El cansancio físico y mental, así como la sudoración en exceso, son síntomas que caracteriza a este síndrome que no es tratable con antivirales o descanso, es un padecimiento cuyos síntomas avanzan de manera progresiva en un lapso aproximado de seis meses y disminuye hasta en un 50 por ciento la capacidad activa del paciente.
Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aseguran que la atención multidisciplinaria le puede brindar al paciente una mejora en la calidad de vida mediante la intervención de médicos internistas, psiquiatras, reumatólogos, terapistas y rehabilitadores físicos.
El Dr. Luis Javier Jara Quezada, director de Educación e Investigación de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital La Raza en la Ciudad de México, señala que mientras en la estadística mundial la prevalencia se mantiene en hombres de edad productiva entre 25 y 60 años, en México afecta a un mayor número de mujeres de entre 30 y 50 años.
Aclaró que este síndrome también es conocido como encefalitis miálgica y que, por desgracia, es imposible prevenirla pues sus causas son aún desconocidas.
Es importante hacer un diagnóstico oportuno y certero, pues debido a que los síntomas son fácilmente confundibles con los de algún resfriado o virus, las personas suelen automedicarse con analgésicos o antigripales que no ayudarán en la mejoría del paciente. El tratamiento recomendado consiste en algunos medicamentos que alivien su cuadro clínico y terapia física o ejercicios de rehabilitación que no lo agoten.
A pesar de la imposibilidad de prevenir este padecimiento, el Dr. Jara recomienda tener un estilo de vida sano, con una alimentación balanceada, lejos de los irritantes químicos, no exponerse a agentes tóxicos ambientales y evitar el estrés que puede ser un factor detonante, además de permanecer alerta a los síntomas ya que puede tener etapas recesivas, es decir, de mejoría aparente.
El especialista explicó que el SFC es fácilmente confundible con un resfriado común, pues tiene un cuadro de dolor muscular y de cabeza, amigdalitis, dolor de garganta, inflamación de los ganglios de la región cervical, deterioro físico y algunos cambios en la retención de la memoria, lo que puede implicar que el paciente no pueda levantarse de la cama, pues el reposo será incapaz de brindarle mejoría.
El director de la UMAE señaló que diferentes institutos a lo largo del país se encargan de buscar marcadores a partir de diversas investigaciones para ayudar a buscar el tratamiento adecuado a través de antivirales y antidepresivos.