¿Cómo es el perfil medio del paciente con dolor neuropático localizado que llega a la Clínica Universidad de Navarra?
El dolor neuropático localizado (DNL) es una patología relativamente frecuente en la que el perfil de afectados es bastante heterogéneo. En general, el DNL puede deberse a una neuralgia postherpética, atrapamientos nerviosos, traumatismos, tumores y, en ocasiones, a una intervención quirúrgica. Así, la duración e intensidad de los síntomas pueden variar mucho de una persona a otra. En general, el dolor puede llegar a ser muy intenso y no estar necesariamente relacionado con algo que quien lo sufre pueda modificar (postura, descanso, etc.). La duración de los síntomas que vemos varía en función del tiempo que se tarde en descartar otras causas que puedan justificar el dolor y se llegue al diagnóstico de DNL. En este momento es cuando los pacientes son habitualmente derivados a una unidad de dolor como la nuestra.
¿Cuál es la función de los profesionales de Enfermería en el abordaje del DNL?
En muchos casos, los pacientes vienen con una historia de dolor de difícil control y esto puede afectar a otras esferas de la persona, como la psicológica o la social, por lo que el enfoque de los profesionales de Enfermería se centra en cuidar al paciente y aliviar ese sufrimiento. Esto lo realizamos de distintas formas, pero, especialmente, mediante la escucha activa, la información y educación, incluida a la familia.
En ocasiones, no es posible solucionar el problema de raíz sino, más bien, conseguir un control sintomático. Por esta razón, tratamos de ayudar al paciente a ajustar las expectativas a la realidad de los resultados esperables de los tratamientos. El equipo de la unidad de dolor se centra en lograr un alivio del dolor que pueda ayudarle a lograr una calidad de vida que sea aceptable para él. Las enfermeras acompañamos al paciente durante este proceso y colaboramos con el equipo multidisciplinar en su tratamiento y cuidado.
¿De qué manera intervienen las enfermeras en el tratamiento del dolor neuropático localizado? ¿Cuáles son los principales tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que se emplean en la clínica?
Como se ha explicado con anterioridad, las enfermeras formamos parte del equipo multidisciplinar que atiende a estos pacientes, por lo que participamos de distintas formas en el tratamiento del DNL.
En cuanto a los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, lo habitual es comenzar por el más conservador, que es el farmacológico. Ahí las enfermeras tenemos una función importante de educación al paciente y a la familia sobre el mecanismo de acción de los fármacos y los posibles efectos secundarios y su prevención.
Cuando los fármacos convencionales no han logrado los resultados deseados, se considera si el paciente es candidato para la aplicación de parches de Qutenza. Una vez el médico ha realizado la prescripción, la enfermera es responsable de la aplicación del tratamiento con el parche de capsaicina concentrada (durante una hora) y se encarga de realizar un seguimiento telefónico. Otro tratamiento administrado por los profesionales de Enfermería son las perfusiones de lidocaína, que, en ocasiones, son indicadas para estos pacientes.
Colaboramos también con el equipo multidisciplinar en la realización de técnicas mínimamente invasivas para tratar este dolor, como son los bloqueos periféricos y la radiofrecuencia. Finalmente, algunos casos que no han respondido de manera satisfactoria podrían considerarse candidatos a la implantación de un estimulador periférico medular o central.
A la vez, durante todo este proceso, es primordial el acompañamiento al paciente y a la familia, como se ha dicho anteriormente, y la valoración de la esfera psicológica. No podemos negar que el dolor crónico tiene un impacto negativo en las emociones y el estado de ánimo, que debe ser abordados para poder dar una atención integral a estas personas. En ocasiones, una correcta valoración de esta esfera realizada por profesionales expertos (psicólogo, psiquiatra, enfermeras de salud mental, etc.) podrá ayudar a establecer un plan de atención adaptado al paciente.
¿Qué formación necesitan las enfermeras en el abordaje de este dolor? ¿En qué beneficia al paciente la especialización de estas profesionales sanitarias?
La formación necesaria incluye el conocimiento de la anatomía y los mecanismos fisiopatológicos del dolor, cómo hacer una correcta valoración del paciente y un conocimiento profundo de los distintos tratamientos para el dolor, tanto farmacológicos como no farmacológicos.
La especialización de los profesionales de Enfermería permite un abordaje multidisciplinar de estos pacientes y les proporciona un entorno seguro, tanto a ellos como a sus familias. La accesibilidad que tenemos habitualmente los profesionales de Enfermería facilita a los pacientes y a sus familias una adecuada información, educación y atención durante todo el proceso.
¿La enfermera trabaja de alguna forma en el quirófano?
En la actualidad, las técnicas mínimamente invasivas para el tratamiento del dolor en nuestro hospital se realizan en el área de procedimientos. La enfermera de dolor recibe al paciente, lo prepara, comprueba que llega en condiciones seguras. Dentro de la sala de procedimientos se encarga de la monitorización y colocación de la persona, participa en la preparación del material necesario para la realización del procedimiento y trata de proporcionar un entorno confortable y tranquilo que alivie su ansiedad.
¿Cuál es la importancia del abordaje multidisciplinar en los pacientes con dolor neuropático localizado?
En efecto, es muy importante realizar un abordaje multidisciplinar de estos pacientes, ya que este tipo de dolor puede afectar no solo al aspecto físico, sino también a la esfera psíquica y social. Así, un abordaje multidisciplinar facilita que estemos tratando a la persona de forma integral y le proporciona más herramientas personales y sociales para abordar esta situación.
¿De qué manera se puede fomentar el autocuidado del paciente? ¿Y qué apoyo necesita de sus familiares y cuidadores?
En general, la información y educación al paciente y a la familia son esenciales para que puedan desarrollar los conocimientos y habilidades para afrontarlo de forma efectiva. Es muy importante el autocuidado en este tipo de patologías, ya que, en ocasiones, tienden a cronificarse y aprender a convivir con ellas requiere desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces.
Es fundamental el apoyo que los pacientes reciben de su entorno más cercano. A veces, no resulta fácil entender el dolor que sufren y es muy importante ponerse en su lugar para poder proporcionar ese apoyo. Los familiares y cuidadores pueden ayudar a dar sentido a ese dolor y a sobrellevarlo con su cercanía y cariño. Ayudar a distraerse, fomentar una actitud positiva, a la vez que realista, y otras estrategias de afrontamiento del sufrimiento similares pueden tener un impacto mucho mayor de lo que a veces creemos.
¿Qué propuestas haría para mejorar el abordaje del paciente con DNL?
Creo que se debería fomentar el papel de las enfermeras en el manejo de estos pacientes. En nuestro caso, realizamos un seguimiento tanto presencial como telefónico y tenemos una gran accesibilidad para ellos y las familias. Actuamos como nexo entre el paciente y el resto del equipo multidisciplinar. En muchas ocasiones, los afectados nos han referido que esto supone una fuente de apoyo y seguridad que fomenta el autocuidado y el alivio de los síntomas.
“Se debería fomentar el papel de las enfermeras en el manejo del paciente con dolor neuropático localizado”
María Carrión Torre, enfermera clínica avanzada de dolor de la Unidad de Dolor de la Clínica Universidad de Navarra, explica, junto con su compañera Isabel Moneo Sánchez-Marco, sus principales funciones en el abordaje de este tipo de patologías con dolor
Eva Fariña
2 de enero 2019. 2:15 pm