Uno de los problemas frecuentes que experimentan las personas afectadas por una enfermedad oncológica es la desnutrición causada por el Síndrome Anorexia-Caquexia (SAC). Se calcula que afecta a entre el 15 por ciento y el 40 por ciento del total de los pacientes oncológicos en el momento del diagnóstico; y hasta a un 80 por ciento (depende del tipo de tumor) cuando el paciente se encuentra en las fases más avanzadas de la enfermedad. Sin embargo, la pérdida de peso en estas circunstancias no se evalúa de forma correcta en la práctica clínica diaria, tal como expone la doctora Almudena Cotes Sanchís, médico adjunto de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Elda, en Alicante.
La desnutrición en los pacientes oncológicos puede estar asociada bien a las propias peculiaridades del tumor bien al tratamiento que se le aplique. Además, el grado de desnutrición va a depender del tipo de cáncer del que se trate, de las diferentes fases en las que se encuentre la enfermedad, así como del tratamiento antineoplásico que se administre.
Según los datos que maneja la especialista, más del 50 por ciento de los pacientes con cáncer avanzado presentan caquexia, y alrededor del 10 por ciento fallecen por esta causa, datos que hacen reflexionar sobre la necesidad de mejorar el abordaje de este síndrome en los pacientes con cáncer. Reflexiones realizadas en el libro ‘Los expertos opinan sobre SAC (Síndrome Anorexia-Caquexia) y AM (Acetato de Megestrol)’, patrocinado por MYLAN y que se irá ofreciendo, periódicamente por capítulos, en EL MÉDICO INTERACTIVO para su descarga en PDF.
Tal como expone la doctora Cotes Sanchís, las consecuencias de esta desnutrición asociada a este tipo de pacientes son tanto funcionales como estructurales, repercutiendo directamente en tres aspectos: la evolución clínica del paciente, el cumplimiento del tratamiento prescrito, y en el plano psicosocial del afectado. Por lo tanto, se produce una “reducción de la efectividad del tratamiento oncológico, aumento del riesgo de toxicidad, disminución de la capacidad funcional e incremento de la media de la estancia hospitalaria. En resumen, un empeoramiento de la calidad de vida del paciente”, resume la oncóloga.

Reconocer los síntomas y actuar
Con este pronóstico, se hace imprescindible mejorar la valoración de los pacientes con tumores que puedan estar desnutridos o en riesgo de desnutrición. Para ello, es precisa “la realización de una serie de mediciones basadas en escalas y cuestionarios de valoración nutricional” -incide la doctora- datos que deben ser tenidos en cuenta en la evaluación del paciente desde el inicio de la enfermedad de modo que permitan tomar las decisiones clínicas oportunas para contrarrestar esa situación. En este contexto, es preciso saber reconocer cuáles son los síntomas y los signos de la caquexia, y en especial de la precaquexia, a fin de poder realizar una intervención lo más temprana posible. El síndrome de anorexia-caquexia (SAC) se caracteriza por la pérdida continuada de masa muscular esquelética que no puede ser revertida por completo con el soporte nutricional convencional, lo que lleva a un deterioro funcional progresivo. Un síndrome que puede desarrollarse de forma progresiva en varias etapas: precaquexia, caquexia y caquexia refractaria, aunque no todos los pacientes pasan por todas las fases. Aludiendo a la definición de SAC publicada en Lancet Oncology en 2011, la doctora Cotes destaca que: “la pérdida de masa muscular esquelética puede ser tanto un marcador para el síndrome como un importante objetivo terapéutico, siendo un relevante predictor independientemente de la mortalidad”. En esa misma publicación científica se apunta a: la anorexia o ingesta reducida de alimentos; el hipercatabolismo; la pérdida de masa muscular y fuerza; y el efecto funcional y psicosocial sobre los pacientes como los factores a tener en cuenta para la correcta definición y evaluación del SAC. Todos los capítulos del libro ‘Los expertos opinan sobre SAC (Síndrome Anorexia-Caquexia) y AM (Acetato de Megestrol)’ se irán publicando, de forma paulatina, en EL MÉDICO INTERACTIVO, donde estarán disponibles para que los profesionales sanitarios puedan descargarlos para su uso, en formato PDF. Descargue el primer capítulo