Bajo el lema “Investigación para un futuro sin obesidad”, la Sociedad Española de Obesidad (
SEEDO) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (
SEEN) han puesto sobre la mesa los
retos y los avances producidos en este ámbito, así como las medidas de prevención y control de la enfermedad y sus complicaciones, y
la demanda de un Plan Nacional frente a la Obesidad.
Durante el encuentro, los expertos, coordinados
por Gema Medina Gómez, profesora e investigadora de la URJC, y miembro del grupo de Investigación Traslacional en Obesidad de la SEEDO, han puesto el foco en la investigación y su papel esencial para tratar de atajar esta enfermedad que afecta ya a millones de personas en nuestro entorno y que se asocia con importantes complicaciones y un aumento de la mortalidad.
“Hace 17 años que celebramos este día de la Obesidad y buscamos lemas como el de este año porque es fundamental que defendamos el derecho de las personas con obesidad y de los ciudadanos en general a que se investigue su enfermedad, como hacemos con el cáncer, por ejemplo. Que se investiguen sus causas, factores y tratamientos y cómo influyen las medidas preventivas y que todo se haga en base a la investigación”
, explica la
doctora Irene Bretón, presidenta de la fundación de la
SEEN y miembro del comité gestor del área de Obesidad de la SEEN.
Bretón afirma que aunque la investigación se realiza “a muy distintos niveles”, es importante que llegue a la práctica clínica. “Es preciso descubrir por qué ocurre la enfermedad del tejido adiposo en exceso, que se localiza en donde no debe estar y que hace que funcione mal. Igual de importante es averiguar por qué afecta más a determinadas personas y por qué produce otras complicaciones”.
A la cabeza en obesidad
Y es que
España se sitúa a la cabeza de los países europeos en obesidad, con tasas de exceso de peso superiores al 60 por ciento. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),
el 25 por ciento de los hombres y el 23 por ciento de las mujeres viven con obesidad, lo que se corresponde con
un 9,7 por ciento del gasto total en salud. No es más halagüeña la situación entre la población infantil;
en niños de 6 a 9 años, la prevalencia de sobrepeso es del 23,3 por ciento y la de obesidad del 17,3 por ciento.
Tanto la SEEDO como la SEEN han hecho hincapié en las oportunidades que ofrece la investigación básica y clínica de la obesidad, con el aliciente adicional de contar en nuestro país con algunos de los grupos de investigadores más sobresalientes y punteros a nivel mundial.
Importancia de la investigación
Para el
doctor Gilberto Pérez, endocrino pediátrico y miembro del área de Obesidad de la SEEN, es innegable que gran parte de lo que se sabe hoy en día sobre la obesidad es fruto de la investigación. Por lo que considera fundamental “trabajar de manera conjunta a favor del Plan Estratégico contra la obesidad infantil”, ya que 4 de cada 10 niños y 3 de cada 10 adolescentes presentan sobrepeso y obesidad.
“Cuando hablamos de obesidad todo se suele centralizar en los adultos, pero sabemos que empieza antes, tan pronto como en el embarazo. Los 9 meses de embarazo y
los 2 primeros años de vida son determinantes porque exponen a los niños y niñas a factores biológicos, genéticos y medioambientales que marcan el riesgo a futuro a pesar de los hábitos saludables”
, comenta.
Por tanto, sin obviar que la genética es responsable del 20-30 por ciento de los casos de obesidad ni otros condicionantes como el estrato social, Pérez insiste en que
“la investigación es muy relevante porque ha dado luces y sombras respecto a lo que ocurre en la infancia y la adolescencia”.
Además, el endocrino-pediátrico recuerda que
no se debe estigmatizar a los niños, a los adolescentes y a sus familias, y que “como sociedad todos estamos unidos y queremos luchar contra ella”
. Para ello, continúa
, “debemos hacer un diagnóstico concreto y dar con los factores que cronifican y dificultan el tratamiento de cada persona.
No basta con hablar de dieta o ejercicio, sino que a nivel clínico hay que ofrecer medidas preventivas precoces”.
Principal línea de investigación
En este sentido,
Francesc Villarroya, catedrático de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Barcelona, ha hablado sobre una de las principales líneas de investigación actualmente (el tejido pardo y las moléculas liberadas por este con efectos metabólicos beneficiosos, y que podrían ser claves en el descubrimiento de nuevos medicamentos para el manejo de la obesidad y sus enfermedades crónicas metabólicas asociadas), al tiempo que ha destapado otros factores obeso-génicos determinantes más allá del sedentarismo, como el ambiente térmico y el cambio climático.
“Sabemos que la grasa parda activa tiene un papel positivo y protector (“de quemado”) frente a la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares; y esta se activa a temperaturas relativamente bajas, por lo que abusar de la calefacción no ayuda”, aclara. También es importante conocer la relación entre la epidemia de obesidad y el cambio climático. “Con el cambio climático estamos expuestos a temperaturas muy cálidas incluso ‘outdoors’, por lo que debemos entender que lo que es saludable para las personas también lo es para el planeta, y viceversa”.
En este foro de expertos sobre obesidad también han participado los divulgadores
Ricardo Moure y Boticaria García, quienes consideran vital explicar de una forma entretenida cómo se produce esta enfermedad y cómo abordarla.
De hecho, durante el encuentro se ha utilizado
una cámara termográfica para comprobar
in situ cómo metiendo la mano en agua con hielo se activa el tejido adiposo marrón; también se ha contado con un
equipamiento para realizar medidas de composición corporal, calcular el IMC y picómetros para medir pliegues cutáneos...
Campaña divulgativa
Tanto Moure como García consideran que la gente sabe poco sobre la obesidad y la grasa parda marrón, pero curiosamente sí que demandan información al respecto y no solo la juventud, “también las personas de 60-70 años porque son los que más sufren los problemas derivados de la obesidad”.
Ambos coinciden en que se suele subestimar la capacidad del público para entender ciertos términos y conceptos, pero el conocimiento les ayuda y empodera
. “Las cosas han cambiado, muchas palabras se han incorporado a la conversación como cortisol, oxitocina o microbiota, ¿por qué no pueda pasar igual, por ejemplo, con las batocinas?”.
La campaña divulgativa se extenderá a las redes sociales; bajo los hashtags
#DiadelaObesidad y
#activatutejidopardo, se lanzará un reto a la población para compartir vídeos realizando actividades que consideren adecuadas para activar el tejido adiposo marrón, que es clave en el ámbito de la obesidad.