En consonancia con los comunicados previos en relación con el Plan de Garantías para la Sostenibilidad del Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid, la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFyC) se ha manifestado rotundamente en contra de dicho plan y lamenta la actitud de la Consejería de seguir avanzando en su desarrollo en contra de la opinión mayoritaria de los profesionales de la Sanidad, sociedades científicas, colegios profesionales y organismos de colaboración de la Consejería.
En las últimas semanas, tras el levantamiento de la suspensión cautelar del proceso de privatización, 'se ha procedido a la asignación de 6 hospitales a empresas que en términos más o menos frívolos han expresado su intención de obtener ganancias de la atención sanitaria a la población que se les ha asignado. Si la intención no es la de bajar los sueldos a los profesionales (ya de por sí bajos, situándose entre los más precarios de la Unión Europea) o disminuir prestaciones en su cartera de servicios, entendemos que en muy baja consideración tienen a los actuales gerentes y a los profesionales del sistema público cuando piensan que es posible mantener la calidad del sistema, la dignidad de sus profesionales, el sistema de formación, la innovación e investigación y además lucrarse, solamente mejorando la eficiencia. La bibliografía consultada y los hechos no refuerzan esta idea y ni siquiera la Consejería ha dado datos al respecto ni ha sabido expresar el porcentaje de ahorro estimado', señala la Sociedad en un comunicado.
La SoMaMFyC es consciente de que en el actual contexto de crisis, el sistema de salud debe ser lo más sostenible posible y ello implica mayores exigencias. Pero los profesionales sanitarios 'no hemos protestado ni por la disminución del sueldo ni por el menoscabo de sus condiciones laborales (reducción de pagas, disminución de días de libranza, disminución de días de formación....), sino que hemos propuesto estrategias razonables para aumentar la eficiencia del sistema como es la autonomía de gestión. Anteponer la privatización de los centros, con el marasmo de situaciones conflictivas que de ello se derivan y su dudosa legalidad (colocación de los profesionales fijos en otros centros sanitarios), en vez de buscar otras formas de gestión nos parece inadecuado y como Sociedad nos mostramos radicalmente en contra'.
Desde la sociedad científica 'lamentamos que aprovechando la laxitud del verano se plantee avanzar en la privatización de la Sanidad, anunciando que en septiembre se aprobará el decreto de acreditación de condiciones para las sociedades profesionales de cara a gestionar los centros de salud. Nos parece un enorme error plantear la privatización de una estructura tan sensible y determinante como la Atención Primaria de salud, sobre la que debe pivotar el sistema y que no sólo es la puerta de entrada al mismo, sino la estructura que resuelve, ejecuta y realiza seguimiento del 90 por ciento de los procesos planteados'.
En este sentido, - auntan- 'debemos felicitarnos de que gracias a nuestra oposición leal y firme, hayamos conseguido que en lugar de los 27 centros propuestos (lo que hubiese supuesto un pandemonium de dimensiones insospechadas), se hayan convertido en cuatro, y que otros de los condicionantes iniciales para la privatización de los centros de salud, que se nos comunicó hará ya casi un año, hayan sufrido importantes modificaciones (el grado de participación de empresas privadas en la constitución de la sociedad que gestionaría los centros de salud, entre otros). Ello no supone el que compartamos los cambios, pero sí deja ver que las cosas no están siendo tal y como desde los inicios pretendía la Consejería como así viene repitiendo el Consejero en sus reiterados comunicados en los medios durante estos días'.
Es por todo ello 'por lo que ratificamos nuestra oposición al actual sistema de privatización y queremos trasmitir al ciudadano que puede estar seguro de que los médicos de atención primaria le atenderán con los máximos estándares de calidad, y la Consejería puede estar tranquila porque mantendremos nuestro actual talante dialogante y nos encontrará en cuantas iniciativas surjan en los aspectos organizativos y asistenciales dentro del actual sistema, que repercutan en beneficio del paciente. Nos sorprende la tranquilidad con la que se contempla la posible destitución de 90 equipos directivos (lo que se vino en llamar dimisión diferida) tras la publicación del pliego de condiciones, como si ello no supusiera un quebranto a la actual organización de la atención primaria madrileña. La Consejería sigue sin valorar el compromiso de sus profesionales (lo que supone el máximo aval al sistema) y nos ve como enemigos en lugar de como aliados en la consecución de objetivos de salud al mejor coste posible. Se equivocan cuando atisban razones políticas en los motivos que nos mueven a posicionarnos como lo estamos haciendo', concluyen.