El Jefe de la Sección de Estudios de Posgrado e Investigación de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), Unidad Santo Tomás, el científico Gerardo Aparicio Ozores, es además titular del proyecto de investigación para estudiar los genes de las bacterias que han disminuido o anulado los efectos de los antibióticos.
De acuerdo con estimaciones del organismo internacional, para el año 2050 la resistencia antimicrobiana podría causar la muerte de cerca de 10 millones de personas al año, por lo que la Organización Mundial de la Salud consideró incluir esta condición entre las diez mayores amenazas de salud del presente año.
Los estudios realizados, según el politécnico, son a largo plazo y se consideran como herramientas valiosas, porque coadyuvarán al perfeccionamiento de programas de vigilancia epidemiológica en los hospitales y a tomar decisiones puntuales para evitar el crecimiento del problema.
La lista de bacterias con mayor resistencia, que emitió la OMS, incluye la pseudomonas aeruginosa, de presencia frecuente en ambientes hospitalarios, la cual es estudiada por el grupo del doctor Aparicio Ozores, quienes han encontrado que por recombinación con otras bacterias, ha adquirido un gen reportado por primera vez en Nueva Delhi, India, que le permite evadir antibióticos de última generación, lo que complica el tratamiento, sobre todo en pacientes cuyo sistema inmunológico está debilitado.
El investigador advirtió que The Clinical & Laboratory Standards Institute (CLSI), avalado por la OMS, establece normas para el uso de antibióticos. “Tenemos detectados varios aislamientos de la bacteria Pseudomonas aeruginosa y hemos observado que es resistente a todos los antibióticos que nos marca dicha norma, lo que nos debe mantener en alerta”, indicó.
La resistencia antimicrobiana se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de fármacos y pueden causar infecciones que son más difíciles de tratar que las causadas por microorganismos no resistentes.
Insistió en que es imperativo que los hospitales realicen protocolos de investigación y establezcan vínculos con las instituciones educativas, con el propósito de contar con programas permanentes de vigilancia epidemiológica acordes con las necesidades regionales, que permitan tomar directrices específicas y establecer estrategias para contribuir a reducir la resistencia antimicrobiana.
Mencionó que hay antibióticos de primera línea (los que llevan más tiempo en la práctica clínica y los más recomendados en tratamientos médicos), de segunda línea (los de intermedia utilización) y los de última generación (de reciente uso).
El científico politécnico consideró que es indispensable frenar el uso indiscriminado de antibióticos, ya que muchas veces se administran para tratar afecciones virales que no los requieren.
Se estudia la recombinación de bacterias como causal de resistencia bacteriana
Se ha descubierto que la recombinación de las pseudomonas aeruginosa con otras bacterias le permite evadir antibióticos de última generación, lo que complica el tratamiento, sobre todo en pacientes cuyo sistema inmunológico está debilitado
Rebeca Flores
12 de junio 2019. 1:30 pm