Bajo el título
‘El ecosistema de la Atención Primaria’, varios autores de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) reflexionan sobre los desafíos a los que ha de hacer frente la Atención Primaria (AP), cimiento de la atención sanitaria a la población española con una gran reputación a escala internacional, pero que desde hace años
sufre una grave erosión.
Lejos de ser únicamente la 'puerta de entrada' al sistema sanitario, la AP constituye
“un inmenso activo” que ayuda a la población, sea cual sea su condición, a salir adelante. Se trata de la base de la atención asistencial y comunitaria con un modelo de funcionamiento en vías de agotamiento, según SESPAS, por el desprestigio, la falta de inversiones y la inacción política, entre otros factores. “Con este documento esperamos que se planteen las preguntas adecuadas para contribuir, en la medida de lo posible, a una ‘refundación’ de la Atención Primaria que le permita
servir otros 40 años a los ciudadanos”, explicó Eduardo Satue, vicepresidente de
SESPAS y coordinador de la monografía.
En la actualidad, las organizaciones profesionales estiman que en las plantillas de AP
faltan 15.500 enfermeras y 5.000 médicos. SESPAS también advierte de la falta de presupuesto, ya que entre los años 2010 y 2019 el gasto sanitario en AP disminuyó su peso en el gasto sanitario público. Con todo, el sobreesfuerzo de quienes trabajan en AP hace posible que se resuelvan las demandas de los pacientes en más del 90 % de las ocasiones.
Estudio poblacional
De acuerdo con la radiografía presentada por SESPAS, la AP se presenta como “un entramado complejo” que conecta con el resto del sistema sanitario y la comunidad a la que sirve. Esta conexión se vio claramente durante la pandemia, ya que el trabajo de la AP favoreció el abordaje precoz de posibles complicaciones y
evitó el colapso hospitalario. En ese sentido, la monografía hace referencia a un estudio poblacional que refleja que
casi el 94 % de los pacientes diagnosticados de COVID-19 se atendió en Atención Primaria en la primera ola epidémica.
La AP se está encontrando con nuevos retos como
el impacto del cambio climático sobre la salud, el aumento de la desigualdad y la pobreza, o las limitaciones de financiación pública, que se suman a otros ya conocidos como el del envejecimiento y la cronicidad. Ante este panorama, los autores del monográfico urgen a tomar medidas para la reforma o “refundación” de la AP, respetando la universalidad y la accesibilidad de los pacientes a los cuidados sanitarios.
Entre las principales amenazas, los expertos destacan el llamado
‘descremado sociológico’ de la AP, propiciado por la existencia de mutualidades públicas (MUFACE, MUGEJU e ISFAS) y por los incentivos a los seguros privados de salud, y acelerado por el deterioro institucional o el hospitalocentrismo del sistema. En este último punto, los autores de la monografía apuntan que el presupuesto hospitalario siempre ha crecido más que el presupuesto de AP, incluido el gasto de personal.
Sin soluciones inmediatas
Desde SESPAS aseguran que no existen “soluciones inmediatas ante estas tensiones, pero sí la obligación ética de
explorar alternativas y no conformarse con lo dado”. Por ello, las últimas páginas del documento recogen un listado de
propuestas sobre las que deberían asentarse las bases de la futura Atención Primaria.
Incrementar la inversión en AP, aumentar los recursos humanos y materiales, identificar mejor las necesidades, reorganizar y desarrollar las competencias profesionales que permitan una desburocratización y aumento de resolutividad, estabilizar el empleo y establecer incentivos reales para la medicina rural, o poner en marcha un plan de choque en las listas de espera de AP, son solo algunas de las sugerencias que contiene esta hoja de ruta.
“Tenemos la obligación de estar a la misma altura que los que 40 años atrás conformaron el actual sistema de Atención Primaria, que supone el principal apoyo sanitario de la mayor parte de la población, en especial, de los más vulnerables”, concluyeron desde SESPAS.