Recientemente la
SEOM reclamaba una Ley Integral del Amianto para reducir el cáncer. Ahora la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) se suma a la misma. Tal y como exponen, en España podría haber un total de 1
30.000 fallecimientos a causa de la exposición al amianto para el año 2050. Un 40 por ciento de ellos aún por llegar. En Europa, se calcula que cada año mueren en Europa 88.000 personas por el amianto. Por ello, distintas instituciones europeas ya han instado a erradicar de forma segura el amianto antes de 2032. En este sentido,
SEPAR le pide al Ministerio de Sanidad que elabore una Ley del Amianto.
Su uso está prohibido desde el 2002 en España pero sigue en edificios, infraestructuras, suelos y ambiente y hay
exposición a este en el medio laboral, doméstico y medioambiente. El contexto actual de reconstrucción que quiere acometer la UE brinda una oportunidad única a España para abordar una cuestión. El objetivo de esta Ley del Amianto sería la erradicación del mismo. Un problema de salud pública, medioambiental y ocupacional de primer orden en nuestro país y en el mundo.
Ley del Amianto y salud pública
Actualmente, existen evidencias sólidas que vinculan la exposición al amianto con el desarrollo de placas, fibrosis y derrame pleural, atelectasia redonda, asbestosis, cáncer de pulmón, mesotelioma de la pleura y del peritoneo, cáncer de laringe y de ovario. El tiempo de latencia entre la exposición y aparición de estas enfermedades es de 20 a 40 años. En la actualidad,
aún se diagnostican enfermedades por amianto en personas que estuvieron expuestas a este material antes del 2002. Este es el año en que se prohibió su uso en España.
“Como comunidad científica tenemos
evidencias sólidas desde hace un siglo de que el amianto es un potente carcinógeno y que no existe un nivel de exposición segura a este, por lo que resulta inconcebible que siga presente en nuestros entornos urbanos y en el medioambiente”, exponen desde SEPAR. Por todo ello es necesario aunar esfuerzos en una Ley del Amianto.
Además, existen terrenos contaminados con
vertidos de industria de amianto en numerosas poblaciones como Santa María de Benquerencia (Toledo), con un vertido de 90.000 toneladas de amianto y Altza (Donostia), Cerdanyola del Vallès (Barcelona) y Bellavista (Sevilla), entre los más casos más graves. Igualmente hay que sumar casos inaceptables como los vertederos de “residuos no peligrosos” en los que se ha vivido una tragedia sanitaria y medioambiental en Zaldíbar (Vizcaya).