Sanofi contribuirá con su antígeno, la proteína S del coronavirus SARS-CoV-2, y GSK con su tecnología de adyuvantes con experiencia en vacunas pandémicas
15 de abril 2020. 12:11 pm
Una vacuna adyuvada contra el SARS-CoV-2 que esté disponible para mediados del año 2021. Ese es el objetivo final de la colaboración entre Sanofi y GSK que trabajan conjuntamente para desarrollar esta vacuna, utilizando la tecnología innovadora de ambas compañías. Las compañías planean iniciar los…
Una vacuna adyuvada contra el SARS-CoV-2 que esté disponible para mediados del año 2021. Ese es el objetivo final de la colaboración entre Sanofi y GSK que trabajan conjuntamente para desarrollar
esta vacuna, utilizando la tecnología innovadora de ambas compañías.
Las compañías planean iniciar los ensayos clínicos de fase I de esta vacuna adyuvada en la segunda mitad de 2020 y, si tienen éxito y se aprueban a nivel regulatorio, se pretende completar el desarrollo requerido de la vacuna para que esté disponible en la segunda mitad de 2021.
Esta nueva colaboración marca un hito significativo en las contribuciones continuas de Sanofi y GSK para ayudar a combatir la COVID-19. Las compañías han firmado un Acuerdo de Transferencia de Material para permitirles comenzar a trabajar juntas de inmediato. Se espera que los términos definitivos de la colaboración se finalicen en las próximas semanas
El valor de la experiencia previa
En concreto,
Sanofi contribuirá con su antígeno, la proteína S del coronavirus SARS-CoV-2, que ha desarrollado basándose en la tecnología del ADN recombinante. Esta tecnología ha producido una secuencia genética exacta a la de las proteínas que se encuentran en la superficie del virus y la secuencia de ADN que codifica este antígeno y se ha combinado con el ADN de baculovirus, la misma plataforma de expresión en la que se basa la vacuna recombinante de Sanofi frente a la gripe registrada en los EE. UU.
Por su parte,
GSK contribuirá con su tecnología de adyuvantes con experiencia en vacunas pandémicas. El uso de una vacuna adyuvada puede ser de particular importancia en una situación de pandemia, ya que puede reducir la cantidad de antígeno requerido por dosis, permitiendo que se produzcan más dosis de vacuna y, por lo tanto, contribuyendo a proteger a más personas.
La combinación de un antígeno basado en proteínas junto con un adyuvante está bien establecida y se utiliza en varias vacunas disponibles en la actualidad. En algunas vacunas se añade un adyuvante para mejorar la respuesta inmune, y se ha demostrado que inducen una inmunidad más potente y duradera frente a las infecciones, en comparación con las vacunas no adyuvadas. También puede mejorar la capacidad de suministrar una vacuna efectiva que se pueda fabricar a escala.
Según lo anunciado previamente por Sanofi, el desarrollo de la vacuna candidata basada en tecnología recombinante frente a la COVID-19 se está apoyando a través de fondos y una colaboración con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico (BARDA), en los Estados Unidos. Las compañías planean discutir el apoyo financiero con otros gobiernos e instituciones globales que priorizan el acceso global a la vacuna.