Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, la SEOM recuerda la importancia de la prevención primaria y secundaria en los diferentes tumores que afectan a la mujer, así como enfatizar sobre cómo afecta el cáncer en particular al colectivo de las mujeres.
Las cifras de incidencia, mortalidad y prevalencia del cáncer en los últimos años son diferentes entre hombres y mujeres. A nivel mundial, en ambos sexos, el cáncer con mayor incidencia es el de pulmón (13 por ciento), el de mayor mortalidad el de pulmón también (19,4 por ciento) y el cáncer de mama el de mayor prevalencia a 5 años (Globocan 2012).
La supervivencia de las mujeres es superior a la de los hombres porque los tumores más frecuentes en ellas presentan mejores supervivencias. Así, por ejemplo, el tumor más frecuente en mujeres es el cáncer de mama con una supervivencia relativa a los 5 años del 82 por ciento para Europa, muy similar a la de España que es del 83,8 por ciento. Sin embargo, el cáncer de pulmón presenta una supervivencia del 13 por ciento en Europa y del 10 por ciento en España.
Afortunadamente, a pesar del aumento del número de pacientes diagnosticados de cáncer consecuencia fundamentalmente del envejecimiento de la población y nuestros hábitos de vida, la mortalidad está disminuyendo en la mayoría de tumores. Esto es debido a avances en el tratamiento, pero también a las medidas de prevención y diagnóstico precoz. Sólo actuando sobre el tabaco y la obesidad se reduciría entre un 30 y 40 por ciento la incidencia de cáncer en los países industrializados, señalan desde la SEOM.
El tabaquismo es el principal factor asociado con el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón. Comparado con los no fumadores, los fumadores tienen 20 veces más riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón. Globalmente, el porcentaje de hombres fumadores está disminuyendo lentamente pero no el de mujeres fumadoras. En algunas partes del mundo occidental el cáncer de pulmón es ya la primera causa de muerte por cáncer en mujeres por delante del cáncer de mama. Por ello, desde la Sociedad Española de Oncología Médica se quiere alertar del aumento de mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres en nuestro entorno y concienciar a la población para que conozca esta realidad y así poder detener esta epidemia.
Por tanto, hay que insistir en la importancia de no fumar. Es clave seguir disminuyendo el número de fumadores pero también el de personas -muchas veces adolescentes- que se inician en el tabaco. Sin duda, medidas como la actual ley antitabaco son importantes, pero también lo es el apoyo en el proceso de deshabituación, la política de precios o el papel del cribado de cáncer de pulmón para conseguir diagnosticar a los pacientes en etapas más precoces de la enfermedad con mejor pronóstico.
Es también importante recordar que la obesidad es la segunda causa prevenible de desarrollo de cáncer tras el consumo de tabaco. El 30 por ciento de las muertes por cáncer se podría evitar con hábitos de vida saludables, y hoy sabemos que el 4% de los hombres y el 7% de las mujeres deben su cáncer a la obesidad.
Existen aspectos diferenciales en la mujer respecto del varón entre los que se encuentra la herencia, ya que los síndromes de predisposición hereditaria a cáncer, aun no siendo muy frecuentes (5-10 por ciento), repercuten en mayor proporción en las mujeres por afectación de los órganos reproductivos femeninos. Otro aspecto diferencial sería la fertilidad, cómo se afecta, y cómo protegerla puesto que la mujer, que sobrevive cada vez más a esta enfermedad, puede plantearse completar su deseo de procreación mermado muchas veces por los tratamientos recibidos.
Desde la SEOM, su presidente, la Dra. Pilar Garrido, considera que 'la perspectiva de género en la prevención y los hábitos de vida saludables me parecen de especial interés, máxime considerando la influencia creciente del tabaquismo y sus consecuencias en las mujeres. Desde SEOM estamos convencidos de la necesidad de implementar políticas de Salud Pública que incorporen esta visión e invitamos a abrir una reflexión sobre las necesidades de investigación básica, clínica, social y de resultados de salud aún no cubiertas que sin duda formarán parte de nuestro compromiso para los próximos años'.