la profesión médica. No se están proponiendo estrategias para dignificar la primaria y darle el valor que tiene, algo que pasa clarísimamente por mejores retribuciones, la estabilidad laboral, que la AP sea más resolutiva y que haya menos burocracia. Está claro que el líder del proceso asistencial es el médico y hay que trabajar para el médico de AP no vea más de 25 pacientes, que pueda hacer prevención, que tenga tiempo para formarse continua y adecuadamente.
¿Dignificar la AP reduciendo la sobrecarga y mejorando la capacidad retributiva necesitará un presupuesto más apropiado?
Sí, porque esto no se consigue sin presupuesto. De los fondos europeos que le llegan al Gobierno central tendría que poner al menos 10.000 millones para dar solvencia a la sanidad pública, de los que la AP debiera llevarse una parte importante, al igual que la salud mental. Todos hablan de esto, pero ¿cuál es su presupuesto tangible? Hay que darle solvencia a la Sanidad pública, dicen, pero gastamos menos que la media del PIB. Hay inercia y dejadez por parte de la Administración, porque el diagnóstico está hecho; faltan médicos a todos los niveles, y si el trabajo sale adelante es por el esfuerzo de los profesionales.
Ha sido Europa la que ha obligado al Estado a realizar OPEs para que no se maltrate al profesional, que es clave. Mientras, ¿la secta gerencial de qué se ha ocupado? Han permitido que se hayan jubilado médicos encadenando contratos temporales y ha tenido que ser Europa quien nos diga y denuncie que no puede haber esa altísima temporalidad en Sanidad. El rastro y el agravio de su ausencia de planificación nos lo hemos tragado.
En este aspecto, siendo la salud laboral un elemento fundamental, nuestra candidatura será muy confrontativa para que las administraciones cumplan la ley laboral; no vamos a pasar ni una y denunciaremos la sobrecarga laboral, que es lo que hace enfermar al médico.
¿Qué proponen desde CESM para que el tránsito AP-hospitales sea más fácil, tanto para el paciente como para el médico?
En primer término, mejorar la coordinación, tiene que haber más médicos de familia; eso de entrada; además, es importante que los médicos no tengan que hacer labores burocráticas y, en tercer lugar, que se incentiven las funciones telemáticas, que el especialista pueda tutorizar al médico de AP. Tendría que haber interconsultas de especialistas con diversos pacientes; es una labor que forma al médico de AP, que son excelentes médicos, pero necesitan ese contacto con el especialista, porque si la primaria no respira bien, la hospitalaria coge una neumonía; en resumen, hay que reconocer más el valor de la primaria.
Por otra parte, muchas veces los especialistas de hospitales no han pasado por los centros de salud y deberían incidir para que a la AP se la dote de mayor resolución.
¿Qué objetivos se plantea y cómo será su relación con el Ministerio?
Primero hay que reconocer que la CESM de los últimos cuatro años ha hecho una labor magnífica. El Ministerio nos invisibiliza de alguna forma al no darnos el espacio debido a una Confederación de Sindicatos que representa a los médicos en su totalidad. Así que nuestra labor será reivindicativa, pero muy colaborativa. En el Estatuto marco es fundamental la negociación, para la que tenemos grupos de médicos que quieren y pueden aportar mucho participando en los debates sanitarios claves. Estamos en el foro de la Sanidad pública y tenemos mucho que decir en ella.
¿Han pedido ya entrevistarse con la ministra de Sanidad?
Nada más ser elegidos a finales de mayo ya lo solicitamos, porque tenemos muchos temas que ponerle sobre la mesa. Queremos que las competencias específicas de los médicos estén bien definidas; queremos un espacio donde sea posible el intercambio de opiniones con un enfoque dialéctico, no dilemático. Apostamos por la negociación, pero no renunciamos a las movilizaciones si es necesaria la confrontación.
Tenemos la suerte de que la ministra es médico y entendemos que comprenderá muchas cosas de nuestras reivindicaciones profesionales y laborales. Además, la sanidad no debe estar politizada, debería superarse cualquier enfoque partidista o político, porque es lo que queremos todos, especialmente los pacientes. Y siempre sin olvidar que no hay sanidad pública sostenible y solvente si no hay médicos. Creemos que hay mucho que hacer y que nosotros podemos aportar mucho.
¿Desde CESM cómo van a visibilizar todo su potencial?
Vamos a citarnos con la ministra con la idea de recalcarle que la sanidad pública es el eje vertebrador de todos los españoles. Es a los españoles a quienes les interesa que se pare el exilio médico, que retornen los médicos formados en España; este es el objetivo de máximo nivel. Y pondremos sobre la mesa temas pendientes como la negociación del Estatuto Marco, el convenio nacional de los MIR y los agravios que venimos arrastrando como la recuperación de la paga extra, el cómputo de las guardias para la jubilación y la reclasificación o la jubilación flexible, entre asuntos de gran calado e importancia.