Los soldadores pueden desarrollar síntomas parecidos a la enfermedad de Parkinson que pueden empeorar cuanto más y más se expongan al elemento químico manganeso de los humos de soldadura, según un estudio publicado en la edición digital de 'Neurology', el diario de la Academia Americana de Neurología.
'Estos soldadores están desarrollando síntomas parkinsonianos a pesar de que su exposición al manganeso está por debajo de los actuales límites regulatorios', dice el autor del estudio Brad A. Racette, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri, Estados Unidos.
'Este estudio sugiere que necesitamos un control más estricto en el lugar de trabajo en lo que respecta a la exposición al manganeso, como un mayor uso de equipos de protección y un monitoreo y una evaluación sistemática de los trabajadores para prevenir esta enfermedad incapacitante', añade.
La soldadura se ha relacionado con el parkinsonismo, que es un término general utilizado para designar un grupo de trastornos que causan problemas de movimiento similares a los observados en la enfermedad de Parkinson, como movimientos lentos y la rigidez.
El estudio incluyó a 886 trabajadores de la región del Medio Oeste de Estados Unidos en dos astilleros y un taller de fabricación de maquinaria pesada. Neurólogos especializados en trastornos del movimiento examinaron a los participantes al inicio del estudio y siguieron a 398 de ellos durante un máximo de diez años para estudiar los síntomas de Parkinson.
La exposición de los trabajadores al manganeso se evaluó a través de un cuestionario sobre sus tipos de trabajo y la cantidad de tiempo que trabajaban. La exposición media a la sustancia se estimó en una concentración de manganeso de 0,14 miligramos de manganeso por metro cúbico.
Lentitud de movimiento en los brazos y rigidez de extremidades
Un total de 135 de los trabajadores, o el 15 por ciento, tenían parkinsonismo, con puntuaciones de al menos 15 en una escala de cero a 108 puntos. Los investigadores encontraron que la exposición acumulada al manganeso se asoció con un aumento anual en las puntuaciones en una prueba de movimiento. Cada miligramo adicional de manganeso por metro cúbico al año añadió un estimado de 0,24 puntos en la escala de problemas de movimiento.
Los resultados siguieron siendo los mismos después de ajustar otros factores que podrían afectar el riesgo de trastornos del movimiento, como el tabaquismo, el consumo de alcohol y la exposición a pesticidas. Los síntomas que empeoraron con la exposición acumulada al manganeso fueron lentitud de movimiento en los brazos y las manos, rigidez en brazos y piernas, problemas de habla y reducción de la expresión facial.
La relación entre la exposición a la soldadura y el aumento de los síntomas fue especialmente fuerte en los soldadores que hicieron la soldadura por arco de núcleo de fundente --el proceso de soldadura que genera los niveles más altos de materia en partículas-- en un espacio confinado. Racette señala que no se podía medir directamente la exposición acumulada de manganeso de los trabajadores, además de que no se puede descartar el efecto de otros metales en los humos de soldadura u otras exposiciones, como la pintura y los disolventes desengrasantes.