Para César Rodríguez, presidente de la
Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), las terapias biológicas, de precisión, las nuevas moléculas, la moderna inmunoterapia, los nuevos conjugados y algunos nuevos tipos de anticuerpos son las vías de mayor desarrollo de la Oncología.
¿Cuáles son los objetivos prioritarios de la Junta Directiva de SEOM?
Por una parte, la actual Junta Directiva se ha planteado dar continuidad a proyectos sólidos que vienen ya de presidencias previas, y en concreto de la anterior, de la de Enriqueta Felip. Uno de estos puntos clave es continuar trabajando y mejorando todo lo relacionado con el acceso a la innovación terapéutica. Es prioritario seguir trabajando en acortar los tiempos que la regulación en este momento marca para las nuevas aprobaciones de innovación de tratamientos en Oncología. Sabemos que es una necesidad social dar mayor agilidad a la aprobación y financiación de los nuevos fármacos en España. También queremos seguir trabajando, junto con las diferentes administraciones, para establecer mecanismos de colaboración que permitan que los oncólogos contribuyan a la evaluación de las nuevas indicaciones terapéuticas y participen en la toma de decisiones para favorecer una incorporación más ágil de la innovación terapéutica y más equitativa para toda la población, así como de la Medicina de Precisión. El Observatorio de la Medicina de Precisión ha puesto en el mapa cuál es el desarrollo de estos programas en las comunidades autónomas, se va a hacer una actualización a lo largo del próximo año.
¿Se ha implementado algún nuevo grupo de trabajo dentro de SEOM?
Un aspecto muy importante es la puesta en marcha de dos grupos de trabajo muy relevantes para SEOM. Por un lado, el de largos supervivientes, en el que se va a hacer un análisis de las necesidades de los pacientes a largo plazo, tanto de aquellos curados de la enfermedad como de los que sin tener enfermedad curable son largos supervivientes, debido a la mayor eficacia de los tratamientos. El otro ámbito de trabajo es el de calidad, que va a hacer un análisis de cuál es el estado de la acreditación de los diferentes centros a nivel nacional y responder a las necesidades que desde la Unión Europea se nos van a plantear a la hora de los nuevos criterios de acreditación de centros del cáncer. Estamos en un momento crucial, porque los criterios de acreditación se están estableciendo, y desde la Sección de Calidad se pretende colaborar con los centros a la hora de servir de nexo, de ayuda para estos procesos.
¿Y la investigación?
Vamos a seguir potenciando los programas de becas. SEOM este año ha dado más de 50 becas por un importe total de más de un millón y medio de euros de financiación para proyectos de investigación, en la mayor parte de los casos para oncólogos jóvenes, que son probablemente un ejemplo para otras sociedades científicas.
Importante también es la formación de residentes con un plan que va más allá de lo estrictamente relacionado con la Oncología a través de programas centrados en áreas transversales como es el liderazgo, la inteligencia artificial y las nuevas herramientas tecnológicas. Y otro punto clave va a ser la promoción del ejercicio físico antes, durante y después del cáncer, ya que se ha demostrado que aporta beneficios mucho más allá de la calidad de vida. Hay otras muchas áreas de trabajo que SEOM ya desarrolla en grupos de trabajo y secciones, con distintos proyectos en marcha.
¿Cuáles son las prioridades en materia formativa?
En materia formativa es necesario implementar los programas de formación continuada en la línea de lo que ya se ha venido haciendo en los años previos, en temas específicamente relacionados con la Oncología y también en otros transversales, como la comunicación, el liderazgo o la inteligencia artificial. Queremos centrarnos también en la formación de nuestros futuros gestores. SEOM va a poner nuevamente en marcha un curso de gestión para servicios de Oncología Médica, dirigido a lo que serán los futuros líderes, que permita no solo que tengamos buenos oncólogos, sino también buenos gestores de dichos servicios. También es prioritaria la formación de calidad de nuestros residentes desde los primeros años, y la formación de pregrado, como una manera de alcanzar un mayor interés por parte de los estudiantes hacia la especialidad de Oncología Médica. Se van a generar una serie de iniciativas durante el año 2024 y 2025 para acercarnos mucho más a los estudiantes de Medicina y a las administraciones. El objetivo es que se valore más el papel que la Oncología Médica debe tener en las pruebas de acceso a la formación sanitaria especializada. SEOM ha elaborado un informe de docencia, que se presentó en el último Congreso, que ha generado una serie de iniciativas que se van a poner en marcha en los próximos meses.
