Durante la reunión nacional de
conclusiones del 65º Congreso Anual de la Asociación Americana de Hematología (ASH en sus siglas inglesas), organizada por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) se ha puesto de manifiesto que
solo acceden a las CAR-T el 1 por ciento de los pacientes diana a nivel mundial. Entre otros retos, estos tratamientos deben ser más asequibles para llegar a muchos más pacientes y queda pendiente que se demuestren eficacias reales en otros tumores, tanto sanguíneos como sólidos
.
En lo que respecta a otros contenidos de ASH 2023, destacaban también los avances en las leucemias agudas. A este respecto, los principales retos en el abordaje de la
leucemia aguda mieloblástica (LAM) pasan por identificar a qué pacientes les va a ir mejor un tratamiento u otro. Igualmente, es necesario demostrar si se pueden mejorar las tasas de curación de este cáncer hematológico mediante la combinación o secuenciación de tratamientos.
Sobre las leucemias crónicas, la principal
novedad en leucemia mieloide crónica (LMC) se ha dado en el
rescate de los pacientes que fracasan a los tratamientos disponibles. En este sentido, varios estudios han mostrado datos de nuevas moléculas y de la combinación de fármacos con diferentes mecanismos de acción.
Respecto al
mieloma múltiple, el tratamiento de primera línea combinará cuatro fármacos. De esta manera, los pacientes que recaigan a partir de aquí tendrán un peor pronóstico. Por lo tanto, las actuales combinaciones con que contamos se quedarán cortas.
Quiénes acceden a las CAR-T
Profundizando en los pacientes que acceden a las CAR-T, Felipe Prósper Cardoso, de la Clínica Universidad de Navarra en Pamplona, resumía
tres avances fundamentales en terapia celular: “La consolidación de los resultados de esta terapia avanzada en mieloma múltiple y linfomas, las nuevas aplicaciones de este tratamiento frente a enfermedades autoinmunes, como el lupus, y linfomas y leucemias T con CAR alogénicos (procedentes de otro individuo distinto al que lo recibe) y la posibilidad de generar CAR ‘in vivo’ (directamente en el paciente)”. Por otra parte, señalaba que “la investigación básica de nuevos constructos y la caracterización de mecanismos de resistencia “serán claves para el futuro”.
Por último, Mi Kwon, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), el principal reto al que se enfrentan los
trasplantes de progenitores hematopoyéticos (TPH), denominados genéricamente como trasplantes de médula ósea, es la generalización del uso de técnicas más sofisticadas.