En la Unidad de Dolor en la que usted trabaja, ¿desde donde remiten más pacientes, desde Atención Primaria o desde especialidades médicas?
Mayoritariamente desde las especialidades médicas y con mucha diferencia. En los últimos 6 meses, el 80% de los pacientes vistos por primera vez en la unidad fueron derivados desde otras especialidades. En nuestro centro disponemos de interconsulta online desde Atención Primaria. Se trata de hacer una primera valoración del paciente sin necesidad de desplazarse al Hospital. En muchos casos, con el asesoramiento y consejo al facultativo de Atención Primaria es suficiente para optimizar el tratamiento. Solo el 50% de los pacientes interconsultados en este periodo necesitó ser remitido a la Unidad del Dolor, bien por ser dolor de difícil manejo o bien por ser subsidiario de las técnicas o procedimientos que se aplican en la unidad.
En las unidades de dolor, determinadas técnicas ya son exclusivas de la Enfermería, ¿cuáles son las más empleadas en su unidad de dolor? ¿Y respecto a los pacientes pediátricos?
Desde luego, en la Enfermería de las unidades de dolor cada vez tenemos más competencias propias. En mi unidad, la más empleada es la Iontoforesis, también la Electroterapia (TENS), y en los últimos años, la aplicación tópica de parches de capsaicina; en menor medida, el manejo de reservorios e inyección de sustancias terapéuticas vía intravenosa, epidural o intratecal. No solo se hace la aplicación, también el seguimiento de estas técnicas.
No vemos pacientes pediátricos en la unidad salvo algunos pacientes postoperados. Disponemos de una unidad de dolor agudo que trata, sobre todo, el dolor postoperatorio y en el caso de los niños se utilizan los infusores de herida con anestésico local durante las primeras 48 horas del postoperatorio.
Dentro de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del dolor, tanto agudo como crónico, ¿qué tipo de dolores abordan más en su unidad de dolor?
Cuando el paciente acude a la Unidad de Dolor Crónico, el dolor ya está instaurado y el paciente suele venir diagnosticado de un especialista. Vemos mucho dolor musculo-esquelético: lumbalgias, ciatálgias, cervicobraquialgias, cirugía fallida de Raquis, etc., y bastante dolor neuropático. Muchos de estos pacientes son tratados y dados de alta, pero tenemos bastantes pacientes que son seguidos en la unidad durante mucho tiempo, entre ellos, están los que llevan dispositivos implantados tipo electrodos epidurales o bombas intratecales.
En cualquier caso, la prevención pasa por tratar de que, una vez controlado el proceso, el paciente aprenda a vivir con su nueva condición de salud de la manera más saludable posible y tratando de evitar las recaídas.En la Unidad de Dolor Agudo se trata casi exclusivamente el dolor postoperatorio. Hay una enfermera a tiempo parcial que es la que se encarga de ello aún cuando entre nosotras hay mucha cooperación.
En el Hospital Clínico existe, desde hace aproximadamente 9 años, un protocolo de Dolor Postoperatorio con distintos módulos de tratamiento que prescribe el facultativo y cuya aplicación y seguimiento es función de Enfermería.
¿Cuál es su opinión sobre la formación para la realización de las terapias más avanzadas en la lucha contra el dolor?
No existe mucha formación específica al respecto, y se echa de menos. En mi caso, al menos, trato de aprender allí donde encuentro información y oportunidad, sobre todo es un aprendizaje individual.
En las unidades del dolor, la enfermera constituye el factor puente entre el paciente, la familia y el resto del equipo asistencial. ¿Cuál es su punto de vista sobre este tema?
Estoy totalmente de acuerdo. La Enfermería es crucial dentro de las unidades, no solo por sus competencias específicas, también como apoyo a la labor del facultativo y coordinación del equipo asistencial dentro de la unidad, y desde la unidad hacia el paciente y su entorno inmediato.
“Se echa de menos la formación para la realización de las terapias más avanzadas en la lucha contra el dolor”
La Unidad de Dolor del Hospital Clínico de Santiago de Compostela nace a principios de los 80, formando parte del grupo de pioneros en el tratamiento del dolor en Galicia y España, persiguiendo desde entonces la mejoría de la calidad de vida de los pacientes de nuestra área de influencia. Hablamos con Rosa María Pernas, del servicio de Enfermería de dicha unidad
Enrique G. Jordá
24 de noviembre 2017. 1:10 pm