La indicación de una quimioterapia ha de ajustarse a un balance adecuado en el que se han de sopesar los riesgos y los beneficios en cualquier situación. Es por ello que en una situación como la actual, en la que la infección por SARS-CoV-2 durante la inmunosupresión inducida por quimioterapia puede suponer una tasa de morbimortalidad significativa, desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) se recomienda un cribado serológico previo al inicio de la quimioterapia inmunosupresora durante la pandemia.
En concreto, SEOM recomienda la realización de tests de detección rápida de anticuerpos, IgG e IgM, como medida de seguridad, en la indicación de una quimioterapia inmunosupresora en un paciente asintomático y sin datos clínicos o derivados de pruebas complementarias que sugieran infección COVID19 reciente.
Los tests de detección rápida de anticuerpos a emplear han de ir avalados por entidades que soporten su fiabilidad y respalden su útilización con las máximas garantías. En este sentido, como una referencia los tests avalados por Foundation for Innovative New Diagnostics, FINDdx, entidad colaboradora de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el caso de que los test de detección de anticuerpos no estén disponibles y sea necesario administrar quimioterapia, desde la SEOM insisten en que el tratamiento no está contraindicado, pero se deben descartar razonablemente los síntomas y signos clínico-radiológicos de infección activa, y aplicar las recomendaciones relativas a ajuste de dosis e intervalos que se especifican en nuestros documentos previos.
Posibles escenarios
Tal y como establecen las recomendaciones de la SEOM hay varios escenarios posibles. En el caso de un resultado IgM - / IgG -, con una muy alta probabilidad, el paciente no ha tenido ni tiene infección por SARS-CoV-2. Por tanto, es razonablemente seguro proceder con la indicación de quimioterapia inmunosupresora, tanto para el paciente como para el personal sanitario del Hospital de Día de Oncología Médica.
Si el resultado es IgM - /IgG +, se concluye que el paciente ha tenido infección por SARS-CoV-2 y probablemente está superada o en la fase final, si bien no puede descartarse al 100 por cien la posibilidad de que aún pueda ser potencialmente contagioso. En este caso, la quimioterapia inmunosupresora recomendada para la indicación establecida puede prescribirse con seguridad razonable para el paciente.
Por último, en el caso de IgM + / con IgG +, se establece que el paciente tiene infección actual activa por SARS-CoV-2. En este caso es recomendable demorar la administración de quimioterapia y repetir el test en 2 ó 3 semanas para reevaluar el estatus del paciente.
SEOM recomienda el cribado serológico previo al inicio de la quimioterapia inmunosupresora durante la pandemia
Recuerdan que la infección por SARS-CoV-2 durante la inmunosupresión inducida por quimioterapia puede suponer una tasa de morbimortalidad significativa
El Médico Interactivo
24 de abril 2020. 1:43 pm