La Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) ha abordado las complicaciones asociadas al envejecimiento y la fragilidad en el encuentro digital ‘Retos de la Ruta Asistencial del Paciente Mayor y Frágil’. Para la organización de este encuentro, SEDISA ha contado con la colaboración de la biotecnológica Amgen, en el marco del Proyecto Colaborativo SEDISA para la Investigación sobre la Gestión de la COVID-19 (INGESCOV).
“La fragilidad es predictora de discapacidad, hospitalización, caídas, pérdida de movilidad y enfermedad cardiovascular”, ha comentado Pilar Sáez, del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario Fundación Alcorcón y coordinadora del Registro Nacional de Fracturas de Cadera (RNFC). En su opinión, “conlleva un mayor consumo de recursos, peores resultados clínicos, más visitas a urgencias, estancias prolongadas y mayor mortalidad”.
Por su parte, José Soto, presidente de SEDISA, ha destacado los principales retos en este ámbito:
- El desarrollo, la evaluación y la acreditación de rutas asistenciales.
- La coordinación e integración de los servicios sociosanitarios.
- En definitiva, la atención integral y global a los pacientes frágiles, en los que se unen la complejidad de la edad y de la cronicidad.