" Hasta un 60% de los pacientes tratados con inhibidores de la tirosin-kinasa acaban desarrollando hipertensión " Entre un 10-30% de pacientes que toman antraciclinas desarrollan insuficiencia cardiaca
4 de febrero 2016. 12:20 pm
Las complicaciones cardiovasculares derivadas de los tratamientos oncológicos son aún preocupantes. Según la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la incidencia de insuficiencia cardiaca en pacientes tratados con antraciclinas oscila entre un 10 y un 30 por ciento según la edad y el tipo de tratamiento…
Las complicaciones cardiovasculares derivadas de los tratamientos oncológicos son aún preocupantes. Según la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la incidencia de insuficiencia cardiaca en pacientes tratados con antraciclinas oscila entre un 10 y un 30 por ciento según la edad y el tipo de tratamiento oncológico recibido, lo que puede llegar a triplicar el riesgo cardiovascular. Además, un 20 por ciento de estos pacientes tiene que suspender el tratamiento por problemas cardiovasculares, empeorando su pronóstico oncológico.
Del mismo modo, los inhibidores de la tirosin-kinasa, una proteína enzimática involucrada en el desarrollo de las células cancerígenas y del sistema cardiaco, se presentan como nuevos fármacos para vencer al cáncer, pero también se asocian con complicaciones cardiovasculares a corto y medio plazo. Hasta un 60 por ciento de los pacientes tratados con inhibidores de la tirosin-kinasa acaban desarrollando hipertensión.
'No debemos permitir que un paciente que ha superado un cáncer presente complicaciones cardiovasculares graves, que podrían haberse evitado con una monitorización adecuada del tratamiento. Por eso, los cardiólogos tenemos que trabajar con los oncólogos para conseguir el mejor tratamiento oncológico con las menores suspensiones posibles de dichos tratamientos y el menor número de efectos secundarios a largo plazo', explica Teresa López, miembro de la SEC y del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
La SEC reivindica el abordaje multidisciplinar del cáncer para poder explorar más exhaustivamente los factores de cardiotoxicidad y detectar así estadios precoces y, por tanto, reversibles de cualquier complicación cardiovascular. 'El Hospital La Paz lidera un grupo multidisciplinar de cardiooncología (Cardio-Tox) en el que participan 19 centros nacionales, para desarrollar un score de riesgo de cardiotoxicidad que permita optimizar la elección del tratamiento oncológico y reducir eventos cardiovasculares', señala la especialista. Para tener bajo control posibles episodios de cardiotoxicidad, un estudio publicado en la revista Circulation define como primordial el papel la prevención cardiovascular en pacientes oncológicos.
Por último, la especialista añade: 'el diagnóstico de cáncer no debe asociar una suspensión del tratamiento previo de la tensión, la diabetes o el colesterol. No podemos ser permisivos en este aspecto porque sabemos que los fármacos habituales para el tratamiento de la tensión (betabloqueantes, IECA's, ARA-II) o del colesterol elevado (estatinas) previenen el desarrollo de complicaciones durante y después de la quimioterapia'.