¿Qué es lo que más les preocupa a los jóvenes oncólogos?
Lo que más preocupa, según una encuesta realizada por SEOM, es la calidad de los contratos que van a tener una vez han terminado la especialidad. En Oncología apenas hay paro, pero tenemos que intentar evitar lo que ya está sucediendo en otras especialidades, el flujo de especialistas a otros países fuera de España, tanto de la Unión Europea como de Latinoamérica.
¿Cómo se plantea su carrera profesional?
La carrera profesional del oncólogo médico es muy versátil. Los oncólogos pueden dedicarse fundamentalmente a la tarea asistencial, pero en muchos casos la labor investigadora y la posibilidad de participar en grupos de investigación traslacional o clínica es ya una realidad. La investigación en este momento es uno de los pilares fundamentales no solo para la Oncología española, sino también para la europea y la mundial. Prácticamente todos los ensayos clínicos de mayor envergadura que se desarrollan a nivel internacional tienen participación española; en muchos casos están liderados por oncólogos españoles. Y, por supuesto, existe una vocación docente que permite que también hagamos llegar el valor de la Oncología a los médicos más jóvenes.
¿Cuáles son las debilidades de la Oncología española?
En cuanto a las debilidades de la Oncología española, cabe destacar el desconocimiento de lo que hacen los oncólogos, tanto por parte de otros especialistas médicos como por la sociedad. Clásicamente, la Oncología ha sido vista como una especialidad que se dedica al tratamiento con medicamentos del cáncer, y va mucho más allá, ya que participa en campañas de prevención, tanto primaria, secundaria como terciaria, tras haber padecido la enfermedad. Trabajamos en la investigación traslacional, la investigación clínica y la docencia a todos los niveles. La biología molecular del cáncer nos ha llevado a un grado de conocimiento que en este momento hace que la Medicina de Precisión o personalizada sea una realidad; esa es la Oncología moderna. Tenemos que ser capaces de transmitir bien cuál es la labor de un oncólogo médico.
¿Qué importancia tiene la investigación para SEOM?
Es crucial. SEOM dedica un importante número de recursos a preparar a los oncólogos para investigación, tanto desde un punto de vista formativo como de financiación de proyectos a través de becas. Además, SEOM es un importante paraguas para todos los grupos cooperativos de investigación clínica. Este nexo de unión se plasma todos los años en la realización de las guías de práctica clínica que se realizan de los diferentes tumores.
¿Cuál es la participación de los grupos españoles en la investigación internacional?
En este momento la participación de la investigación española a nivel internacional es de primera magnitud. Somos el país europeo con más participación en ensayos clínicos, y prácticamente todos los ensayos clínicos que llevan a la aprobación de nuevas indicaciones tienen participación española o han sido liderados por oncólogos españoles. Fiel reflejo de esto ha sido el nivel de las presentaciones en ESMO.
¿Dónde se centran las nuevas vías de investigación?
Sin duda, en la Medicina de Precisión, en la identificación de estrategias terapéuticas dirigidas de manera específica a biomarcadores concretos que permitan tratamientos mucho más personalizados y con menos toxicidad. Por tanto, terapias biológicas, terapia de precisión, nuevas moléculas, la moderna inmunoterapia, los nuevos conjugados y algunos nuevos tipos de anticuerpos son en este momento las vías de mayor desarrollo de la Oncología.
¿Dónde está en este momento la Medicina de Precisión?
Lógicamente, implementándose de manera prácticamente generalizada en todo el territorio nacional, pero todavía con desigualdades. La Medicina de Precisión depende de planes autonómicos, y el nivel de implementación de estos es variable. Se han dado algunos pasos muy importantes, y uno de ellos es la realización de una cartera común de servicios a nivel nacional de biomarcadores en el que activamente ha participado SEOM, identificando cuáles son los que todo paciente con cáncer debe tener desde un punto de vista de mínimos exigibles, y que probablemente sea asumido por todas las comunidades autónomas.
Es un primer paso para que todos los planes de Medicina de Precisión territoriales incorporen esa cartera de biomarcadores. El Observatorio de Medicina de Precisión de SEOM hará un seguimiento de cuál es el nivel de implementación en las diferentes comunidades autónomas.
