Se trata de un anticoagulante de uso común en pacientes hospitalizados, podría ser una alternativa terapéutica frente al coronavirus
26 de marzo 2020. 1:30 pm
Estudios in vitro llevados a cabo por un equipo de investigadores chinos han revelado que el virus SARS-CoV-2 parece desaparecer en contacto con altas concentraciones de enoxaparina sódica, un anticoagulante frecuentemente utilizado para la prevención del tromboembolismo venoso. Así lo concluyen varias líneas de investigación…
Estudios
in vitro llevados a cabo por un equipo de investigadores chinos han revelado que el virus SARS-CoV-2 parece desaparecer en contacto con altas concentraciones de enoxaparina sódica, un
anticoagulante frecuentemente utilizado para la prevención del tromboembolismo venoso. Así lo concluyen varias líneas de investigación que se han iniciado en China y que podrían desarrollarse también en Italia y España.
En concreto, las compañías Techdow de Italia y España, filiales de Hepalink en Europa, están en contacto con sus correspondientes agencias del medicamento para informar de esta posibilidad terapéutica. Igualmente, pretenden desarrollar estudios clínicos en ambos países y a la mayor brevedad posible.
De esta forma,
Techdow España, por su parte, ha comunicado a la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) la información preliminar disponible, y se dispone a promover estudios observacionales también en nuestro país.
Mecanismo de acción
La enoxaparina sódica es una heparina de bajo peso molecular (HBPM) con una marcada actividad antitrombótica. Debido a su eficacia anticoagulante, se emplea habitualmente en la profilaxis del tromboembolismo venoso (TEV), en particular en pacientes sometidos a cirugía o con riesgo de desarrollar coágulos por encamamiento asistencial.
Ahora, la utilidad de este anticoagulante parece ir más allá, ya que los datos reportados sugieren su papel en el mecanismo mismo de acción del virus. Los ensayos in vitro parecen evidenciar que cuando se pone en contacto la enoxaparina sódica en altas concentraciones con el nuevo coronavirus, la sustancia activa parece determinar una reducción significativa del patógeno, que se uniría a la heparina en lugar de atacar las células del organismo. La heparina se caracteriza por tener una estructura molecular similar a la del receptor de la pared celular al que se adhiere el SARS-CoV-2 antes de entrar en ella.
Estos datos de evidencia in vitro llevaron a los investigadores chinos a iniciar algunos ensayos clínicos directamente en pacientes infectados, utilizando el medicamento para combatir el virus, en dosis más altas que las utilizadas para la profilaxis y hasta la reducción de los marcadores inflamatorios y la negativización de las pruebas de carga viral.