A nivel asistencial, ¿con que especialidades tienen más relación?
Con todas. En el momento del diagnóstico es esencial la colaboración con Anatomía Patológica y los biólogos moleculares para conocer en profundidad las características del tumor. Además, la implementación de los comités de tumores es ya una realidad desde hace muchos años. Trabajamos junto con otras especialidades médicas dependiendo de la patología, como puede ser Ginecología para los tumores ginecológicos o de mama, Otorrino para cáncer de cabeza y cuello, Neumología para cáncer de pulmón, y un largo etcétera. No hay especialidad hospitalaria con la que la Oncología no tenga que relacionarse, incluso especialidades muy transversales, todas en algún momento tienen que formar parte del cuidado del paciente con cáncer. Así, cuando el paciente está en seguimiento y potencialmente curado, a veces necesitamos a los rehabilitadores para hacer frente a las secuelas que la enfermedad o los tratamientos han dejado. También tenemos que contar más con Atención Primaria para hacer el seguimiento a los largos supervivientes.
¿Hay planes conjuntos con las distintas especialidades en materia de prevención?
Se está trabajando de manera muy activa. En la Sociedad Española Oncología Médica hay un Grupo de Trabajo de Prevención, y se están elaborando documentos comunes con otras sociedades científicas. La prevención forma parte de los contenidos que debe desarrollar la Oncología Médica. Y no solo la prevención primaria; no solo estamos hablando de hábitos de vida saludables, que en este momento constituyen un pilar básico, tenemos que ser parte activa y generar conocimiento sobre programas de cribado y prevención, por tanto, secundaria. Y un aspecto muy importante es cómo realizar programas de prevención terciaria en los pacientes que ya han tenido cáncer. Sabemos que existen determinadas intervenciones que pueden permitir una reducción del riesgo de recaída. En este sentido, tenemos que trabajar con otras especialidades, y se están elaborando ya documentos de consenso.
¿Habría que añadir algún programa más de cribado poblacional?
En primer lugar, hay que optimizar los tres programas de cribado ya establecidos a nivel poblacional. Uno sería el de cáncer de cuello uterino, bien conocido. Además, está el programa de cribado de cáncer de mama, del que en este momento sabemos que las recomendaciones de la Unión Europea consisten en ampliar la edad de cribado por abajo hasta los 45 años y por arriba hasta los 75. Por tanto, hay una tarea importante que consiste en que toda la población acceda a las edades de cribado en igualdad en España. El tercer programa de cribado es el de cáncer de colon mediante la determinación de sangre oculta en heces, y aquí todavía los niveles de adherencia por parte de la población no son todo lo importantes que nos gustaría; por tanto, queda mucho por trabajar junto con las administraciones.
¿Y en cáncer de pulmón?
La Unión Europea recomendará en los próximos años la incorporación de los programas de cribado de cáncer de pulmón, pero hay que recordar que no son programas de cribado poblacional, sino selectivos, es decir, solo para pacientes con antecedente de hábito tabáquico y un determinado grupo de edad. Técnicamente, además, no es fácil, porque requiere de recursos tecnológicos que hay que implementar, pero ya existen programas piloto en algunas comunidades autónomas que se están desarrollando con participación activa de expertos de SEOM. No estamos todavía en disposición de decir que esto vaya a ser una realidad para toda la población; las administraciones tienen la última palabra, pero ya se están dando los primeros pasos. Otros programas que se propondrán probablemente en un futuro, pero creo que todavía estamos más lejos de incorporarlos a la práctica clínica, pueden ser el de cáncer gástrico en población de alto riesgo en áreas geográficas donde hay una incidencia muy elevada. Habrá que ver en los próximos años cómo se puede desarrollar esto, y también definir bien qué grupos de población podrían beneficiarse de la prevención secundaria del cribado de cáncer de próstata mediante realización de PSA, que sigue siendo un tema relativamente controvertido. Creo que de los próximos programas de cribado, el que tiene más posibilidades de implementarse de una manera, digamos, eficaz y rápida, pero de una manera muy paulatina debido a los recursos tecnológicos que se necesitan, sería el de cáncer de pulmón casi con toda con toda probabilidad.